Cogobernanza | Jacinto Seara

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Es una palabra que no está recogida en el Dicicionario de la Real Academia Española de la Lengua, pero es algo cotidiano que se aplica según convenga. Últimamente lo vemos en la relaciones entre el Gobierno español y sus comunidades autónomas. Su utilización se inició en 1990, e indicaba el arte del buen gobernar, de esa manera se fue introduciendo lo que deseaban las élites mundiales desde el Foro de Roma de 1974. 

Simultáneamente, y pienso que queriendo, surgieron lo que aparecía en el informe Kissinger del mismo año, y adoptado por el Foro de Roma citado: las llamadas “instituciones voluntarias independientes” para llevar a cabo el plan de estrategia global que se impulsa ambos informes, y nace el “globalismo” y también las conocidas Organizaciones No Gubernamentales (ONG). 

Antes que nada, aclarar que no todas las que ahora llamamos ONG se crearon con ese fin. Cruz Roja, Cáritas, Asociación Contra el Cáncer, Alcohólicos Anónimos, Síndrome de Down… y otras muchas creadas después para atender a enfermos de alzhéimer, daño cerebral adquirido (DCA), mujeres maltratadas y un largo etcétera no nacieron con espíritu de ONG tal como pretende la élite mundial. Al contrario, al cobijo de éstas surgieron las que obedecían a los intereses de las mismas. Hay muchas que con una ideología, o bajo la defensa del futuro de la humanidad, creen que: “El rápido crecimiento poblacional afecta negativamente todos los aspectos del progreso social y económico de los países en desarrollo… esto lleva a preguntar cuánto más fácil serían los desembolsos para combatir la natalidad, que los destinados a incrementar la producción por medio de inversiones directas en irrigación, o proyectos para generar energía, construir fábricas…” Mentira, sobra comida se produce un 5% más de lo necesario; sucede que la desigualdad se produce por falta real de ayuda. El control neomalthusiano va hacia adelante, no olvidemos que el exceso de trabajadores, de pobres y con poca cultura, son considerados por esa ideología como freno a una mejor calidad de vida. 

Los avances tecnológicos, biológicos, médicos… han acelerado el proceso recubriéndolo de diferentes formas, aplicando lo dicho por Lenin en la educación, y sin menoscabo de mentir para conseguir el objetivo.

Jacinto Seara | Escritor

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