En este estudio participaron sólo dos pacientes. La paciente 1, una mujer embarazada de 34 años, recibió una dosis primaria de dos inyecciones de Pfizer y dos refuerzos (una de Pfizer y otra de Moderna), y la última dosis se administró dos días antes del parto por cesárea. Los investigadores recogieron muestras de su placenta, sangre y sangre del cordón umbilical después del parto.

La paciente 2 tenía 33 años y recibió dos dosis de Pfizer, las últimas 10 días antes de su parto vaginal. Sólo se disponía de muestras de placenta de este paciente.

Se detectó ARNm de la vacuna en ambas placentas. Se encontró proteína de pico en la placenta del paciente 2, pero no en el paciente 1. Se encontró ARNm de la vacuna en el cordón umbilical y en la sangre materna del paciente 1.

Los autores concluyeron: «Estos dos casos demuestran, por primera vez, la capacidad del ARNm de la vacuna COVID-19 para atravesar la barrera fetal-placentaria y llegar al entorno intrauterino«.