El asesinato de Charlie Kirk explicado | José María Manrique

“No sabemos quién disparó, pero es evidente ya quien mandó asesinar a Charlie Kirk”. Carlos Ruiz Miguel @DesdelAtlantico

El 10 de septiembre de 2025, pasadas las 12H locales, fue asesinado Charlie Kirk en una conferencia al aire libre, ante unas 3.000 personas, en el campus de la Universidad del Valle de Utah -UVU- (Salt Lake City, Usa). Múltiples medios de comunicación grabaron la estremecedora escena del efecto de una bala en su sien derecha con salida por el lateral izquierdo su cuello, destrozándole la carótida, la yugular o ambas, saltando la sangre hacia su hombro izquierdo y desangrándose inmediatamente antes de caer del asiento en el que estaba. Murió en el acto. Se ha dicho que fue “el asesinato más impactantemente vívido, y sin duda el más viral, de la historia de la humanidad”.

Por cierto, en los faldones del techo de la pequeña carpa bajo la que hablaba estaba escrito el lema “Demuestra que estoy equivocado” (Prove me Wrong). “Alguien” muy poderoso se lo demostró con un sicario muy ejercitado.

Versión Oficial

La versión oficial del FBI insiste en que el asesino disparó con un rifle de “gran poder” desde una posición frontal a la víctima y casi a la misma altura (un edificio de una sola planta y muy bajo a menos de 200 yardas -¿150 m?-), con lo que la bala casi habría tenido que sortear las cámaras y las cabezas del público.

Si hubiera sucedido así, un único disparo denota un tirador experto y frío que confía en la eficacia de su puntería y no necesita repetir el disparo sobre el cuerpo caído, además de que debió observar el efecto demoledor del impacto por la mira telescópica con la que, dicen estaba dotada su arma. Por lo tanto, es lógico suponer también que apuntó precisamente a donde dio. Un tirador menos confiado en su puntería habría apuntado a la cabeza, un blanco más fácil de acertar por su mayor tamaño y por los efectos letales sobre la masa cerebral. Y, también, hubiera rematado a la víctima en el suelo, cosa muy fácil si el arma era automática o semiautomática, pues las mismas permiten varios disparos precisos en menos de un minuto, como en el caso del atentado contra Trump, en medio del desconcierto de los presentes.

Por cierto, no se ha facilitado a la opinión pública el calibre de la mortífera bala que penetró en el cuerpo de la víctima. Tampoco el resultado de la autopsia respecto a la trayectoria de la bala. Pero, un día después del asesinato, la prensa difundió la noticia del hallazgo, en un bosque próximo, de un rifle de cerrojo (un sistema centenario, calibre 7’62 mm (30.06 pulgadas); precisamente un Mauser de importación, y con una vaina en la recámara. Pero no solo eso, tenía la mira telescópica montada al revés (el ocular en la parte opuesta al tirador); una mira que había pertenecido al abuelo de Tyler Robinson, de 22 años, el supuesto asesino. Y en la toalla en que estaba envuelto había varios cartuchos con curiosas marcas y palabras supuestamente escritas por el tirador y que demostraban su ideología woke (“¡Oye, fascista! ¡Atrápalo!”, “Oh, bella ciao, bella ciao” y “Si lees esto, eres gay, ja ja ja”).

“Oficialmente” nadie ha dicho con exactitud dónde se colocó el tirador, suponiéndose que en la azotea de un edificio bajo situado justo frente de la carpa donde se estaba el orador. Algunos vídeos (siempre hay cámaras por ahí que funcionan a favor de la versión oficial; luego volveré sobre esto) parecen mostrar a alguien en una azotea y, especialmente, uno graba a una persona corriendo por un tejado con una bolsa no muy grande (la mitad de la funda de un rifle), para terminar descolgándose por la fachada. Sobre lo poco disimulado de la presunta vía de escape, desde luego en esa bolsa no cabe montado el rifle antes citado. Y el desmontarlo o desarmarlo es difícil, necesitado de herramientas y lento, siendo aún más absurdo el que apareciera luego vuelto a montar, abandonado en un bosque.

¿Cómo pudo el joven supuesto tirador colocarse tan oportuna y libremente? Y, sobre todo, ¿cómo logró aquél disparo tan perfecto y difícil a la yugular? Aunque algunos dicen que el “aficionado local” pudo tener su tiro de suerte, una especie de nueva “bala mágica” como la de Kennedy (al que tampoco mató el solitario Oswald desde 80 m). Y, más revelador aún, ¿cómo pudo abandonar el lugar desde donde disparó, fuera donde fuere, con un rifle de metro y medio de largo sin despertar sospechas?

Minutos después del ataque, que originó escenas de pánico y confusión, se identificó erróneamente al tirador como Michael Mallinson, un miembro del partido demócrata de Utah. Al poco el FBI detuvo como sospechoso a George Hodgson Zinn, un septuagenario que se inculpó de ser el asesino y a quien finalmente solo se retuvo por obstrucción a la justicia; curiosamente Zinn es un personaje con antecedentes de conflictividad político-religiosa, y que fue detenido en 2013 por realizar amenazas terroristas, al haber enviado un correo electrónico avisando de la colocación de bombas en la meta del Maratón de Salt Lake City, donde hubo un atentado. En todo caso, ello dio pie para que el Director del FBI, Kashyap “Kash” Patel (de origen indú) asegurara en su cuenta oficial de X que el asesino de Kirk ya estaba detenido. Al poco fue apresado Zachariah Ahmed Qureshi, quien fue puesto en libertad tras un intenso interrogatorio. 

Todo lo anterior da pie a pensar que pudiera formar parte de una cortina de humo, un plan de decepción para ocultar a los verdaderos autores. En todo caso estas detenciones, además del encubrimiento anterior, buscan producir en la ciudadanía la falsa sensación de que los servidores del orden se desvivieron por localizar al asesino. En este sentido, tres días después se detuvo al considerado oficialmente como autor, un joven homosexual de la zona al que su propio padre denunció. Siempre ha habido víctimas propiciatorias que encubren al victimario y su instigador intelectual (recordemos de nuevo a Oswald).

Oficialmente el tirador disparó de frente, desde menos de 150 m. En realidad, desde un costado y a muy pocos metros. En resumen: eficacia y precisión, frialdad, oscurecimiento informativo y pistas inconsistentes. Todos los ingredientes de un asesinato político.

El verdadero asesino

Pie: Mosaico, de arriba-abajo, de izquierda-derecha
1. Comentarista mejicano Alejando Salomón (sic), conocido como Salomondrin.
2. Debajo: imagen del agente del FBI Robert Bolhs diciendo que el arma del crimen era un rifle de gran potencia.
3. Pistola en un “teléfono móvil”, similar a la del atentado.
4 y 5. El presunto autor del disparo y una cómplice.
6 y 7. Posición previa al disparo y trayectoria del mismo: la bala entró por la sien derecha y salió por la yugular/carótida (izquierda de su cuello).
8, 9 y 10. Detalle del disparo, el impacto en Kirk (se mueve un poco hacia nuestra derecha) y el instante posterior inmediatamente antes de que salte la sangre de la yugular. Simultáneamente se puede apreciar el movimiento de ligera reelevación de las manos del tirador por efecto del disparo.

Poco antes de la detención de Tyler Robinson empezó a circular por Usa un vídeo que recogía la más que sospechosa situación de varias personas muy próximas a Kirk justo antes de su muerte. El comentarista (youtuber) Alejando Salomón (sic), un joven mejicano asentado en Estados Unidos y conocido como Salomondrin, subió a la red el vídeo y su explicación. Esta, en esencia, es que un espectador colocado en una situación privilegiada (en primera fila en un lateral de la campa) y seguramente apoyado por otros, disparó con una pistola disimulada en un aparente teléfono móvil, sin duda dotada de un “puntero” laser para asegurar la puntería, desde unos 5 metros. Las imágenes son totalmente convincentes. El ruido del disparo de la pistola-teléfono se sincronizaría con el magnificado producido por un equipo audio en “el tejado del tirador”.

Nadie puede asegurar que el asesinato no fue así, al menos hasta que se tenga constancia indubitable de la autopsia demuestre lo contrario. Como en muchísimos casos la técnica del trilero pudo ser empleada con éxito: el público atiende a lo más llamativo y aparente mientras las manos del embaucador o sus cómplices hacen la trampa.

Cinco minutos después del asesinato hay constancia documental que un operario desmontó sin ningún problema una cámara de TV/vídeo colocada inmediatamente detrás de la situación de Kirk, modificando drásticamente la escena del crimen. Nada se ha vuelto a saber de ella, pero, sin duda, grabó desde atrás el impacto de la bala de pistola en la sien derecha de Kirk.

¿Quién era Charlie Kirk?

Kirk, de 31 años, protestante evangélico, casado en 2021 con una empresaria que había sido miss Arizona, era padre de dos hijos. Fue desde muy joven un activista político de carácter conservador, causa a la que se entregó profesionalmente antes de acabar los estudios universitarios. Organizó la plataforma TPUSA (Turning Point USA), el mayor foro de los partidarios de MAGA (Make “America” Great Again). Aliado clave de Donald Trump, fue crítico con la desinformación sobre el Covid (incluso calificando el cierre de iglesias como persecución religiosa) y el cambio climático, y favorable a la tenencia de armas por particulares. Era opuesto al aborto y a la anarquía sexual, y contrario a las políticas migratorias demócratas dirigidas a “disminuir y reducir la demografía blanca en Estados Unidos”. Como resumen, recordar que, con casi seis millones de seguidores en XTwitter y más de cuatro millones de suscriptores en YouTube, llevaba camino de ocupar el segundo o tercer puesto del ala conservadora en la carrera presidencial, a la cual habría podido optar con cuatro años más.

Su sincera religiosidad le llevó a reconocer y divulgar la figura de la Virgen María, algo realmente extraño en los protestantes, y estaba en camino de convertirse públicamente al catolicismo, habiendo asistido a varias Misas (católicas) y, al menos con certeza en el caso de su mujer, rezando el Rosario.

Respecto a Ucrania en bastantes ocasiones hizo afirmaciones apartándose de las acusaciones contra Rusia y reconociendo las agresiones ucranianas en el Donbás. Se opuso a la financiación y suministro de armas norteamericanos.

Inicialmente fue muy pro-Israel, como son en general los evangelistas, pero desde hace dos años fue cambiando su visión del conflicto de Gaza, incluso afirmando que Netanyahu sabía que Hamás iba a atacar; también se opuso a que Usa atacara Irán, lo que le causó una airada respuesta de un Trump al que consideraba totalmente dominado por Netayahu.

Sobre lo anterior, se ha difundido y documentado en el digital The Grayzone (Zona Gris, de Max Blumenthal y Anya Parampil), que en este año habían aumentado dramáticamente las graves tensiones, presiones e incluso amenazas de que era objeto por parte de grupos de presión sionistas, incluido el poco velado soborno/coacción de Netanyahu. Todo ello le hizo manifestar a alguno de sus íntimos que estaba asustado y temía por su vida.

No parece que pueda haber ninguna duda de que alguien así era un peligro para el Estado Profundo yanqui y para los amos de la Plutocracia dirigente del NOM. Y tampoco puede sorprendernos el asesinato, solo este verano lo fue el candidato presidencial colombiano Miguel Uribe, también con un balazo en el cuello. Y en las últimas semanas han muerto, en diversas circunstancias, siete importantes políticos del partido AfD alemán. Está claro que ser “ultraderechista” conlleva un grave riesgo para la salud

La reacción mediático-política

En TVE, fiel servidora de lo que bien se denomina régimen social-comunista, se dio la noticia como que «“una bala quita la vida a un agitador de Trump”, (viniendo a decir que) “era un ultraderechista propagador de mensajes de odio (y) dando a entender que algo habría dicho, ¡vamos! que se lo tenía merecido y por eso “una bala” anónima le “quitó” la vida».  Claro está, esa bajeza inmoral estaba perfectamente alineada con la reacción política en la Cámara de Representantes Usa y en el Parlamento Europeo, donde las izquierdas y muchos liberales boicotearon con odio, violencia y estruendo el laico minuto de silencio que se pretendía hacer por la víctima.

La viuda de Charlie Kirk declaró en un video: “Los malhechores, responsables del asesinato de mi marido, no tienen ni idea de lo que han hecho…  No tienen ni idea de lo que acaban de desatar en todo el país, y en el Mundo”, Como dice Aleksander Dugin, el asesinato de Charlie Kirk es la reveladora escenificación de la sangrienta “guerra civil mundial” que se está luchando ya dentro de los prolegómenos de la Tercera Mundial.

Avisados estamos.

José María Manrique García | Cor. Artª. (R.). Escritor

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