El fanatismo islámico yihadista vuelve a mostrar su rostro más intolerante y violento. A través de su publicación oficial, el Estado Islámico (ISIS o Daesh) ha reiterado su rechazo absoluto hacia cualquier gesto de acercamiento entre musulmanes y cristianos, prohibiendo incluso que se feliciten mutuamente durante las fiestas navideñas y el Año Nuevo. Esta postura, cargada de odio y cristofobia, no solo busca dividir, sino también justificar actos de violencia contra los creyentes cristianos y sus símbolos religiosos.
Felicitar la Navidad: Un acto prohibido por el ISIS
En el reciente editorial de su semanario oficial, Al Naba, y que recoge La Razón, el Estado Islámico ha calificado la felicitación de festividades cristianas como haram (inadmisible según la ley islámica). Los yihadistas islámicos aseguran:
«Felicitar a los cristianos por sus festividades religiosas de incredulidad está prohibido por la ley islámica».
El editorial va más allá y plantea que ni siquiera los cristianos que cumplen con la yizia (impuesto para no musulmanes bajo un gobierno islámico) merecen ser reconocidos en sus celebraciones religiosas. Según sus palabras:
«¿Los cristianos de hoy en día han cumplido las condiciones de pagar la yizia y de adherirse a las normas del Islam […] para merecer este contrato, o las han violado completamente? Incluso si hubieran cumplido todas las condiciones, todavía no estaría permitido felicitarlos por sus festividades, ya que se trata de rituales de su falsa religión».
Un mensaje de odio disfrazado de coherencia religiosa
La narrativa yihadista también sostiene que los principios fundamentales del Islam, como el amor y el odio por la causa de Alá, son incompatibles con cualquier forma de reconocimiento hacia otras religiones. Según su interpretación:
«El problema no radica sólo en la celebración del Año Nuevo, sino en la esencia misma de la fe. La base del Islam es el amor y el odio por la causa de Alá: amar la fe y detestar la incredulidad».
Estas declaraciones no solo muestran un desprecio absoluto hacia la fe cristiana, sino que también justifican actos de violencia extrema, como el degollamiento de creyentes, la destrucción de iglesias y la persecución sistemática de comunidades cristianas.
Cristofobia y persecución: Un ataque a los valores universales
Bajo esta visión radical, los cristianos se convierten en enemigos simplemente por practicar su fe. El editorial concluye con una amenaza que refleja la violencia inherente a su mensaje:
«Aquellos que no presten atención a las advertencias y señales, finalmente serán guiados por la espada de Jesús, el siervo y mensajero de Alá».
El Estado Islámico utiliza esta narrativa para perpetuar una persecución sistemática que ha llevado al asesinato de miles de cristianos, la destrucción de comunidades enteras y la quema de iglesias en diversas partes del mundo.
Islamismo yihadista: Sinónimo de cristofobia
Decir islamismo yihadista es decir cristofobia. La persecución a los cristianos, incluso hasta la muerte, se presenta como un mandato ideológico para estos grupos extremistas. Su odio hacia los valores cristianos, plasmado en prohibiciones como felicitar la Navidad, revela su objetivo final: erradicar cualquier rastro de pluralismo religioso y libertad de culto.
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