Bandera, orgullo, chavales | Jacinto Seara

Lo sucedido el 14 de julio -y no me refiero a la toma de la Bastilla en París- es algo más que demuestra que seguimos un lema que, transcrito a nuestra nación, dice “España, unida, jamás será vencida”. Fueron los jóvenes los protagonistas de ese día. Primero Alcaraz, alcanzando por segunda vez consecutiva el título de Wimbledon, y que por encima de todo deseó a la selección española el triunfo sobre Inglaterra esa noche; con sonrisa amplia aguantó los silbidos y abucheos, pero finalmente el público inglés lo aplaudió por su gesta. En la noche, otros jóvenes lograron la proeza de ganar la Eurocopa después de eliminar a Alemania, Francia e Inglaterra, convirtiéndose en la única selección que tiene cuatro eurocopas. Junto al joven tenista Alcaraz, a tener en cuenta la historia de migración y éxito de los jóvenes Lamine Yamal y Nico Williams, adaptados a la cultura hispánica. Si nos esforzamos es posible que los migrantes se integren en nuestro modo de vivir.

Hay que destacar la reacción popular, en especial de los jóvenes, de adoptar la bandera que nos representa a todos. Era un hervidero de persona que portaban cubriéndoles la bandera, también con la camiseta de “la roja”. El seguimiento en toda España fue total. Lo que indica que las ideologías enfrentadas no nos separan. Si tenemos en cuenta los datos oficiales, según el “tracer” de RTVE, el mayor impacto ha sido entre los 4-12 años, seguido de los 25-44 y a continuación de los 35-44. Como podemos ver, un público muy joven.

No sólo vieron, durante, antes y después de los partidos de Alcaraz y la selección española, fueron los protagonistas en prácticamente todas las ciudades españolas. La alegría con la que se paseaban con la bandera de España nos indica que son una generación que ama los símbolos y los llevan con orgullo. Sin lugar a dudas, la vuelta a los valores que llevaron a Occidente y a España a alcanzar situaciones de bienestar están aseguradas en las próximas generaciones.

Démosles oportunidades, que puedan vivir dignamente, tener acceso a los estudios, con puestos de trabajos dignos en nuestro país, sin necesidad de tener que emigrar para tener un puesto digno y vivienda asequible. No dudemos, son muy buenos y dominan, en su mayoría, la tecnología, adaptándose perfectamente a lo que se está innovando. Confiemos en el futuro y ayudémosles.

Jacinto Seara | Científico y Escritor