Estamos ante la posibilidad real de un cambio social que vislumbra una nueva de época hacia el egocentrismo, así lo deja ver las reformas aprobadas en 6 de abril en el congreso de Jalisco por las que se prohíben las terapias de conversión (ecosig), se autorizan los matrimonios igualitario así como la identidad de género.
Se trata de tres reformas legales aprobadas en los obscurito, es decir con voto secreto, sin consulta pública ciudadana y de madrugada, en la que la mayoría de los diputados fallaron en contra de la sociedad que les eligió, incluso en contra de los principios de sus propios partidos.
- La primera de ella, con 32 votos a favor quedan no sólo prohibidas de las terapias de conversión homosexual y sanciona a quienes las promuevan con multas de casi con mil pesos, si no que además con ello pisotea por lo menos cuatro derecho fundamentales recocidos:
El ejercicio de la profesión o ministerio, (psiquiatras, psicólogos, terapeutas, sacerdotes, etc.), la patria potestad de los padres (de orientar y acompañar a sus hijos con homosexualidad), la libertad de autodeterminación (a elegir dejar de tener homosexualidad) y negarle el derecho a la salud (psico-emocional y espiritual al buscar apoyo profesional).
Lo que sin duda resulta injusto al dejar en segundo plano derechos humanos que legalmente tienen el mismo rango, además de ser discriminatorio el garantizar derechos a unos y negárselos a otros.
2. Con 26 votos a favor, 8 en contra y 3 abstenciones se aprueba el matrimonio homosexual en Jalisco. Con lo que no solo armonizan la legislación con la local (ya que desde el 2016 por resolución de la SCJN se celebran en el estado, lo que fue violatorio a la soberanía local), sino que se abre la puerta a derechos sucesivos con la adopción homoparental.
De aquí que el problema radique en equiparar el matrimonio natural con el homosexual (y no en reconocer sus derechos de vínculo y los derivados de ellos que le son justos), cuando ambas son de origen y composición diferente.
Mientras que el matrimonio natural es entre un hombre y una mujer para la ayuda mutua y la procreación, las uniones homosexuales puede realizarse entre personas de género y sexo igualitario o diferente, por consiguiente la procreación no es una finalidad, sino una mera opción.
Para saldar estas diferencias de fondo y forma es que en el año 2000 modificaron el art. 146 del código civil federal, poniendo así un piso legal donde todos los supuestos cupieran al definir al matrimonio como la unión de dos personas que forman una comunidad.
3. La tercera reforma y como parte de la agenda ideológica se aprobó con 26 votos a favor, 1 abstención y 10 en contra que las personas trans adultas puedan ajustar su documentación a su identidad sexual o preferencia. Lo que abrirá la imposición y sanción a terceros para que los sean tratados como lo que consideran son.
En poco más de cinco horas que duró la sesión n. 39 de la LXI legislatura, no solo se aprobaron nuevas leyes, sino que con ello se pretende transitar a nueva forma de vivir en sociedad, es decir a un cambio de época de la humanidad caracterizada, como lo señala Jorge Escala de una cultura egocéntrica e individualista, donde lo que impera es el sentimentalismo ante la razón y la verdad, el deseo personal al beneficio comunitario.
Oponerse a las reformas no se trata, como lo señalaron algunos legisladores en el pleno de meterse en la vida de terceros, sino de generar de una sociedad justa para todos, donde se respete la persona humana y su dignidad trascendente, atendiendo que el ser humano no es un ente aislado, sino que sus actos, acciones u omisiones afectan o benefician a la comunidad.
Humanizar las leyes es darle valor a la persona en plenitud y buscar su perfección en aras de su naturaleza tridimensional (material, psicológica y espiritual), en consecuencia generar una sociedad equilibrada, pero nunca simplificarla o reducirla a caprichos o deseos de la ideología en turno.
Norma Barba | Abogada. Experta en política familiar
