Un comprimido se puede conseguir por 2 dólares en la calle y es 50 veces más potente que la heroína y 100 veces más fuerte que la morfina.
La preocupación está más que justificada, puesto que la también conocida como «droga zombi» fue la responsable en EEUU de hasta 70.000 muertes por sobredosis en 2022, una cifra que ha hecho saltar todas las alarmas.
Qué es el fentanilo
El fentanilo es una droga relativamente nueva. Fue creada por el doctor Paul Janssen, fundador de la farmacéutica homónima, en 1959. Durante la década de los noventa, su popularidad aumentó y los médicos empezaron a prescribirla para dolencias no graves, junto con la oxicodona y otros opioides de larga duración. Según la literatura clínica, aplaca cualquier dolor, generando una sensación de felicidad extrema. Sin embargo, también produce aletargamiento, problemas para respirar y pérdida del conocimiento.
Su efecto es 100 veces más potente que la morfina y 50 veces más fuerte que la heroína. El problema es que, si se consume en cantidades y frecuencia superiores a las indicadas, el cerebro se adapta a la droga y ya solamente encuentra placer consumiéndola, lo que deriva en una grave adicción.
Zombis en las calles
50 veces más potente que la heroína y 100 veces más fuerte que la morfina, su consumo deja imágenes escalofriantes, como las reflejadas en uno de los últimos vídeos del conocido youtuber italiano Federico Zazza, quien hace tan solo unos días mostraba en su canal cómo decenas de personas bajo los efectos del fentanilo deambulan cada día por las calles de Filadelfia sin rumbo alguno, como si fueran auténticos zombis.
Sin embargo, la gran pregunta es hasta qué punto esta «epidemia» puede trasladarse a nuestro país, más allá de casos puntuales, y si la situación es comparable a la de EEUU. La fiscal general de Florida ha revelado que solo en julio de 2022 la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza incautó «suficiente fentanilo para matar a casi 500 millones de estadounidenses».
España no es EEUU
En España aun no nos queremos dar cuenta de este grave problema potencial. Se nos dice que no pasará como en EEUU ya que en nuestro país únicamente se receta a «pacientes con dolor oncológico que son difícilmente tratables con otros productos y cuya expectativa vital no es muy larga». Además, tanto el Ministerio de Sanidad como las distintas comunidades autónomas llevan tiempo controlando su prescripción y haciendo un seguimiento exhaustivo de los pacientes que lo reciben, algo que, según el experto, marca la diferencia. Dar esta explicación simplista es no entender, o no querer entender, el gran negocio de los traficantes y narcotraficantes. El problema que existe actualmente en EEUU , y que puede pasar igual en España, ya no parte del sistema sanitario, sino del tráfico ilegal de esta sustancia.
Un comprimido puede llegar a costar unos 2 dólares en la calle y, al ser extremadamente potente, hace que no sea necesario mover grandes cantidades, lo que dificulta que se detecte el contrabando. «Desde perspectiva del tráfico, es mucho más fácil de manejar algo que pesa 200 gramos que algo que pesa 200 kilos. Entonces, es mucho más fácil traficar con ello y pasarlo de un sitio a otro, que otros opiáceos que no tienen tanta potencia.
El Fentanilo en Madrid
En Madrid ya se han detectado -según el Summa- los primeros casos de consumo de heroína con fentanilo. Lavapiés, es un barrio donde a plena luz del día es posible ver a personas tiradas en el suelo fulminadas por la droga. Vagan como auténticos zombis. Es tal la degradación y la delincuencia que los servicios de limpieza tienen que trabajar escoltados por la Policía. «Cualquier día a alguno de nosotros nos van a apuñalar», confiesa un trabajador.
«¿Te gustaría levantarte por las mañanas y tener que ir con un rottweiler acompañándote para ir segura por la calle? ¿Te gustaría levantarte por las mañanas y encontrarte con distintos mendigos drogados y delincuentes tirados por la calle mientras paseas? ¿Te gustaría encontrarte con delincuencia y no poder salir por las noches por tu barrio? Pues eso es Lavapiés», dice con amargura un vecino de toda la vida del barrio.
El narcotráfico quiere imponer su ley sin que se les moleste. Y para eso cuenta con el apoyo de la izquierda. Allí donde el narco ve una oportunidad de negocio, la izquierda ve votos. Es el caso del barrio madrileño de Lavapiés, feudo madrileño de Más Madrid, y ejemplo perfecto de lo que es la degradación de un barrio hasta el punto de la inexistencia de unas normas cívicas ni de convivencia de cualquier otro barrio de Madrid o de España.
(con información de Libertad Digital)