Mucho se está hablando estos días de la amnistía que el Gobierno de ese enemigo de España, sin más proyecto que el de eternizarse en La Moncloa y enriquecerse a costa de los españoles, que es el presidente del Gobierno español, pretende otorgar a los protagonistas del último golpe de estado perpetrado en 2017 por el Gobierno de la Comunidad Autónoma de Cataluña contra el régimen político vigente en España desde 1978.
Pues bien, más allá de la absoluta inmoralidad de dicha amnistía, en la que no necesito insistir en modo alguno, acompañada, además, de su completa e indiscutible anticonstitucionalidad, lo primero que tengo que expresar es la sorpresa que me produce el repentino sofoco que por la misma se está llevando todo ese amplio sector del electorado español que vota por el Partido Popular.
¿Dónde estaban todos ellos, me pregunto, donde tanta “santa indignación”, donde tantas vestiduras rasgadas, cuando el 19 de octubre de 2017 era el mismísimo Rajoy el que ofrecía idéntica amnistía a los golpistas, con la sola condición de que convocaran elecciones autonómicas, llegándose al absurdo total de que eran ¡los golpistas! los que le decían que se metiera su amnistía por sálvese la parte?
Llega a dar la impresión de que al electorado del Partido Popular, lo único que de verdad le importa es que “las cosas las haga el Partido Popular”, produciéndole terrible indignación que se les adelante el PSOE. En el caso que nos ocupa, la amnistía es buena si la da el PP, pero deja de serlo si la da el PSOE. Algo que, además, se ha puesto de manifiesto ya en excesivas ocasiones: la Ley de aborto, la Ley de Memoria Histórica, la Ley de Eutanasia, las leyes discriminatorias del varón, las leyes de cambio climático, las leyes de adoctrinamiento en las aulas, las leyes de “lenguaje inclusivo”, las transferencias autonómicas, las claudicaciones ante las regiones secesionistas, las subidas de impuestos, el incremento de la deuda pública… son malas cuando las realiza el PSOE, pero dejan de serlo cuando las hace, las mantiene y hasta las aumenta el PP.
A todos aquellos pepeístas que tan alborotados se hallan estos días con la amnistía que el Gobierno del PSOE pretende dar a los golpistas de 2017, les quiero recordar que antes del realizado entonces, esos mismos golpistas ya habían realizado otro putsch idéntico tres años antes, en 2014, gobernando España, también, el Partido Popular. Y que sus protagonistas, no es que fueran amnistiados por el Gobierno de Mariano Rajoy, no… ¡ES QUE NI SIQUIERA FUERON IMPUTADOS! Aquel auténtico golpe de estado no se saldó con un indulto o con una amnistía: aquel auténtico golpe de estado se saldó CON LA TOTAL IMPUNIDAD, ante la absoluta indiferencia de todos los españoles, y particularmente, de los hoy indignados votantes del Partido Popular.
Les digo más: si por uno de esas sorpresas que a veces nos depara la Historia, la amnistía no se produjera ahora y hasta consiguiera formar gobierno (de aquella manera) el Sr. Feijoo del Partido Popular, ni siquiera descarto que, en un momento dado, hasta fuera el mismo Feijoo, el mismo PP, el que la concediera, al hilo de argumentos como la “necesaria reconciliación”, la “imprescindible normalización de la vida política”, y tantos y tantos otros trileros recursos que con tan gran habilidad manejan los políticos llegado el caso. Cosa que haría, una vez más, -apuéstense conmigo lo que quieran-, ante la absoluta indolencia y apatía de su extraño electorado, hoy tan indignado.
Exactamente igual que pasó, por ejemplo, con Madrid Central, cuando el pepeísta de rajoyistas modales José Luis Almeida ganó unas elecciones prometiendo su inmediata derogación, y al llegar a la alcaldía, no sólo no lo derogó, sino que lo amplió. O como cuando el Sr. Feijoo ganó en Galicia unas elecciones prometiendo la libre elección de lengua vehicular en la enseñanza, e impuso al final un sistema de cuotas que ha convertido a la comunidad autónoma gallega en aquélla en la que la lengua de todos los españoles está más desterrada, más incluso, -lo que son las cosas-, que en la comunidad autónoma catalana o en la comunidad autónoma vasca. Y todo ello, ante la absoluta indiferencia de los mismos que lo votaron para que hiciera lo contrario.
¡Extraño electorado el del PP, qué duda cabe!
En fin, con amnistía o sin ella, que hagan Vds. mucho bien y que no reciban menos.
Luis Antequera | Escritor
3 comentarios en «¿Dónde estaban los votantes del PP cuando la amnistía la ofrecía Rajoy? | Luis Antequera»
Otro artículo más en el Luis deja medianamente al desnudo una de las mayores apuestas por las cinismo más deleznable y grosero, éste, además perpetrado, a las lista de hechos relatados me remito, por el PP.. Nada me extraña que en ciertos ambientes se le llamé PPSOE. A fin de cuentas, vista su trayectoria, al menos estos últimos veinte años, no es más que la otra cara, cara amable si se quiere , de la misma moneda.
En cuanto a los votantes de ese partido, nada personal, aunque sigo sin entenderlos.
Sólo nos queda VOX…..de momento.
Muchas gracias, Marcos. Muy bien lo explicas, la otra cara de la moneda, «más amable tal vez»… pero la misma moneda…
Luis, no te quepa duda. El «padrastro» Feijóo es incluso más chaquetero y oportunista que los anteriores. Y ni se molestan en disimular. De alguien que dice que legalizará la gestación subrogada cuando ni el PSOE se ha atrevido hasta ahora y que se alegra de que el Tribunal Prevaricacional falle contra los recursos interpuestos por su propio partido (MeRajoHoy también lo hizo cuando se falló a favor del gaymonio) no cabe esperar otra cosa.