Importante avance!: Clínicas ponen fin a tratamientos de género para niños a raíz de las políticas de Trump

Clínicas ponen fin a tratamientos de género para niños

Más de 20 clínicas han cambiado de rumbo en respuesta a un cambio político. Los tratamientos relacionados con el género para menores se enfrentan a crecientes retos legales

Desde California hasta Virginia, las clínicas de género para jóvenes están suspendiendo o deteniendo sus tratamientos medicalizados, y la más grande del país ha cerrado, a raíz de las políticas de la administración Trump. Parecía imposible… ¡Pues es verdad!

Este tipo de clínicas no existían en Estados Unidos hasta que se inauguró una en Boston en 2007. Desde entonces, surgieron docenas más. Pero al menos 20 centros médicos dejarán de prestar algunos de estos servicios, según un comunicado de la Casa Blanca del mes pasado.

Presión contra las clínicas de cambio de sexo

Los centros que ofrecen tratamientos químicos y quirúrgicos a niños para cambio de género se enfrentan ahora a una presión cada vez mayor debido a las nuevas leyes estatales, los cambios en la política federal, las investigaciones sobre sus prácticas y los litigios. Al menos dos disputas sobre tratamientos relacionados con el género llegaron este año a la Corte Suprema de Estados Unidos.

El número de jóvenes que se identifican como transgénero se ha disparado, junto con la preocupación por los riesgos para la salud a largo plazo de las hormonas y las cirugías relacionadas con el género.

Reacción en contra en Europa

Varios países europeos que antes defendían estas intervenciones se retractaron después de que las revisiones e informes de expertos y científicos revelaran malos resultados. Los procedimientos se utilizaban para tratar a personas diagnosticadas con disforia de género, una condición psiquiátrica en la que las personas creen que existe un desajuste entre su sexo biológico y la identidad que perciben de sí mismas.

En Estados Unidos, aproximadamente la mitad de los estados prohibieron estos tratamientos para menores en los últimos años. A continuación se produjeron impugnaciones judiciales.

Tribunal Supremo prohíbe los bloqueadores de la pubertad

Al menos una de esas impugnaciones llegó a la Corte Suprema, que confirmó una ley de Tennessee que prohíbe los bloqueadores de la pubertad y los tratamientos hormonales relacionados con la transexualidad para menores. Esa histórica decisión del 18 de junio, Estados Unidos contra Skrmetti, reforzó leyes similares, que se promulgaron principalmente en estados controlados por los republicanos.

El factor Trump

Bajo las políticas del presidente Donald Trump, los detractores de los tratamientos relacionados con el género tienen más libertad para expresarse, según McFarland, lo que brinda la oportunidad de mostrar a la gente “en qué consiste realmente la guerra”.

Días después de que Trump asumiera su segundo mandato en enero, firmó una orden ejecutiva titulada “Proteger a los niños de la mutilación química y quirúrgica”.

El presidente denunció “la afirmación radical y falsa de que los adultos pueden cambiar el sexo de un niño mediante una serie de intervenciones médicas irreversibles”.

“Esta peligrosa tendencia será una mancha en la historia de nuestra nación y debe terminar”, escribió.

Trump afirmó que el Gobierno de Estados Unidos no financiará ni ayudará “la llamada ‘transición’ de un niño de un sexo a otro, y aplicará rigurosamente todas las leyes que prohíben o limitan estos procedimientos destructivos y que alteran la vida”.

Esa orden, que se aplica a los menores de 19 años, junto con otras medidas federales y restricciones estatales, provocó una protesta de la comunidad transgénero.

Estos procedimientos pueden causar daños a largo plazo para la salud mental y física, además de esterilidad, según la organización. “No hay estudios buenos a largo plazo que demuestren ningún beneficio”, afirmó la organización. “Tampoco puede considerarse legítimo el consentimiento informado de los pacientes pediátricos, dada la inmadurez de su cerebro”.

Según un informe de la Casa Blanca de Trump, durante los tres primeros años del mandato del presidente Joe Biden se recetaron bloqueadores de la pubertad y hormonas del sexo opuesto a más de 7000 niños. Además, más de 4000 jóvenes se sometieron a “intervenciones quirúrgicas de modificación de los rasgos sexuales, como mastectomías”. La administración Biden apoyó firmemente el enfoque de “afirmación de género”.

“Afirmar la identidad de un niño transgénero es una de las mejores cosas que pueden hacer los padres, los profesores o los médicos para ayudar a proteger a los niños, y los padres que aman y afirman a sus hijos deben ser aplaudidos y apoyados, no amenazados, investigados o estigmatizados”, declaró la Casa Blanca de Biden en un comunicado de 2022.

Cambio en la marea política

A raíz de la orden ejecutiva de Trump y las medidas relacionadas, varios proveedores de servicios sanitarios anunciaron que iban a frenar algunas intervenciones relacionadas con los transgénero para pacientes jóvenes.

Denver Health en Colorado, VCU Health y Children’s Hospital of Richmond en Virginia, y Children’s National Hospital en Washington fueron algunos de los primeros centros en anunciar que iban a suspender o restringir los tratamientos relacionados con los transgénero para menores. Sus decisiones se hicieron públicas poco después de la orden de Trump.

Las clínicas de California, consideradas un refugio para los tratamientos relacionados con la transexualidad, también han anunciado cambios.

El Children’s Hospital de Los Ángeles calificó su clínica pediátrica para personas transgénero, The Centers for Transyouth Health and Development, como “la mayor clínica para jóvenes transgénero de Estados Unidos”. La clínica cerró el 22 de julio.

Stanford Medicine, en Sunnyvale (California), dijo que su clínica de género sigue prestando otros servicios, pero que, desde el 2 de junio, suspendió “las intervenciones quirúrgicas relacionadas con el género” para pacientes menores de 19 años.

A partir del 29 de agosto, Kaiser Permanente, un sistema sanitario con sede en Oakland (California), anunció que suspenderá las cirugías para pacientes menores de 19 años, pero que continuará “todos los demás tratamientos de atención sanitaria para la afirmación del género”.

Los cambios afectan a todos los centros de este gigante de la salud en varios estados, según un comunicado enviado por correo electrónico a The Epoch Times el 29 de julio.

Muchos otros proveedores de atención médica han realizado cambios similares, señaló Kaiser Permanente, citando varios factores: órdenes ejecutivas, restricciones de financiación federal y consultas de agencias federales.

Debido a la evolución de las políticas y normativas, “debemos considerar cuidadosamente los riesgos significativos que se están creando para los sistemas de salud, los médicos y los pacientes” que buscan tratamientos relacionados con el género, afirmó Kaiser Permanente.

“Seguimos reuniéndonos con los reguladores, así como con nuestros médicos, pacientes, sus familias y la comunidad”, afirmó la empresa sanitaria, “con el objetivo de identificar un camino responsable a seguir”.

Investigaciones federales

Al menos tres agencias federales están investigando a los proveedores, según afirmó Kaiser Permanente en su comunicado.

Los Centros de Servicios de Medicare y Medicaid afirman que están llevando a cabo “una revisión urgente” de determinados hospitales que realizan “procedimientos de modificación de los rasgos sexuales en niños”. En un comunicado de prensa en el que anunciaba la iniciativa, la agencia citaba “preocupaciones urgentes tanto por el cumplimiento de las normas de calidad como por los beneficios relacionados con estos procedimientos perjudiciales”.

Cada cirugía “relacionada con la disforia de género oscila entre 53,645 y 133,911 dólares”, afirmó la agencia, señalando que un pediatra típico gana menos de 250,000 dólares al año.

A principios de julio, el Departamento de Justicia declaró que “envió más de 20 citaciones a médicos y clínicas involucrados en la realización de procedimientos médicos transgénero en niños”. La agencia afirma que las citaciones formaban parte de investigaciones sobre “fraude sanitario, declaraciones falsas y otros delitos”.

También en julio, la Comisión Federal de Comercio lanzó una investigación pública para evaluar si los consumidores, especialmente los menores, han sido perjudicados por las intervenciones relacionadas con la transexualidad.

La comisión también quiere determinar si los profesionales han infringido las leyes federales al no revelar los riesgos o al realizar afirmaciones falsas o sin fundamento sobre los beneficios o la eficacia de los tratamientos.

La agencia afirmó que sus preocupaciones se intensificaron tras escuchar a especialistas en ética médica, denunciantes, personas que se arrepienten de su “transición” y padres de personas que han revertido su transición. Sus testimonios revelaron que “los profesionales podrían estar engañando activamente a los consumidores”, según la Comisión Federal de Comercio.

¿Qué va a pasar ahora?

El 25 de julio, la Casa Blanca publicó una declaración en la que enumeraba más de 20 proveedores de atención médica que estaban restringiendo o eliminando los procedimientos relacionados con el género para menores.

Esto demuestra que Trump “cumplió” su promesa electoral de “poner fin a la mutilación química y quirúrgica irreversible de nuestros hijos”, afirmó la Casa Blanca.

La Academia Americana de Pediatría contabilizó 65 clínicas de género para jóvenes en Estados Unidos en un estudio de 2022. Sin embargo, la Sociedad para la Medicina Basada en la Evidencia afirmó que el número podría ser mucho mayor, superando los 300, si se cuentan las consultas de menor tamaño. Se desconoce cuántas siguen ofreciendo los tratamientos.

Un portavoz del Departamento de Justicia declaró: “Como ha dejado claro la fiscal general [Pam] Bondi, este Departamento de Justicia utilizará todos los instrumentos legales y policiales a su alcance para proteger a los niños inocentes de ser mutilados bajo el pretexto de la ‘atención médica’”.

El portavoz de la Casa Blanca, Taylor Rogers, declaró por correo electrónico: “Desde el primer día, el presidente Trump tomó medidas decisivas para detener la despreciable mutilación y castración química de niños, lo cual cuenta con el apoyo rotundo de los estadounidenses”.

Con información de Janice Hisle /The Epoch Time

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