China fagocita a Rusia y lo convierte en vasallo en su búsqueda por la dominación mundial

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La reciente visita del líder chino Xi Jinping a su “amigo para siempre” en Moscú, Vladimir Putin, marca una nueva fase en los esfuerzos de Xi por crear un nuevo orden mundial.

El motivo aparente de la visita era promover el plan de paz de China para la guerra en Ucrania, pero el resultado de la visita revela la verdadera intención.

Apenas unos días después del anuncio de la Corte Penal Internacional (CPI) de que se había emitido una orden de arresto contra Putin acusado de haber deportado a niños ucranianos a Rusia, la visita de Xi fue un socorro para el asediado líder ruso.

De hecho, el régimen chino volvió a rechazar el estado de derecho internacional, y el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Wang Wenbin, afirmó que la CPI debería adoptar una posición “objetiva”, interpretar y aplicar el derecho internacional de “buena fe” y no utilizar “dobles raseros”. ”

La visita a Rusia apoyó los tres objetivos de Xi: unirse contra un enemigo común, Estados Unidos; avanzar en su ambición declarada de reemplazar la democracia como la norma global; y establecer la hegemonía china, especialmente en el Indo-Pacífico.

Si Putin fracasara, las propias aspiraciones de Xi se verían afectadas.

Convirtiendo a Rusia en un estado vasallo

La venta de gas a China ayuda a apuntalar la economía rusa y es fundamental para la prosperidad de China. Los equipos que tienen un uso dual civil/militar, como drones y rifles, se suministran a Rusia y se utilizan en la guerra. Se cree que Rusia depende también de los satélites chinos y otros equipos en el conflicto.

Xi también aprovechó la visita para patrocinar un foro internacional alternativo, el Diálogo de Alto Nivel del PCCh con la Reunión de Alto Nivel de los Partidos Políticos Mundiales de la Iniciativa de Nueva Civilización Global [GCI]. Esto es para contrarrestar la Cumbre por la Democracia de los Estados Unidos y promover su agenda totalitaria global declarada. Xi le dijo a Putin que “se avecina un cambio” y que lo estaban impulsando juntos.

Pero Rusia depende cada vez más económicamente de China, una posición que Xi aprovechará para reducir los precios.

(Con información de Kevin Andrews/Epoch Times)

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