El lenguaje corporal de los políticos – La Comunicación no Verbal en el escenario público | Albert Mesa Rey

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Recientemente me he diplomado en Lenguaje no Verbal en Edutin Academy. Quisiera compartir con vosotros amables lectores algunos de los conocimientos adquiridos y que tienen aplicación en los mensajes con los que los políticos nos “bombardean”. El lenguaje no corporal es natural en la población general o también puede ser aprendido. Hay toda una serie de gestos que son inconscientes, sin embargo poco o casi nada en los discursos de los políticos es casual, casi todo es ensayado y aprendido sobre todo cuando actúan como tales.

El Lenguaje no Verbal es una prolongación del inconsciente de nuestro lenguaje. Nuestra “boca” dice una cosa y muchas veces nuestro cuerpo es congruente con nuestro mensaje o lo contradice. Tengamos en cuenta que en términos de impacto de un mensaje, solamente el 7 % tiene que ver en lo que decimos, el resto es la entonación y lo que dice nuestro cuerpo tanto de forma consciente o inconsciente. Esto es válido tanto para el emisor del mensaje como para el receptor, el cual recibe de forma inconsciente el mensaje no verbal del emisor.

Así pues, el lenguaje corporal es un aspecto crucial de la comunicación humana que trasciende las palabras. En el ámbito político, donde cada gesto y postura puede influir en la percepción pública, entender y manejar el lenguaje corporal se convierte en una herramienta poderosa. Este artículo trata de explorar cómo los políticos utilizan el lenguaje corporal para transmitir mensajes, generar confianza y persuadir a sus audiencias. Sin más preámbulos comencemos:

La importancia del lenguaje corporal en la política

En el mundo de la política, donde la imagen y la percepción son fundamentales, el lenguaje corporal desempeña un papel crucial. Este tipo de comunicación no verbal abarca gestos, posturas, expresiones faciales y el uso del espacio personal. Puede influir significativamente en cómo los políticos son percibidos por el público y sus colegas. La importancia del lenguaje corporal en la política radica en su capacidad para reforzar el mensaje verbal, construir confianza y establecer una conexión emocional con la audiencia.

El refuerzo del mensaje verbal: El lenguaje corporal tiene la capacidad de reforzar o contradecir lo que se dice verbalmente. Un político puede pronunciar palabras convincentes, pero si su lenguaje corporal no está alineado, el mensaje puede perder fuerza. Por ejemplo, una postura abierta y gestos enfáticos pueden subrayar la convicción y la seguridad en lo que se está diciendo. En contraste, una postura encorvada y gestos nerviosos pueden transmitir inseguridad, socavando el mensaje verbal.

Los estudios sugieren que una gran parte de la comunicación humana es no verbal. Según Albert Mehrabian, el 93% de la comunicación interpersonal está compuesta por lenguaje no verbal (55%) y tono de voz (38%), dejando solo un 7% al contenido verbal. Esto pone de relieve la importancia de que los políticos traten de gestionar lo más adecuadamente posible su lenguaje corporal para que sus palabras sean percibidas como auténticas y confiables.

La construcción de confianza: El lenguaje corporal es fundamental para construir y mantener la confianza. El contacto visual, por ejemplo, es esencial para establecer una conexión y mostrar sinceridad. Los políticos que mantienen un buen contacto visual durante sus discursos y conversaciones suelen ser percibidos como más honestos y confiables. Además, una sonrisa genuina puede generar simpatía y calidez, mientras que una postura abierta puede indicar accesibilidad y transparencia.

La confianza también se construye a través de la congruencia entre las palabras y las acciones. Si un político dice estar comprometido con una causa, pero su lenguaje corporal indica lo contrario (por ejemplo, cruzando los brazos o evitando el contacto visual), es probable que la audiencia perciba una falta de sinceridad. La coherencia entre el mensaje verbal y no verbal es crucial para establecer y mantener la credibilidad.

La conexión emocional: El lenguaje corporal permite a los políticos conectar emocionalmente con su audiencia. Las expresiones faciales, los gestos y la postura pueden transmitir emociones de manera más efectiva que las palabras solas. Por ejemplo, una expresión facial de empatía durante una crisis puede mostrar a la audiencia que el político entiende y comparte su dolor. Esto crea una conexión emocional que puede ser más poderosa que cualquier discurso bien elaborado.

Los movimientos del cuerpo también juegan un papel en la conexión emocional. Los políticos que se mueven con seguridad en el escenario y utilizan el espacio de manera efectiva pueden proyectar dinamismo y energía. Esto no solo capta la atención de la audiencia, sino que también crea una impresión de liderazgo y control.

La influencia en la percepción pública: La percepción pública de un político puede ser fuertemente influenciada por su lenguaje corporal. En debates televisados y apariciones públicas, donde la imagen es tan importante como el contenido del mensaje, el lenguaje corporal puede determinar cómo un político es percibido. Un ejemplo famoso es el debate presidencial de 1960 entre John F. Kennedy y Richard Nixon. Kennedy, que proyectó confianza y tranquilidad, fue percibido como el ganador del debate por los espectadores de televisión, mientras que Nixon, que se mostró nervioso y sudoroso, fue visto como el perdedor, a pesar de que los oyentes de radio pensaron que había ganado.

El entrenamiento y autenticidad: Muchos políticos reciben entrenamiento en comunicación no verbal para mejorar su lenguaje corporal. Este entrenamiento incluye técnicas para controlar las expresiones faciales, los gestos y la postura, y para utilizar el contacto visual y el espacio de manera efectiva. El objetivo es proyectar una imagen de autenticidad, confianza y liderazgo.

Sin embargo, es importante que el lenguaje corporal no parezca ensayado o artificial. Los movimientos y expresiones excesivamente controlados pueden ser percibidos como falsos, disminuyendo la credibilidad del político. La clave está en encontrar un equilibrio entre el control consciente y la naturalidad, permitiendo que la personalidad del político se exprese de manera genuina.

El lenguaje corporal es una herramienta esencial en la comunicación política. Desde el refuerzo del mensaje verbal hasta la construcción de confianza y la conexión emocional, cada aspecto del lenguaje no verbal contribuye a la percepción pública de un líder. En un entorno donde la imagen es tan importante como el contenido, entender y dominar el lenguaje corporal puede ser la clave del éxito político, pero identificar correctamente los gestos puede ser muy importante para el receptor del mensaje para analizarlo en todo su contexto.

Gestos y expresiones faciales en la política

En el ámbito político, los gestos y las expresiones faciales son componentes cruciales del lenguaje corporal. Estos elementos de la comunicación no verbal pueden transmitir emociones, reforzar mensajes y establecer conexiones con la audiencia. Para los políticos, dominar estas técnicas es esencial para proyectar una imagen de confianza, sinceridad y liderazgo.

Gestos: Refuerzo del mensaje y creación de impacto

Los gestos son movimientos intencionados del cuerpo, especialmente de las manos y los brazos, que acompañan y complementan el discurso verbal. Son herramientas poderosas para enfatizar puntos importantes y hacer que el mensaje sea más memorable. Aquí se describen algunos gestos clave utilizados por los políticos:

Gestos emblemáticos: Son movimientos que tienen un significado específico y reconocido culturalmente. Por ejemplo, el pulgar hacia arriba para indicar aprobación o victoria. Políticos como Winston Churchill utilizaron el signo de la “V” para simbolizar la victoria durante la Segunda Guerra Mundial, un gesto que se convirtió en icónico.

Gestos ilustrativos: Estos gestos acompañan el discurso verbal para reforzar el contenido. Un político puede extender las manos para mostrar apertura o moverlas rítmicamente para enfatizar un punto. Barack Obama es conocido por sus gestos ilustrativos controlados, que le ayudan a subrayar la importancia de sus palabras y a mantener la atención de su audiencia.

Gestos reguladores: Se utilizan para controlar o dirigir la interacción, como levantar una mano para indicar que el interlocutor debe esperar su turno para hablar. Durante los debates, estos gestos pueden ser utilizados para mantener el control de la conversación y proyectar autoridad.

Gestos adaptadores: Son movimientos que ayudan a manejar las emociones o el estrés, como tocarse la cara o jugar con un bolígrafo. Si bien son comunes, los políticos deben ser conscientes de ellos, ya que pueden ser percibidos como signos de nerviosismo o inseguridad.

Expresiones faciales: Comunicación de emociones y sinceridad: Las expresiones faciales son quizás la forma más directa de transmitir emociones. Pueden comunicar una amplia gama de sentimientos y reacciones, desde alegría y entusiasmo hasta tristeza y desaprobación. Aquí se exploran algunas expresiones faciales críticas en el ámbito político:

Sonrisa: Una sonrisa genuina, que involucra tanto la boca como los ojos (la llamada «sonrisa de Duchenne»), puede generar simpatía y calidez. Políticos como Ronald Reagan y Bill Clinton eran conocidos por sus sonrisas carismáticas, que les ayudaron a conectar con el público y a proyectar una imagen amigable y accesible.

Ceño fruncido: El fruncir el ceño puede indicar concentración, preocupación o desaprobación. Utilizado en el contexto adecuado, puede comunicar seriedad y compromiso con los problemas discutidos. Sin embargo, si se utiliza en exceso, puede proyectar una imagen de negatividad o agresividad.

Contacto visual: Mantener un buen contacto visual es fundamental para establecer una conexión emocional y mostrar sinceridad. Los políticos que evitan el contacto visual pueden ser percibidos como evasivos o deshonestos. Sin embargo, es importante no exagerar, ya que un contacto visual demasiado intenso puede resultar intimidante.

Microexpresiones: Son expresiones faciales breves e involuntarias que revelan emociones verdaderas, a menudo ocultas. Estas microexpresiones pueden durar solo una fracción de segundo, pero pueden ser captadas por observadores atentos. En debates y entrevistas, las microexpresiones pueden delatar las verdaderas emociones de los políticos, incluso cuando sus palabras dicen otra cosa.

En la política, los gestos y las expresiones faciales son herramientas esenciales para la comunicación efectiva. A través de movimientos intencionados y expresiones controladas, los políticos pueden reforzar sus mensajes, establecer conexiones emocionales y proyectar una imagen de sinceridad y liderazgo. La habilidad para utilizar estas técnicas de manera adecuada puede marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso en el escenario político.

La postura y movimiento corporal en la política

La postura y el movimiento corporal son componentes esenciales del lenguaje no verbal que desempeñan un papel crucial en la comunicación política. Estos elementos ayudan a proyectar confianza, autoridad y accesibilidad, y pueden influir significativamente en cómo un político es percibido por el público y sus colegas. A continuación, se exploran estos aspectos y se analizan ejemplos de su uso efectivo en la política.

La postura: Proyección de confianza y autoridad: La postura de un político puede comunicar una gran cantidad de información sobre su estado emocional, su nivel de confianza y su autoridad. Aquí se describen algunas posturas comunes y sus implicaciones:

Postura erguida y abierta: Una postura erguida, con la espalda recta y los hombros hacia atrás, proyecta confianza y seguridad. Una postura abierta, sin cruzar los brazos ni las piernas, Mantener una postura erguida y abierta durante los discursos y apariciones públicas, ayuda a proyectar una imagen de liderazgo y confianza.

Postura encorvada o cerrada: Una postura encorvada, con los hombros caídos y el cuerpo inclinado hacia adelante, puede transmitir inseguridad o sumisión. Cruzar los brazos sobre el pecho puede ser interpretado como una señal de defensividad o cierre. Los políticos deben evitar estas posturas para no ser percibidos como débiles o poco accesibles.

Postura de poder: Las «posturas de poder» son posiciones que ocupan más espacio y proyectan dominancia. Por ejemplo, colocar las manos en las caderas con los codos hacia afuera, o sentarse con las piernas abiertas, son posturas que indican confianza y control. Líderes como Vladimir Putin a menudo adoptan posturas de poder para reforzar su imagen de autoridad y control.

Movimiento corporal: Dinamismo y enfoque: El movimiento corporal incluye cómo los políticos se desplazan, gesticulan y usan el espacio a su alrededor. Estos movimientos pueden influir en la percepción del dinamismo y la energía de un líder. A continuación, se describen algunos tipos de movimientos corporales y sus efectos:

Desplazamiento en el escenario: Moverse con propósito en el escenario puede comunicar dinamismo y energía. Los políticos que caminan con seguridad y utilizan el espacio de manera efectiva durante un discurso, como Martin Luther King Jr. en su famoso discurso «I Have a Dream», captan la atención del público y proyectan una imagen de liderazgo activo.

Inclinación hacia adelante: Inclinarse hacia adelante mientras se habla puede indicar interés y compromiso. Este movimiento puede hacer que el político parezca más accesible y conectado con su audiencia. En debates o conversaciones cara a cara, inclinarse hacia adelante puede mostrar que el político está escuchando y valorando las opiniones de los demás.

Uso del espacio: El uso estratégico del espacio puede reforzar el mensaje de un político. Por ejemplo, ocupar un espacio amplio en la mesa de debate o en el escenario puede proyectar confianza y dominio. En contraste, ocupar menos espacio puede ser percibido como una señal de inseguridad. Políticos como Margaret Thatcher utilizaban el espacio de manera efectiva para proyectar una imagen de fortaleza y autoridad.

Movimientos controlados: Movimientos corporales controlados y deliberados, como gestos suaves y pausados, pueden transmitir calma y control. Políticos como Angela Merkel eran conocidos por sus movimientos corporales medidos y precisos, lo que contribuía a una imagen de competencia y estabilidad.

Conclusión

El lenguaje corporal es una herramienta esencial en el arsenal de comunicación de los políticos. Desde los gestos y las expresiones faciales hasta la postura y el contacto visual, cada aspecto del le lenguaje no verbal contribuye a la percepción pública de un líder. En un mundo donde la imagen es tan importante o más que el mensaje, entender y dominar el lenguaje corporal puede ser la clave del éxito político o del entendimiento del votante. La autenticidad, combinada con una comunicación no verbal efectiva, pretende permitir a los políticos conectar de manera más profunda con sus audiencias, ganando su confianza y apoyo aun a expensas de la veracidad o falsedad de sus propuestas.

Ahora, con lo expuesto y con lo que tú amable lector por tu cuenta si lo deseas y el tema es de tu interés, puedas profundizar y te permitirá juzgar los mensajes de nuestros políticos, con otra óptica mucho más completa que solamente atendiendo a la literalidad de lo que dicen verbalmente. Gracias una vez más por leerme.

Albert Mesa Rey es de formación Diplomado en Enfermería y Diplomado Executive por C1b3rwall Academy en 2022 y en 2023. Soldado Enfermero de 1ª (rvh) del Grupo de Regulares de Ceuta Nº 54, Colaborador de la Red Nacional de Radio Emergencia (REMER) y Clinical Research Associate (jubilado). Escritor y divulgador. 

 

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