Abogados Cristianos ha entregado en la Diputación de Valladolid más de 12.000 firmas para que cuelgue en su fachada la bandera de la familia por el Día del Padre… al igual que hace en junio con la bandera LGTB
La Asociación Abogados Cristianos ha puesto contra las cuerdas a la Diputación de Valladolid con una petición que revela el doble rasero de las instituciones. Tras la habitual exhibición de la bandera LGTB en junio, Abogados Cristianos ha exigido que, con motivo del Día del Padre, se coloque en la fachada la bandera de la familia. Si el Ayuntamiento rechaza la solicitud, quedará expuesto su sectarismo ideológico gay y su evidente parcialidad.
«Si en junio se coloca la bandera LGTB, no hay ninguna razón para no hacer lo mismo con la bandera de la familia en una fecha tan significativa como el Día del Padre«
Más de 12.000 firmas respaldan la petición
Polonia Castellanos, presidenta de Abogados Cristianos, ha entregado en la Diputación de Valladolid más de 12.000 firmas recogidas para exigir que la bandera de la familia ondee en el edificio público. Esta acción busca evidenciar la incongruencia del Ayuntamiento, que no ha dudado en recurrir sentencias para defender la exhibición de la bandera LGTB, pero podría negarse a hacer lo mismo con un símbolo que representa a millones de familias españolas.
«Si en junio se coloca la bandera LGTB, no hay ninguna razón para no hacer lo mismo con la bandera de la familia en una fecha tan significativa como el Día del Padre«, afirman desde la organización.
Un gesto de justicia o una muestra de sectarismo
Para evitar excusas, Abogados Cristianos ha entregado también la bandera de la familia a la Diputación, asegurándose de que la institución no pueda alegar dificultades logísticas. Ahora, la pelota está en el tejado del Ayuntamiento: si rechaza la petición, confirmará su doble vara de medir y su sesgo ideológico.
Este conflicto no surge de la nada. La Diputación de Valladolid recurrió recientemente la sentencia que anulaba la colocación de la bandera LGTB en su fachada durante el «Día del Orgullo». El Tribunal Supremo le dio la razón, argumentando que el estandarte arcoíris no es un símbolo partidista y, por tanto, puede ondear en edificios públicos.
¿Y la bandera de la familia?
La decisión del Supremo sienta un precedente que la Diputación de Valladolid no puede ignorar. Si la bandera LGTB no es un símbolo partidista, tampoco lo es la de la familia. Entonces, ¿cuál será la excusa para no colgarla?
Abogados Cristianos ha dejado claro que no se quedarán de brazos cruzados. «Esperamos una respuesta coherente por parte del Ayuntamiento. Si deciden no poner la bandera de la familia, será la demostración de su sesgo ideológico», han afirmado.
Una decisión clave para la coherencia institucional
La Diputación de Valladolid está ante una decisión que pondrá a prueba su coherencia y su compromiso con la igualdad de trato. Si niega la petición de Abogados Cristianos, quedará en evidencia su sectarismo y su falta de imparcialidad.
Las instituciones no pueden actuar según intereses ideológicos y deben respetar los valores de todos los ciudadanos. La colocación de la bandera de la familia sería un gesto de justicia y equidad. Si el Ayuntamiento se niega, estará enviando un mensaje claro: solo hay cabida para determinadas ideologías, mientras que otras son sistemáticamente censuradas.
La sociedad civil ya ha hablado a través de 12.000 firmas. Ahora, le toca a la Diputación de Valladolid demostrar si realmente representa a todos los ciudadanos o solo a unos pocos. La pelota está en su tejado.
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