¡Alerta roja! La manipulación mental | Albert Mesa Rey

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Creo no descubrirte nada amable lector, si te digo que todos sin distinción estamos sometidos a un bombardeo constante de mensajes destinados a conformar un pensamiento “políticamente correcto”. Hay unas élites mundialistas que están embarcadas en un proyecto de ingeniería social de hondo calado.

Hay una información intencionalmente manipulada que no solamente tiene una intencionalidad comercial, va mucho más allá, su finalidad última es una amplia reprogramación social. La televisión, los medios de comunicación, las redes sociales y la educación son los medios adecuados para este fin.

Informativos que resaltan unas noticias y relegan otras, películas y series con un mensaje subliminal que crea opinión y una educación “orientada en valores” entre otras muchas, son las herramientas que este gran proyecto de “reseteo social”

Estos mensajes nos son servidos en dosis pequeñas pero continuas, es como una fina lluvia que sin darte cuenta te ha calado hasta los huesos. Es lo que viene a llamarse el “Efecto de la Rana Hervida”. La premisa es que, si una rana se pone repentinamente en agua hirviendo, saltará, pero si la rana se pone en agua tibia que luego se lleva a ebullición lentamente, no percibirá el peligro y se cocerá hasta la muerte.

Un poco de fisiología:

Sin entrar en profundidad en las estructuras histológico-anatómicas del cerebro, vamos a dividirlo según su función: el cerebro reptiliano, el sistema límbico y el neocórtex.

 

 

El cerebro reptiliano:

El cerebro reptiliano incluye el tronco del encéfalo y el cerebelo. Conductualmente, es el encargado de llevar a cabo las funciones vitales más básicas, las más primitivas que nos permiten sobrevivir en el medio mediante conductas netamente impulsivas y que podríamos considerar ligadas a los instintos más básicos tales como: la ira, el hambre, el placer, etc. por esa simplicidad a la hora de responder a estímulos, el cerebro reptiliano rechaza la complejidad.

Si se quiere manipular con éxito a una población a través de este “cerebro” el mensaje a transmitir debe ser corto, conciso, directo y apelar directamente a las emociones básicas que comporten una reacción a los instintos. “Keep it short and simple” (que sea corto y simple) es la principal premisa de periodistas y comunicadores.

El sistema límbico:

El sistema límbico del cerebro consiste en un grupo de estructuras con límites difusamente repartidas en el encéfalo tales como el hipotálamo, el hipocampo, la amígdala, y la corteza órbitofrontal y que son las que dirigen las emociones y el comportamiento.

Algunos autores se refieren a él como el “cerebro emocional”. A diferencia del anteriormente mencionado “cerebro reptiliano”, que respondía a estímulos primarios, el sistema límbico responde a estímulos ligados al aprendizaje.

Si hay algo que has experimentado como placentero a buen seguro que querrás repetirlo y se activará el cerebro límbico sin reparar en las consecuencias de la acción que ha causado el estímulo.

 

El neocórtex:

El neocórtex es la estructura que en los seres humanos conforma la mayor parte de la corteza cerebral, concretamente el 90% de ella. Se trata de la parte del cerebro de aparición más reciente a nivel filogenético. Está conformada principalmente por materia gris, es decir, por somas (los «cuerpos» de las neuronas, donde se encuentra el núcleo celular) y dendritas de las neuronas que forman parte del encéfalo.

El neocórtex se considera el área cerebral responsable de nuestra capacidad de razonamiento, permitiendo el pensamiento lógico y la consciencia. Se trata del área del cerebro que permite todas las funciones mentales superiores y las funciones ejecutivas (especialmente localizadas en el lóbulo frontal). Se considera que el “Yo” y la autoconciencia se deben al funcionamiento de esta estructura. En esta estructura se localizan las funciones de lenguaje y memoria.

 

Sin duda esta es la parte que menos interesa estimular a los diseñadores de campañas de control, manipulación y propaganda. Si un mensaje logra activar esta parte de nuestro cerebro, en lugar de la reptiliana o el sistema límbico la campaña habrá fracasado.

Las técnicas más usadas en la manipulación mental son:

  1. Jugar con los sentimientos y las emociones.

Controlar la dimensión afectiva es una de las herramientas más potentes porque hace que los receptores reafirmen sus opiniones y posiciones sin necesariamente haber pasado por un razonamiento lógico, reflexivo o crítico.

Un ejemplo podría ser la actividad de la prensa amarillista, que es la que exagera las noticias dándole a la información un toque de sensacionalismo más que de rigurosidad, porque el objetivo es precisamente apelar a la dimensión emocional de los lectores y a sus experiencias previas, y con esto, aumentar las visitas o las ventas.

  1.  Simplificar el mensaje e incluir afirmaciones rotundas.

Consiste en controlar los elementos cognitivos que nos permiten procesar y comprender un mensaje. Es cuando se utilizan conjeturas rápidas y rotundas que no dan la posibilidad de realizar análisis profundos, lo cual es básicamente entorpecer intencionalmente la comprensión del argumento.

Por ejemplo, cuando una pequeña parte de un texto se imprime en letras grandes, subrayadas y al inicio, lo que además de atraer inmediatamente nuestra atención y activar la memoria a corto plazo, provoca que tengamos una comprensión parcial o sesgada de la información.

  1. Recurrir a lo que dice o piensa una autoridad.

Es cuando se justifica una postura mediante la presentación de una persona o una figura que se reconoce socialmente como una autoridad competente. Esto es útil porque con frecuencia tendemos a considerar más a las opiniones, indicaciones o actividades de alguien a quien admiramos o de alguien que se encuentra en una posición de poder.

Esto puede implicar desde la opinión de un sacerdote o un presidente, hasta la de un artista o un familiar, y su eficacia depende del contexto en el que se desenvuelve el grupo o la persona.

  1. Individualizar los conflictos y hacer pensar que siempre son iguales.

Es cuando una situación, especialmente si es una situación conflictiva, se reduce a lo que hace, dice o piensa una sola persona o un solo grupo de personas, escondiendo todas las otras variables, agentes o grupos que también influyen o son afectados por esa situación, contribuyendo a que un conocimiento, afecto, actitud o ideología se generalice.

Un ejemplo lo encontramos en los casos que se dan cuando un atentado es representado en los medios de comunicación masiva como un hecho aislado, o como el acto de un “loco” (con lo cual se nos invita a temer a todos los que se le parezca), en lugar de representarse como el resultado de conflictos políticos y sociales complejos.

  1. Utilizar y reforzar los estereotipos.

A muy grandes rasgos, los estereotipos son las cualidades de conducta que se atribuyen de manera simplificada y casi automática a una persona o un grupo de personas.

Son útiles como técnica de persuasión porque permiten controlar valores y juicios sin tener que justificar profundamente los argumentos y sin permitir que el receptor se cuestione ampliamente, es decir, no se favorece el interés por la información profunda y reflexiva.

Por tanto amable lector, si no quieres ser inconscientemente manipulado, haz el esfuerzo de pensar, es decir procura tener siempre activado el filtro del neocórtex en todos los mensajes que recibas. No sé si serás más feliz, pero seguro que serás más libre.

Albert Mesa Rey| Escritor

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