Aranceles. Algunas ideas | Julio García

Los aranceles son impuestos que cobra un Estado sobre los bienes o servicios importados; si una empresa trae productos de otro país, debe pagar a la aduana del país receptor. El arancel lo paga el importador, es decir, la empresa o persona que compra el producto extranjero y lo introduce en el país.

Esbozaremos algunas ideas sobre este tema, siempre de forma razonada y razonable, con base en datos reales, y partiendo de la defensa de España y de los intereses de los españoles.

Como criterios básicos estamos en contra de cualquier nuevo impuesto (aranceles u otros), y a favor de proteger a la industria y sector primario españoles, y en general a todo nuestro sistema productivo, por lo que no queremos nuevos aranceles -o su incremento- a la exportación de nuestros productos o servicios.

Teniendo en cuenta estos principios, hay que analizar con atención el entorno en el que nos encontramos (en Abril de 2025; en cualquier momento todo puede cambiar):

Con anterioridad a la actual “guerra arancelaria”, ya existían previamente aranceles en todas las direcciones y en todo el mundo: de Europa a Estados Unidos y a terceros países, y de Estados Unidos a Europa.

Europa lleva años aplicando aranceles a Estados Unidos.

Biden mantuvo los aranceles a productos europeos que implantó Trump en su primer mandato; Obama también aplicó aranceles a Europa. Trump no ha “inventado” los aranceles, que por otra parte, ya prometió incrementar en su campaña electoral.

China está llevando a cabo una estrategia de dominio comercial y económico mundial.

Europa favorece comercialmente con aranceles muy bajos o nulos y con ayudas o trato preferencial a países terceros que son competidores comerciales de España: Mercosur, Marruecos, China, etc. Asimismo, Marruecos impone aranceles muy elevados (hasta del 200%) a las exportaciones españolas.

En el comercio internacional se produce el fenómeno de la competencia desleal: Sucede cuando las exigencias sanitarias, ambientales, de libertades, sociales o salariales son muy bajas en el país exportador, o el Estado ayuda económicamente a sus exportaciones, algo que ocurre especialmente en los países islámicos (Marruecos, Turquía) o comunistas (China), así como en los paraísos fiscales (conocidos o encubiertos). Las exportaciones españolas están en clara desventaja, y además la importación de determinados productos puede poner en peligro la salud de los españoles y perjudicar a nuestra balanza comercial y a nuestro sistema productivo, aparte de ayudar al mantenimiento de sistemas políticos inaceptables.

A ello hay que sumarle en España los altos impuestos que restan competitividad a nuestras exportaciones, así como las negativas consecuencias del Pacto Verde Europeo (limitaciones de pesca, protección de depredadores de la ganadería, finalizar con los vehículos Diesel utilizados en la agricultura, Zonas de Bajas Emisiones, controles de todo tipo), y del fanatismo climático europeo, que quiere destruir buena parte de nuestros embalses, y obligar cada vez más a las empresas a mayores costes ambientales, entre otras medidas.

La política seguida por Sánchez y la UE es “hacer la guerra” a Trump y acercarse a China, lo cual, teniendo en cuenta las capacidades y el poder de Estados Unidos y las verdaderas intenciones de China, es un error manifiesto, producto de su ideología progre-globalista y de los intereses que la acompañan. Meloni lo ha entendido así, y ha adoptado una actitud bien diferente en sus recientes negociaciones con Trump.

Tras esta lucha comercial hay varias intenciones subyacentes: Con independencia de las formas utilizadas -que pueden gustar o no-, Trump está librando una batalla por las ideas: acabar con el predominio woke, progresista y socialista en todo el mundo; y simultáneamente, neutralizar el intento chino de hegemonía comercial y cultural mundial, además, claro está, de defender los intereses de su país.

Por ello, la mayor parte de los ataques que ha recibido Trump son debidos a su forma de pensar y actuar, y a cuestiones de carácter ideológico, más que a temas meramente “comerciales” o de ser poco educadito. Cuando no se le ataca por los aranceles, se le ataca por las más diversas cuestiones. Detrás de esos ataques hay grandes intereses económicos globalistas y progresistas. A estas alturas ya sabemos mucho de eso.

Por todo ello, es necesario como mínimo:

Negociación multilateral en un marco de cooperación y reciprocidad para limitar al máximo o eliminar los aranceles de cualquier país a nuestros productos o servicios.

Establecer un entorno comercial en el que los competidores desleales no se aprovechen de sus bajos estándares sanitarios, ambientales o salariales, de ayudas estatales, de aranceles favorables o de ayudas directas de la UE.

Bajar drásticamente los impuestos en España para -entre otras muchas razones- mejorar nuestra competitividad comercial exterior.

Acabar con las políticas del Pacto Verde Europeo, los acuerdos preferenciales de la UE con países terceros o con Mercosur, y con las políticas europeas de fanatismo climático, que destruyen puestos de trabajo en España y estrangulan nuestra competitividad comercial.

Julio García | escritor

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3 comentarios en «Aranceles. Algunas ideas | Julio García»

  1. Hombre, esto de independientemente de las formas, que pueden gustar o no, en fin… es como si de Sánchez decimos lo mismo, que sus formas pueden gustar o no. En política -y en casi todo en la vida- el fondo es fundamental, pero las formas tienen mucha importancia. Aquella famosa anécdota de Zapatero no levantándose al paso de la bandera americana, fue, cuando menos, una grosería. Con el fondo del artículo, con matices coincido, pero lo de Trump no son formas

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  2. la historia del globalizado es un cuento chino,el cambio climático,no tenemos historia climática suficiente de nuestro tiempo como para saber bien los ciclos. y sin embargo esto del cambio climático bienestar muy bien a los tiburones de los intereses económicos que quieren propiciar cambios económicos favorables a sus intereses…..a rio revuelto ganancia de pescadores.Triste deriva europea a la merced de intereses bastardos debido a la corrupción.Francamente Europa y nosotros los europeos vamos de culto con estos planteamientos que defienden los corruptos.Donde esta la Europa con la que queriamos integrarnos?.Lo que antaño fue Europa, lo fué , por su capacidad de lucha y como ahora lo que hay en el parlamento son ratas vendidas al mundo woc o a los chinos…. vamos de culto.Esto de la corrupción va a acabar con Europa siendo que además deberíamos de estar inmersos en ver como recuperar la posición que en el mundo tuvimos.

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  3. Si Señor Julio Garcia: »Trump esta librando una batalla por las ideas…ademas de defender los intereses de su país…»»…o por ser poco educadito». Indeed, asi es. La ‘elite’ mundial se vienen mofando de Trump y en su misma presencia, un hombre que por mas de una década
    SOLO EL, TUVO LA OSADIA DE DESAFIAR’ al globalismo!

    Su sentido común ya trato de advertirle al mundo, entonces, el caos sicológico mundial que se avecinaba, aquí lo vemos!

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