Agustina de Aragón y la Revolución de las mascarillas

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Agustina de Aragón

Agustina de Aragón fue una heroína española símbolo de la resistencia del pueblo contra la invasión francesa en 1808 en la Guerra de la Independencia. Su nombre real era Agustina Raimunda Maria Saragossa i Domènech y nació el 4 de marzo de 1786 en Reus.

El 15 de junio de 1808 los franceses comenzaron la toma de la ciudad de Zaragoza e intentaron entrar en la capital aragonesa por las puertas del Carmen y del Portillo sin conseguirlo. Es lo que se conoce como “el primer sitio de Zaragoza”.

Allí se encontraba nuestro personaje, conocida como la “artillera”. El asedio se estaba alargando gracias a la resistencia de los zaragozanos. El 2 de julio centraron los ataques en una de las puertas, la del Portillo.

Allí Agustina comienza a ayudar y socorrer a los artilleros, diciéndoles:

“Ánimo artilleros, que aquí hay mujeres cuando no podáis más”.

Cuando habían caído casi todos sus defensores, Agustina cogió una mecha de uno de los defensores heridos, se dirigió al cañón y lo disparó contra la carga francesa haciéndoles huir. Los franceses tuvieron que levantar el asedio el 15 de agosto.

El hecho fue inmortalizado por Francisco de Goya en uno de sus “desastres de la guerra”, titulado “¡Qué valor!”, en el que una esbelta figura femenina, de espaldas, aplica el botafuego a un cañón rodeado de cadáveres de artilleros.

La descripción que hizo Palafox del heroísmo de Agustina de Aragón merece transcribirse:

«Viendo en medio que estaba haciendo fuego, con un cañón de a 24, se lanzó al cañón, arrancó de la mano del muerto la mecha y siguió con la mayor intrepidez dando fuego a la pieza todo el tiempo que duró el ataque, a la voz ¡Viva España, Viva mi Rey Fernando! que no dejaba de proferir”.

La nombraron subteniente del ejercito español. Su ejemplo alentó el espíritu de lucha de los zaragozanos. Gracias a su valentía, tesón y capacidad de lucha resistió las embestidas de las tropas de uno de los mejores estrategas de todos los tiempos, el francés Napoleón Bonaparte.

Otra figura más de la historia de España que protagoniza una gran gesta, una sola mujer frente a todo un ejército imperial francés.

La Revolución de las mascarillas

En estos momentos, la realidad española nos traslada a un escenario de guerra, de acoso y derribo de las libertades más fundamentales. Cada 15 días el ejército de los que forman parte del gobierno, declaran una nueva orden de confinamiento, de encierro, de arresto domiciliario. Eso sí, con horas de paseo, como en la cárcel.

Aprovechando una urgencia sanitaria han invadido nuestras libertades, nuestros trabajos, nuestras familias. Han decretado estado de alarma, aunque es más estado de sitio.

Los franceses también aprovecharon una excepcionalidad, el vacío en el trono español para instalarse y acaparar poder y mando (Motín de Aranjuez, disputa entre Carlos IV y su hijo Fernando VII con Godoy en medio, marzo-abril de 1808). Las tropas francesas despreciaron el valor y el ardor en el combate de los españoles. Sánchez y su ejército de podemitas también parecen despreciar el valor y el ardor de los españoles.

Cuando todo parece que va mal, que todo está perdido, que no hay fuerzas para continuar y que solo queda obedecer al impostor, es entonces cuando surge la osadía, la valentía y el coraje de la raza española.

Y ocurre, como entonces, que surge alguien, solo uno, que se atreve a alzar la voz, a meter ruido, aunque sea con una cacerola y sale a la calle, aprovechando la hora del paseo. Y con la mascarilla obligatoria tapándole la cara inicia la hora de España, pone el cronómetro a cero y con la bandera al viento prende la mecha de la reacción, de la revolución de las mascarillas.

Agustina de Aragón no supo en el momento de encender la mecha del cañón que iba a pasar, si conseguirían vencer a los franceses o si serían aplastados por el ejército imperial del gran Napoleón. Poco importa. Hay cosas que no se hacen porque se sabe que se conseguirá ganar. Porque el objetivo no es ganar sino ponerse en marcha, enfrentarse al impostor y al que asedia nuestras vidas, nuestras libertades, nuestras familias.

  • Película: Agustina de Aragón (1950). Director Juan de Orduña
  • “Agustina de Aragón: la mujer y el mito” de Mª Pilar Queralt del Hierro.
  • Novela histórica sobre Agustina de Aragón de su hija Carlota Cobo.

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