¡Basta ya! Es la hora de la sociedad civil | Jose Ignacio Echegaray

No es sólo por seguir sentado en la Moncloa, que también, estoy convencido de que, en los planes de Sánchez está la destrucción de España. Si no, no se explica todo lo que está haciendo. Es un objetivo que siempre ha perseguido el PSOE, desde su fundación. ¿Cuál fue el propósito del PSOE, con Largo Caballero a la cabeza, durante la nefasta Segunda República? Pues la instauración de una república comunista sometida directamente a los dictados de la URSS. Por eso, no nos tiene que extrañar que ese sea el objetivo de Sánchez.

Son tantas las cosas que Sánchez ha hecho en contra de España y los españoles que su enumeración ocuparía todo este artículo y, no es mi pretensión.

Voy a referirme a la última tropelía: Acuerdo con un delincuente prófugo de la justicia española para transferir a la Generalitat de Cataluña las competencias que la Constitución en su artículo 149.1. 2ª declara como competencias exclusivas del Estado y, consecuentemente, intransferibles.

Como en otras muchas ocasiones, tanto el presidente del gobierno como el ministro del interior y la ministra portavoz dijeron con claridad y rotundidad que las competencias en materia de nacionalidad, inmigración, emigración, extranjería y derecho de asilo son competencia exclusiva del Estado y que, por tanto, no pueden ser transferidas. Pero cuando el prófugo le ha apretado las tuercas y, para no perder sus votos, Sánchez ha tragado con todo lo que le ha pedido, pues ahora resulta que esas competencias sí se pueden transferir. Por si alguien tuviera dudas en cuanto a la interpretación de la Constitución en esta materia, el TC en su   sentencia de 2010, en relación con el Estatuto Catalán, dejó meridianamente claro que esas competencias son materia reservada al Estado y NO son susceptibles de ser transferidas.

Aparte de transgredir reiteradamente la Constitución, nos toman por imbéciles y piensan que cambiando “transferir” por “delegar” ya no son competencia exclusiva del Estado. Estos se creen que haciendo juegos malabares con las palabras se puede gestionar España. Así nos va.

Ya no llama la atención que no se les caiga la cara de vergüenza por desdecirse rotundamente de un día para otro. Están tan acostumbrados a hacerlo que lo hacen con toda naturalidad, sin despeinarse. ¡Cuánta indignidad! Presentarse ante las cámaras mintiendo con todo el descaro y, lo que es peor, sabiendo que todos los que les están escuchando son conscientes de que mienten.

He titulado este artículo “BASTA YA” porque esto no puede seguir así. No es posible que esto esté sucediendo y nadie haga nada.

Los que, en teoría, más podrían hacer son los políticos, pero ya vemos como está el panorama, así que, por aquí, no esperamos nada.

Si estuviéramos con un gobierno de la derecha, y hubieran cometido todas las fechorías, barbaridades y golfadas que han cometido estos, ese gobierno no existiría porque la izquierda lo hubiera reventado. Sin embargo, aquí no pasa nada, nadie hace nada y, claro, ahí siguen.

Ya que no podemos contar con los políticos, sólo nos queda la sociedad civil. La dificultad es que no está organizada y así no es posible diseñar una estrategia que movilice a los españoles para poner coto a estos desmanes. Pero por algún sitio tenemos que empezar. Existen multitud de fundaciones, asociaciones, organizaciones e instituciones civiles cuyos principios y valores son comunes a todas ellas. El problema es la atomización que existe en este “sector”.

Lo que propongo es que aquellas asociaciones que tengan un mayor poder de convocatoria diseñen un plan para unir a todas ellas, o al mayor número posible. Desde esa plataforma, aunando esfuerzos, se pueden definir objetivos y las estrategias para alcanzarlos.

Soy consciente de que no es nada fácil lo que planteo y, sobre todo, que como yo no tengo ni la capacidad ni los medios para abordarlo, pues esto se queda un mero pronunciamiento de buenas intenciones.

Algunas asociaciones o fundaciones están dirigidas por personas muy conocidas, con mucho prestigio y con gran experiencia en el campo de la política que sí podrían poner en marcha un proyecto que despertara a la sociedad del letargo en el que estamos sumidos y emprender acciones encaminadas a acabar con esta trágica situación que estamos viviendo.

Algo hay que hacer, yo voy a intentar contactar con algunas de esas personas y comentarlo con ellas para ver si alguien se anima a ponerse al frente del plan.

 Jose Ignacio Echegaray | Colaborador de Enraizados