Asturias, CyL, Galicia, Extremadura y C-LM, las CCAA que más población rural han perdido en los últimos 25 años

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Asturias, CyL, Galicia, Extremadura y C-LM, las CCAA que más población rural han perdido en los últimos 25 años

Los municipios rurales pertenecientes a las comunidades autónomas de Asturias, Castilla y León, Galicia, Extremadura y Castilla-La Mancha son los que han perdido población de forma muy intensa en los últimos 25 años, según se desprende de un informe del Centro de Políticas Económicas de Esade (EsadeEcPol).

Mientras que la población entre municipios pequeños y rurales creció un 9,6% de media en toda España entre 1996 y 2020, las poblaciones rurales de Asturias han decrecido un 26,9%; las de Castilla y León, un 19,7%; las de Galicia, un 16,9%; las de Extremadura, un 9,6% y las de Castilla-La Mancha, un 2%.

Esto contrasta con el crecimiento de los municipios rurales pertenecientes a las Islas Canarias (55,5%); Madrid (45,1%); Baleares (41%); Murcia (34,1%); Cataluña (31%); Comunidad Valenciana (19,3%); Andalucía (11,2%); Navarra (10,2%); La Rioja (8,1%); País Vasco (5,7%); Cantabria (1,7%) y Aragón (1,1%).

Causas de esta pérdida poblacional

Según este informe, la pérdida de población de los municipios rurales impacta negativamente en el crecimiento de las localidades medianas o capitales de comarca, ya que «tienden a funcionar como proveedores de muchos servicios públicos y privados para los territorios rurales». «Por tanto, una caída de población rural en regiones como Galicia, Castilla y León o Asturias, entre otros, hunde la demanda de los servicios de los municipios pequeños y medianos, alimentando las pérdidas de población futuras de la región».

Para Mariano Martínez-Aedo, Vicepresidente del Instituto de Política Familiar (IPF): «Además de evidentes causas como las laborales y de falta de servicios en los municipios pequeños y especialmente en los rurales, hay que tener muy en cuenta la situación demográfica. Es significativo que los peores datos se den en Asturias, Castilla y León o Galicia, que tienen las peores tasas en España, con bajísimo natalidad y alto envejecimiento.
Por tanto, es necesario que medidas serias y decididas de promoción de la familia y la natalidad sean determinantes para que sea posible actuar contra este proceso tan negativo de desequilibrio poblacional».

Por su parte, la presidente de la Asociación de Familias Numerosas de Madrid, María Menéndez, afirma: «Esto es más de lo mismo. Llevamos desde hace años alertando de la escasa natalidad y del crecimiento de la población más mayor. Hay más canas que cunas. Sin embargo no hay una clara voluntad política en hacer frente a este gigantesco y gravísimo problema demográfico, que además afecta al progreso económico y social.
Ni siquiera las 80 medidas de Ayuso se acercan a una estrategia pronatalidad. Se apuesta por solucionar problemas de fertilidad cuando la solución está en la fecundidad, es decir que se invierte en que las mujeres tengan la posibilidad de tener hijos pero no se ayuda a los que ya tienen hijos ni se promueve tener hijos.
La España vaciada, ¿con que se rellenará sino es con familias con hijos? ¿Con inmigración?. Les llegan muchas propuestas al gobierno nacional y a los gobiernos regionales, pero éstos sólo tienen en su punto de mira sus propios intereses y las componendas ideológicas que les coaccionan desde lobbies minoritarios».

SE DESPLAZA AL LITORAL MEDITERRÁNEO Y A LAS GRANDES CIUDADES

En este contexto, el informe determina que la población española ha tendido en los últimos 25 años a concentrarse en el litoral mediterráneo y en las islas, en torno a las capitales de provincia y grandes ciudades españolas y en los ejes principales de comunicación.

No obstante, diferenciando por áreas geográficas, se determina que, en el caso concreto de Castilla y León, aunque la mayoría de sus municipios pierden entre el 25% y el 50% de su población, los que colindan con capitales de provincia ganan sustancialmente.

Así, los municipios que se sitúan cerca de la frontera con Madrid, especialmente en las provincias de Guadalajara, Toledo y Ávila han ganado población en las últimas dos décadas, en muchos casos experimentando un crecimiento superior al 50%.
Según el informe, estas tendencias confirman la heterogeneidad en los procesos de despoblación de una misma comunidad, o incluso provincia: «los municipios pequeños cerca de ciudades medianas o en la periferia de grandes ciudades son capaces de experimentar un nivel elevado de crecimiento».

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