Ahora que el Ayuntamiento de la ciudad navarra se ha quedado en manos de los etarras de Bildu, el sindicato comunista Comisiones Obreras y más de 50 colectivos homosexuales han firmado un manifiesto para «resignificar, complementar, quitar o trasladar» el Monumento de la Familia. ¿La excusa? «Traslada la preeminencia y superioridad del hombre, que duplica en tamaño a la mujer, está por encima de ella y la rodea con los brazos».

El origen de la estatua

El profesor universitario y escritor Jesús Tanco, que presidió la comisión organizadora del Congreso General de la Familia de mayo de 2002, ha señaldp que «decidimos regalar al Ayuntamiento un monumento que representara a la familia, y en concreto una familia numerosa con tres hijos y otro en camino. El conjunto es obra de la escultora Henriette Bouttens, que cuenta con una gran trayectoria profesional como docente y creadora, y que además tiene un fuerte arraigo en la ciudad».

Lo que simboliza la estatua

Boutens «expresó el simbolismo que encierra la obra: ‘En el hueco del hombre se percibe la Mujer; en los huecos de la Mujer y el hombre se perciben los niños. La Mujer-Madre ocupa el núcleo central de la composición (suele ser el motor de cada hogar) un brazo de la madre se extiende al hombre, su apoyo constante. Los niños, uno con la cabeza inclinada hacia el vientre materno, otro agarrando a la madre, expresan la necesidad vital de protección materna y paterna’».

Y es que por encima de estupideces y sectarismo de los comunistas sindicalistas de CCOO o de los colectivos homosexuales, es un monumento a la familia basado en el matrimonio entre un hombre y una mujer abierto a la transmisión de la vida. Y por eso lo quieren destruir. Es el odio y la animadversión a la familia y su sectarismo ideológico e intolerante es lo que les impulsa.

(Con información de El Debate/Hispanidad)