Cortinas de humo | José Ignacio Echegaray

Maestros de la manipulación y la mentira; es uno de los rasgos que atesoran los socialistas para engañar y retorcer la realidad. No es de extrañar porque toda la ideología marxista está basada en mentiras y falsedades.

Están nerviosos, muy nerviosos, y con miedo, mucho miedo. Por eso han puesto en marcha la máquina de mentir y de buscar los más mínimos resquicios de conductas que pudieran considerarse inadecuadas en los adversarios políticos, y si no los encuentran se los inventan. Todavía no han pedido perdón por las calumnias vertidas contra la mujer de Feijoo.

Tienen suerte porque, en pleno fragor de la batalla, ha venido su amigo Rubiales a echarles una manita para que, en lugar de la corrupción del PSOE, hablemos de la corrupción de la Federación Española de Fútbol. Han hablado de la amistad de Sánchez con Rubiales; no, si a lo mejor también les coge este asuntillo. Desde luego hay un hecho que, como mínimo, nos tiene que hacer pensar: ¿Qué es lo que tiene Santo Domingo? ¿Qué hacen todos allí continuamente? Por cierto, seguimos sin saber por qué el Falcon del presidente ha volado 39 veces a esa isla.

Como el patio está muy revuelto, Sánchez ha corrido tupido velo sobre la situación y ha desaparecido montándose un viajecito para ver si el tema se calma. Para rematar, nada más bajar del avión ha ido derechito al Valle de los Caídos para ver cómo van los trabajos de ultraje de las tumbas.

Son todo cortinas de humo para que no hablemos de lo que hay que hablar: La corrupción del PSOE que, presuntamente, alcanza a la presidente del Congreso, a tres ministros y la mujer de Sánchez y, por ende, al mismo presidente del gobierno.

Con otros temas, aun siendo muy graves, como por ejemplo la amnistía, salen todos en tromba a echar balones fuera; que si es constitucional, que si es para la concordia y la convivencia, etc., y, mal que bien, van atravesando la tormenta. Pero con el tema de la corrupción no vale echar balones fuera, son hechos que tendrán que ser analizados por los jueces y decidir que hay que hacer. El periodismo de investigación está aportando pruebas y documentos que dejan poco margen a la duda. Eso es lo que les ha puesto en el disparadero.

Como ya no saben ni qué decir ni cómo actuar ante esta situación, a Patxi López no se le ha ocurrido otra cosa que decir a los periodistas que acusan sin pruebas. Son, precisamente, los periodistas los que están aportando pruebas de este entramado de corrupción. Más que miedo tienen pánico.

La oposición no puede dar tregua y tiene que atacar la corrupción con toda la dureza posible, poniendo en marcha todas las acciones necesarias para desbancar a quien ganó una moción de censura apoyándose en la corrupción del partido político que estaba en el gobierno.

A la comisión constituida en el Senado para investigar la corrupción del PSOE no le tiene que temblar el pulso para disponer de todos los medios de análisis para que prevalezca la verdad. El PP no puede ser ni tibio ni timorato a la hora de citar a cualquier persona que pueda arrojar luz sobre este gravísimo asunto. La comisión ¿es para investigar o es para montar un paripé? Mal empezamos si no citan a declarar a la mujer de Sánchez y al mismo Sánchez. Ya que a los políticos lo que más les importan son los votos, que reflexionen cuantos votos pueden perder por no atacar este tema de frente.

No caigamos en la trampa de las cortinas de humo, pero tampoco hablemos sólo de Begoña, no nos olvidemos de toda la trama de las mascarillas. Todo es muy grave porque en todos estos temas se ha jugado con dinero público, es decir, con nuestro dinero.

He oído reiteradamente en los medios que en el caso de Begoña Gómez hay presuntas responsabilidades éticas y políticas, pero no penales. El art. 428 del Código Penal hace referencia al delito de tráfico de influencias. Que lo valoren los jueces.

La oposición, PP y VOX, tiene que ir de la mano en este asunto y diseñar una estrategia conjunta y única. Si no son capaces, que reflexionen si deben seguir dedicándose a la política.

José Ignacio Echegaray | Colaborador de Enraizados