Ángela Vallvey: Nuestras élites son antiespañolas, no les gusta España. Se dedican a saquear España

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«Tenemos unas élites que no son patriotas, que son antiespañolas, que no les gusta España, que se dedican a saquear España. No se han dedicado esas élites a hacer de España un país unido, porque la unión hace la fuerza. Estas élites han contribuido a la división y siguen contribuyendo ¿Por qué? Pues, porque esto les favorece. Mientras se contribuye a esa disolución, se saquea, se saquea a España, y se saquea a los españoles. Y se afianza el poder de quienes quieren verla destruida. Eso está claro.» ha señalado la escritora Ángela Vallvey en una entrevista al canal de You Tube de Alto y Claro Tv.

Además, Ángela Vallvey ha señalado:

  • «España ha tenido desde su origen enemigos externos. Enemigos cuando era un imperio, cuando dejó de serlo, cuando ha estado en dificultades, cuando ha vivido los últimos coletazos de su territorio colonial. Los ha tenido siempre. Los sigue teniendo ahora. Pero el problema ahora, habiendo enemigos externos -que eso es comprensible-, lo extraño y lo curioso es que tenemos enemigos dentro. Y que los ha habido siempre. Pero ahora son mucho más visibles y más poderosos.»
  • «Evidentemente el marxismo se basaba en la emancipación de una clase social que era el proletariado. Pero resulta que el proletariado fue emancipado por el propio capitalismo. Cuando en Occidente -yo hablo siempre de Occidente, obviamente- los proletarios, que tenían un trabajo seguro en una fábrica, podían criar una familia con seguridad, podían llevar a sus hijos a la universidad, podían convertirse en personas de clase media, -y de hecho es lo que hicieron-, el proletariado se convirtió en clase media en Occidente. Y al convertirse en clase media se emancipó. Solo después, cuando los países emergentes se convirtieron en una competencia feroz con Occidente a la hora de producir, y todas nuestras fábricas, todos nuestros empresarios se fueron a esos países que usaban mano de obra esclava para producir allí y ahorrarse sus costes, -unos costes enormes-, y para ser megamillonarios.
  • Bueno, solamente cuando eso ocurrió, el antiguo proletariado que se había convertido en clase media, resulta que se convirtió en «precariado». Y bajó, porque ha habido una transferencia clara de rentas, bajó su nivel de vida, su nivel de seguridad, su nivel de esperanza. Y ahora, ya no tenemos un proletariado. Ahora tenemos un precariado, que antes fue clase media.
  • Ahora, ya, de hecho, no se habla de “feminismo”, sino de “feminismos”, porque en el feminismo ha ocurrido como tantas veces sucede en movimientos de la izquierda, que se fracciona, que se acaba convirtiendo en un área en la que hay muchas fuerzas contrapuestas que al final se disputan entre sí ese espacio. En el feminismo está ocurriendo. La última ola del feminismo está acabando con todo lo que la anterior parecería haber conseguido. Y las feministas de la antepenúltima ola, digamos que eran clásicas, tenían como objeto a la mujer en la historia, a las mujeres.
  • Sin embargo, ahora han irrumpido otros agentes dentro del feminismo, pero claro, eso transforma también el objeto de ese movimiento. Por eso hay tantos enfrentamientos. Porque la lucha, como yo digo en mi libro, la lucha se ha llevado al cuerpo, al propio cuerpo. Eso se ve en el feminismo, pero se ve también en muchas corrientes de la izquierda, que es el cuerpo ahora el campo de lucha, el campo de batalla, el cuerpo del ciudadano, en este caso de las mujeres. Pero es que ahora se está llevando a extremos que a mí me parecen enloquecedores. Yo siento mucha pena y mucho desasosiego por las nuevas mujeres que están naciendo, que son jóvenes, que les queda todo un camino por delante existencial y que van a ser pasto de la batalla política.

Por su interés, reproducimos a continuación la entrevista de Ángela Vallvey en el canal Alto y Claro TV

 

 

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