Los gráficos que revelan la mentira de Sánchez: los precios se dispararon antes de la invasión de Putin
Según lo últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en el último año el precio de la harina y otros cereales se ha disparado un 11,7%, encareciendo por consecuencia otros productos derivados como el pan, que se ha encarecido un 6,4% o la pasta que ha aumentado casi un 20%. Productos como el trigo o los maíz serán todavía más caros en los próximos meses tras la invasión de Ucrania, ya que el 30% de las importaciones de estos cereales proceden del territorio en guerra. Por su parte, la carne también ha experimentado un espectacular incremento: la carne de vacuno ha subido un 6,4%, la de oveja un 9,5% y el pollo se ha incrementado un 6,2%.
Pero sin duda, el gran protagonista de las subidas de precios de los alimentos durante el último año ha sido el aceite. El aceite de girasol, que ya comienza a escasear en las estanterías de los supermercados como consecuencia del conflicto, se ha disparado un 32,2% desde febrero del año pasado. Un subida de precios que también ha experimentado el aceite de oliva, que se ha encarecido más de un 30%. Una espiral alcista que acaba de empezar.
La guerra de Rusia y Ucrania lo puede encarecer aún más
La ONU alertaba este viernes de que los precios internacionales de alimentos y piensos podrían subir hasta un 20% como resultado del conflicto en Ucrania. Asimismo, la Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO) alertaba de que no estaba claro si Ucrania podría cosechar cultivos si la guerra se prolongaba, mientras que la incertidumbre también rodeaba las perspectivas de las exportaciones rusas el próximo año.
Y las alternativas no dan para ser optimistas. Entre los principales mercados exportadores que podrían ocupar la producción de Ucrania se encuentran Estados Unidos y Argentina, que han elevado sus precios del maíz y del trigo hasta un 25%. Además, importar desde alguno de estos países tiene un riesgo añadido: las trabas burocráticas. Y es que, Estados Unidos o Brasil utilizan métodos no homologados por la Comisión Europea para la fabricación de estos productos transgénicos, incumpliendo así la normativa comunitaria. Para no incurrir en sanciones por parte de Bruselas y que puedan ser mercados exportadores alternativos a Ucrania, habría que flexibilizar las directrices europeas, algo que puede ocurrir ante una situación de emergencia como la que acontece, pero que desde luego requiere de tiempo.
(con información de OK Diario)