La presión internacional a Sánchez se convierte en cerco institucional
La presión internacional a Sánchez se intensifica. El Parlamento Europeo debatirá sobre la corrupción en España y sobre el procesamiento del fiscal general Álvaro García Ortiz, en lo que ya se considera una crisis institucional sin precedentes. Al mismo tiempo, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha protagonizado su primer gran choque con Sánchez, evidenciando una fractura política de alcance internacional.
La próxima semana, la Eurocámara analizará el estado del Estado de Derecho en España. El punto en el orden del día no es menor: «Salvaguardar el Estado de Derecho en España: Garantizar una Fiscalía independiente y autónoma para combatir el crimen y la corrupción«. Este enfoque cuestiona de forma directa la actuación del Gobierno, que ha utilizado de forma descaradamente partidista instituciones clave del Estado.
Bruselas mira hacia España: corrupción, uso político de instituciones y escándalos judiciales
El debate europeo coincide con la decisión del Tribunal Supremo de procesar al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, por revelación de secretos con fines partidistas. Este hecho marca un antes y un después. Se trata de un fiscal general nombrado por el propio Gobierno, ahora investigado por vulnerar principios básicos de neutralidad e imparcialidad.
Los escándalos relacionados con la Fiscalía han provocado un deterioro en la imagen institucional de España. En esta situación, la presión internacional a Sánchez ha escalado. Diarios internacionales como The Times, Financial Times y Euronews han informado sobre los escándalos que salpican al Ejecutivo. Incluso se ha ridiculizado al presidente con apelativos como «el galgo de Paiporta», reflejando el descrédito creciente en la opinión pública extranjera.
La ofensiva del Ejecutivo contra jueces y fiscales ha provocado un hecho inédito: un paro judicial histórico que podría derivar en huelga. El uso partidista de la Fiscalía, la Abogacía del Estado y los ataques sistemáticos a magistrados independientes han hecho sonar todas las alarmas. A ello se suma un intento burdo de modificar la legislación para controlar aún más el poder judicial. Europa no puede ni debe mirar hacia otro lado.
El Gobierno rompe con Bruselas: Von der Leyen marca distancias
Pero la presión internacional a Sánchez no se detiene ahí. Uno de los choques más graves en los últimos meses ha sido con presidenta de la Comisión Europea, la globalista Ursula von der Leyen, y compañera de Pedro Sánchez en sus tropelías. Todo comenzó tras la publicación del informe jurídico sobre la Ley de Amnistía que Bruselas remitió al Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE). Dicho informe tildaba la norma de “autoamnistía”, al considerar que responde a pactos políticos para investir a Pedro Sánchez.
La respuesta del Gobierno fue virulenta. El ministro de Presidencia y Justicia, Félix Bolaños, atacó en redes sociales al autor del informe, el jurista Daniel Calleja, sin citarlo directamente. Calleja es un funcionario de máxima confianza de Von der Leyen y ha sido recientemente nombrado director de la oficina de la Comisión Europea en España. Lejos de dialogar o mostrar prudencia, el Ejecutivo optó por la descalificación personal.
El entorno de Von der Leyen calificó el ataque de “ridículo” y de “pésimo juicio estratégico”, considerando que Calleja cuenta con más de 35 años de experiencia en la UE y profundo conocimiento jurídico.
España, señalada en Europa: Fiscalía politizada, justicia bajo ataque
Con este episodio, la presión internacional a Sánchez adquiere una nueva dimensión. El mensaje es claro: la Comisión Europea ya no respalda la deriva autoritaria del Gobierno. La independencia judicial es un principio básico en la UE y España ha cruzado una línea roja.
A todo esto se suma la manipulación del aparato estatal. La Fiscalía actúa como brazo político del Gobierno. Se persiguen jueces incómodos, se filtran informaciones con fines partidistas y se presiona mediáticamente a los magistrados. La situación ha llegado a tal extremo que incluso el Consejo General del Poder Judicial ha denunciado públicamente la campaña de hostigamiento institucional.
El Parlamento Europeo no debatiría sobre España si no existiera una grave preocupación. El pleno que se celebrará bajo el título «Salvaguardar el Estado de Derecho en España» es una muestra de que el deterioro democrático ya no es una percepción nacional, sino un hecho palpable y preocupante en las instituciones europeas. La presión internacional a Sánchez se convierte, por tanto, en un cerco político cada vez más evidente.
Sánchez, cada vez más solo: la comunidad internacional le da la espalda
Los síntomas de aislamiento político internacional son cada vez más claros. España, que hasta hace poco se consideraba uno de los pilares del consenso europeo, está ahora bajo escrutinio. La deriva del Ejecutivo, su desprecio por la separación de poderes y su obsesión por controlar todos los resortes del Estado han acabado por hacer sonar todas las alarmas.
Que hasta la máxima representante del globalismo de Europa, Von der Leyen, le esté dando la espalda a Sánchez refuerza la idea de que el Gobierno de Pedro Sánchez es ya un cadáver político sostenido por pactos vergonzantes.