Las Cortes de Aragón han votado en contra de una proposición para la puesta en marcha de medidas en defensa de la vida y fomento de la natalidad. El PP y la izquierda han votado en contra.
El PP vuelve a mostrar su verdadero rostro. Esta vez en Aragón, donde ha rechazado junto a la izquierda una propuesta centrada en la defensa de la vida en Aragón y el fomento de la natalidad. El PP se ha sumado al consenso ideológico de la izquierda, abrazando y asumiendo la misma agenda que destruye nuestras bases sociales y morales.
El rechazo no es técnico, ni por matices. Es ideológico. Una traición consciente, que deja sin protección a las mujeres embarazadas, a las familias, a los más vulnerables: los no nacidos. La iniciativa proponía declarar Aragón «Región por la Vida». ¿Qué significa eso? Defender la vida humana desde la concepción hasta su muerte natural, y poner en marcha políticas concretas para garantizarlo.
Una propuesta coherente con los valores de la vida
La proposición rechazada por el PP y la izquierda incluía declarar Aragón como «Región por la Vida», reconociendo la vida desde la concepción hasta la muerte natural. También se proponía conmemorar el 25 de marzo como el Día Internacional de la Vida y articular medidas de apoyo efectivo a la mujer embarazada.
Entre ellas, un Plan Integral de Apoyo a la Mujer Embarazada, con asesoramiento permanente, ayudas con prioridad nacional y una red de apoyo con charlas educativas. Todo enmarcado en una verdadera defensa de la vida en Aragón, frente a la cultura de la muerte que promueve la izquierda globalista.
Además, se impulsaba la gratuidad de la educación infantil de 0 a 3 años a través del cheque escolar, permitiendo la libertad de elección a las familias. También se planteaban beneficios fiscales para empresas que contraten mujeres embarazadas y la inclusión de la perspectiva familiar en todas las políticas públicas. Todo esto lo ha rechazado el PP. ¿Cómo es posible?
El PP, en la misma agenda que PSOE y Bruselas
Este episodio no es aislado. Es una pieza más del mismo patrón. En Bruselas, el PP vota junto al PSOE en la inmensa mayoría de las iniciativas. Y ellos lo admiten y se congratulan por ello. En el Congreso, Feijóo aplaude la sentencia del Constitucional que blinda la ley del aborto. En Aragón, se alinea con la izquierda para bloquear la defensa de la vida en Aragón.
Cada día salen nuevos casos que demuestran cómo el PP ha asumido el lenguaje, la moral y los fines de la izquierda globalista. Ya no se trata de una cesión puntual, sino de una estrategia estructural: seguir la misma agenda ideológica a nivel autonómico, nacional y europeo.
La excusa es siempre la misma: gobernabilidad, consenso, modernidad. Pero el resultado es uno solo: abandono de los principios. La defensa de la vida en Aragón exige claridad, coraje y compromiso. Nada de eso ofrece el Partido Popular.
Una traición repetida: el caso Feijóo
Recordemos que Feijóo no solo aplaudió el fallo del Constitucional, sino que censuró cualquier recurso al aborto como «política del pasado». Un apoyo claro a la cultura de la muerte que comparte con el PSOE y la extrema izquierda.
Durante años, el PP ha querido vestirse de tecnócrata, evitar debates morales y renunciar a dar la batalla cultural. Antes renunciaban a los principios para ganar votos. El problema es que sin principios no hay política, solo administración. Y sin defensa de la vida, no hay justicia. Ahora han cambiado simplemente de principios: defienden lo contrario, la cultura de la muerte.
Mientras tanto, el PP de Aragón actúa como sucursal regional del consenso izquierdista, boicoteando cualquier iniciativa que defienda la vida, la familia y la libertad educativa.
La alternativa existe: O valores o traición
No se trata solo de una cuestión legislativa. Es un combate cultural y moral. Defender la vida desde la concepción no es una opción política, es una exigencia ética. No hacerlo, como ha hecho el PP en Aragón, es optar por la cobardía, la confusión y el colaboracionismo.
La defensa de la vida en Aragón debe ser el eje de toda política verdaderamente humana. Abandonarla es traicionar a los más débiles, a las familias, a las raíces de nuestra civilización.
La defensa de la vida en Aragón no es una cuestión menor. Es la base de una sociedad justa y libre. La traición del PP no es anecdótica, sino estructural. Comparte la misma agenda ideológica que la izquierda a nivel autonómico, nacional y europeo.