Aprobada la amnistía, ¿ahora qué? | Luis Losada Pescador

Queda la firma del Rey, la publicación en BOE y la respuesta del Supremo

Victoria. Así lo han interpretado desde ERC y Junts. No en vano supone no que la democracia perdone a los delincuentes del 1 de octubre sino que la nación española les pida perdón. ¿Cabe mayor humillación? No es extraño que crecidos y envalentonados no sólo reiteren que lo volverían a hacer sino que se permitan arremeter contra lo que califican de “partido judicial” y anunciar que la siguiente estación de este Vía Crucis será el referéndum de autodeterminación. Pactado o sin pactar…

Puigdemont ya se permite incluso sugerir que una vez lograda la amnistía, ya nada les ata al gobierno Sánchez. En todo caso, cada día de legislatura sudará sangre. Y sin presupuestos.

No constante, hasta el rabo, todo es toro. Queda que el rey firme la infame ley. LO coherente con su discurso del 3 de octubre de 2017 es que no la firmara. Porque supone una humillación para la nación, una ruptura del principio de igualdad, una violación de la independencia judicial y de la separación de poderes. El rey es constitucionalmente el garante de la nación y el moderador del buen funcionamiento de las instituciones. La amnistía es claramente una muestra de un sistema gripado. 

¿Se negará a afirmar? Es difícil. Porque aunque tiene ese papel moderador, no puede negarse a firmar unas ley emanadas de la sede de la soberanía nacional. El problema es la paradoja de que la supuesta representación de la soberanía nacional decida pegarse un tiro en el pie. 

Es probable que firme. Y punto. Porque los insatisfechos ‘separatas’ pretenden -además- que el Rey haga un discurso hablando de la mejoría de la convivencia en Cataluña. Vamos, que pida perdón. Aunque sea de soslayo. Y esto ya es demasiado. Por mucho que presione Moncloa…

Además, la firma real no es el último paso. Quedaría la publicación en BOE. Y parece que el gobierno quiere retrasar la publicación para que no afecte al 9 de junio… y de paso Puigdemont no pueda acudir a la investidura catalana con mayores garantías.

Una vez que se publique en el BOE, el Supremo podría presentar una prejudicial ante Luxemburgo por ser incompatible con la directiva de lucha contra el terrorismo. Luxemburgo paralizaría la aplicación de la ley mínimo un año. Y en paralelo, el PP y sus gobiernos autonómicos también han anunciado recursos de inconstitucionalidad. 

Por si fuera poco, los fiscales del Supremo ya han advertido que la malversación de Junqueras y de Puigdemont no entran dentro de la Ley de Amnistía. Así que aunque pasaran todos los filtros anteriores probablemente tampoco les sería aplicable.

Los ‘separatas’ acusarán a la Justicia de ‘lawfare’. La realidad es que la Justicia -no es el ‘partido judicial’- sólo se debe al Estado de derecho. Caiga quien caiga, se llame como se llame, beneficie a quien beneficie o perjudique a quien perjudique. Lo contrario -’Ud. no sabe con quien está hablando’- nos retrotrae a la Ley del más fuerte, la ley de la selva. La ‘separatas’ son fuertes gracias a la debilidad de ‘su sanchidad’. Menos mal que nos queda una Justicia digna defendiendo el derecho y la nación.

Luis Losada Pescador | Periodista