El cambio necesario: honrar a las víctimas que fueron asesinadas por el Frente Popular de socialistas y comunistas
Ocurrió en el pleno del ayuntamiento capitalino. La izquierda volvió a sacar su manipuladora y tergiversadora «memoria histórica, de odio y vengativa»… pero esta vez, David Pérez, concejal en el Ayuntamiento de Madrid, – lo cuenta Hispanidad- les respondió con un mapa: el de las checas de Madrid durante la Guerra Civil que señala la ubicación de los centros de detención que el Frente Popular estableció en la capital.. Ya saben: esos centros siniestros de la izquierda socialista y comunista de la II República, lugares donde se detenía al enemigo, por católico, por llevar un crucifijo, por ser derechas o simplemente porque se le tenía rencor, o simplemente porque le había ido bien en la vida y la envidia es muy dura. Y después de ser torturados se les asesinaba.
40 checas en Madrid
Los episodios de represión y crímenes ejecutados por el Frente Popular son, sin duda, el capítulo más criminal y, al mismo tiempo, más silenciado de la guerra civil. En 1936, el PSOE y otras facciones de la izquierda – comunistas, anarquistas y separatistas- establecieron 40 checas en Madrid, una red de centros clandestinos de detención y tortura donde miles de personas inocentes fueron encarceladas, torturadas y, en muchos casos, asesinadas. Eran las checas en Madrid
Estos centros no solo simbolizan la represión sistemática de los comunistas contra los opositores ideológicos o por odio a la religión, sino también el sufrimiento humano que marcó uno de los periodos más negros de la historia española. Honrar a las víctimas asesinadas por el Frente Popular sigue siendo una deuda pendiente que debe incluir a aquellos que fueron asesinados en estos oscuros centros de represión, donde se ejerció una brutal violencia y tortura en nombre del comunismo y en contra de Cristo.
Las checas en Madrid: una red de terror al servicio del Frente Popular
El PSOE tuvo 40 checas en Madrid, donde torturó y asesinó a miles de personas, En esa 40 checas torturaron a gusto y con juicios, cuando los había, que eran una burla. Luego la saca, el tiro y la fosa común.
Las checas de Madrid fueron esos “siniestros centros” donde miles de personas fueron encarceladas, torturadas y asesinadas, según datos históricos. Entre las 40 checas de Madrid, destacaron:
- La Checa de Fomento: ubicada en el corazón de la ciudad, fue uno de los centros de represión más temidos y activos del Frente Popular.
- La Checa de Marqués de Riscal: donde numerosos prisioneros sufrieron torturas brutales antes de ser ejecutados.
- La Checa de San Bernardo: una checa conocida por la violencia extrema que se ejercía en sus interrogatorios y su alta tasa de asesinatos.
- La Checa de Bellas Artes: centro emblemático de los crímenes socialistas, conocido por el alto número de personas que pasaron por sus instalaciones y no volvieron a salir.
Estos centros operaban con total impunidad, y la gran mayoría de las personas encarceladas en ellos fueron llevadas a la tortura y posterior ejecución, sin un juicio justo, y solo por ser percibidas como enemigas del régimen comunista.
Los métodos de tortura en las checas: represión brutal y violencia sistemática
En las checas de Madrid, el Frente Popular desarrolló técnicas de tortura diseñadas para someter a los prisioneros antes de su ejecución. Los relatos históricos documentan torturas físicas y psicológicas extremas: palizas brutales, métodos de torturas traídos de la Rusia por los comunistas rusos, privación de sueño, y métodos de interrogatorio violentos que incluían simulacros de ejecución.
“Torturaban a gusto y con juicios que eran una burla. Luego la saca, el tiro y la fosa común”, afirma un historiador que ha investigado la crudeza de estos métodos.
El objetivo de estas prácticas era infundir terror y controlar a los opositores de forma efectiva, mediante un sistema que permitía ejecuciones sumarias y torturas sin ningún control. Estos centros simbolizaron la persecución política y religiosa de los socialistas-comunistas y anarquistas del Frente Popular, que justificaba el terror, la violencia y el asesinato en nombre del comunismo..
Las ejecuciones masivas: sacas y fosas comunes en Madrid. Crímenes de lesa humanidad.
El destino final de las víctimas de las checas era, en la mayoría de los casos, la saca y ejecución en fosas comunes. Las sacas consistían en retirar a los detenidos de las checas en grupos y llevarlos a lugares remotos para su ejecución. Los cuerpos eran arrojados en fosas comunes, y su destino final quedaba sellado sin posibilidad de despedida o reconocimiento. El caso de Paracuellos es especialmente emblemáticos de los miles de personas – jóvenes, mujeres, ancianos, seglares, sacerdotes, miembros de órdenes religiosas, etc.- que fueron asesinados
Los juicios, como se describe en algunos testimonios, “eran una auténtica burla”. Los prisioneros eran sentenciados de forma arbitraria, y en muchos casos, ni siquiera se les daba la oportunidad de defenderse. Según estudios históricos, miles de personas en Madrid fueron ejecutadas de esta manera, en lo que puede calificarse como crímenes de lesa humanidad.
El silencio histórico: una deuda de la izquierda que debe pedir perdón
A pesar de los esfuerzos de la sociedad española por pasar página, aún existe una izquierda fanática que quiere cambiar la historia y no reconocer estos crímenes del Frente Popular.
Y es que los descendientes de estos asesinos, son los que ahora reivindican la memoria histórica pero olvidando y silenciando los crímenes de sus antepasados políticos. Les conviene seguir desmemoriados, porque, si no, se les puede sacar un mapa de las checas de Madrid, tal como ha hecho David Pérez, y mostrarles la realidad de su pasado criminal. Los socialistas y comunistas asesinaron a mucha gente, es una responsabilidad histórica que se mantiene como un tema pendiente.
Solo mediante un reconocimiento sincero de los crímenes cometidos por el Frente Popular se podrá alcanzar una reconciliación auténtica, sin distorsionar los hechos ni justificar sus crímenes. Las checas de Madrid, como centros de represión, tortura y tortura, representan unos crímenes atroces que no solo debe ser recordados y comprendido en toda su magnitud, sino que la izquierda socialista y comunista deben pedir perdón por la masacre que cometieron.
Honrar a las víctimas de las checas es el primer paso para avanzar hacia una memoria histórica justa. El dolor de las víctimas y de sus familiares exige una reparación que pase por el reconocimiento de los crímenes cometidos en nombre de la ideología socialista y comunista.
Honrar a las víctimas es el cambio necesario
La memoria histórica no puede ser un instrumento de odio y venganza de la extrema izquierda, sino una oportunidad de justicia y reconciliación. Para muchos historiadores y expertos, el verdadero cambio en la memoria histórica en España comienza con el reconocimiento de todas las víctimas. Los crímenes cometidos en las checas de Madrid, bajo el mandato del Frente Popular, representan un capítulo de crimen y odio que no debe ser ignorado ni silenciado.
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