Joe Biden ha nombrado a Sarah Cleveland como jefa de asesoría jurídica del Departamento de Estado (organismo responsable de las relaciones internacionales y de la política exterior de Estados Unidos).
Cleveland es conocida por haber luchado para que la ONU reconozca el aborto como un derecho humano mientras servía en el Comité de Derechos Humanos de la ONU.
Observación General 36
En 2018, Cleveland se unió a otros miembros del Comité de Derechos Humanos para adoptar la Observación General 36, que afirmaba por primera vez que la cláusula del «derecho a la vida» del tratado incluía el derecho al aborto.
La Observación General 36 también afirmaba que los gobiernos deben «eliminar las barreras existentes que niegan el acceso efectivo de las mujeres y las niñas al aborto seguro y legal», incluidas las leyes que protegen a los proveedores médicos que se oponen a realizar abortos por motivos de conciencia.
«La Sra. Cleveland cree que un experto internacional debe tener la última palabra en la determinación de las políticas de Estados Unidos que regulan los abortos, y no los tribunales estadounidenses», dijo un experto de la ONU al Friday Fax.
La clara predisposición de Cleveland a favor de la autoridad de los organismos internacionales de derechos humanos sobre el gobierno y los tribunales estadounidenses queda ejemplificada en una carta de 2019 enviada por Cleveland al secretario de Estado Michael Pompeo en la que se le reprochaba duramente la creación de la Comisión de Derechos Inalienables convocada para promover auténticos derechos humanos como el voto, la religión y la prensa.
Según la Observación General 36, el aborto a petición es uno de esos derechos inconvenientes reconocidos por el Comité de Derechos Humanos de la ONU, pero no por el gobierno de Estados Unidos. Si los mecanismos internacionales de derechos humanos tuvieran autoridad para dictar la política de EE.UU., entonces no sólo estaría obligado a permitir el aborto a petición hasta el nacimiento, sino que estaría obligado a financiar estos abortos porque ha ratificado el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos.
Dado que el Departamento de Estado ejecuta la ayuda exterior en todo el mundo, incluidos los programas de asistencia sanitaria a los que se aplica la Enmienda Helms, los críticos también han expresado su preocupación por el sesgo proabortista de Cleveland, unido a la reciente señal de la Administración Biden de que pretende reinterpretar la Enmienda Helms.
(Con información de C-Fam/InfoCatólica)