El pacto PP-PSOE globalista ya no se disimula. Esteban González Pons admite sin complejos que pactar con los socialistas no le incomoda y confirma la convergencia política entre ambos partidos.
González Pons verbaliza lo que muchos sospechaban
El vicepresidente tercero del Parlamento Europeo, Esteban González Pons, ha dicho en voz alta lo que durante años se negó desde el Partido Popular. Pactar con el PSOE no solo resulta posible, sino deseable.
En una entrevista en la Cadena SER, González Pons afirmó: «No me incomoda pactar con los socialistas, sino todo lo contrario». Con esa frase desmontó el relato de alternancia política real.
El pacto PP PSOE globalista se presenta ahora como algo natural. Según Pons, ambas formaciones actúan como los dos pilares del sistema. Izquierda moderada y derecha moderada, afirma.
Este lenguaje no resulta inocente. Define un marco cerrado donde solo caben dos opciones que comparten consensos ideológicos básicos. Ambas renuncian a confrontar el modelo político dominante.
Un consenso que excluye a millones de españoles. Familias, autónomos y trabajadores sufren políticas idénticas gobierne quien gobierne.
Bruselas confirma la gran coalición permanente
El pacto PP PSOE globalista no se limita a España. En Bruselas funciona desde hace años con total normalidad. El propio González Pons lo reconoció durante la campaña del 23J. Aseguró que el Partido Popular Europeo gobierna en coalición con el Partido Socialista y con Los Verdes. También recordó que Ursula von der Leyen pertenece al Partido Popular.
Ese dato resulta clave. El PP europeo impulsa la Agenda 2030, el Pacto Verde y las políticas globalistas que dañan al campo, a la industria y a la soberanía nacional. Luego, esas mismas políticas llegan a España. Cambian los discursos, pero no las decisiones. El pacto PP-PSOE globalista garantiza continuidad y estabilidad al sistema.
Ambos partidos defienden el mismo modelo económico dependiente, la misma cesión de soberanía y la misma ingeniería social promovida desde Bruselas.
Cuando González Pons lamenta la falta de pactos en España, no habla de diálogo. Habla de recuperar el viejo reparto del poder entre dos siglas, de sistema bipartidista. Habla de alternancia sin democracia.
Dos caras de la misma moneda política
El régimen bipartidista PP-PSOE funciona como dos caras de la misma moneda. Se alternan en el poder, pero mantienen intacto el marco ideológico globalista.
El pacto PP-PSOE globalista explica por qué no derogan leyes clave. Tampoco revierten la presión fiscal, ni protegen de verdad a la familia natural.
Ambos partidos aceptan la agenda climática radical. Ambos sostienen el modelo autonómico sin reformas profundas. Ambos evitan cuestionar los dogmas culturales dominantes.
Cuando uno gobierna, el otro critica el tono, no el fondo. Luego pactan en Bruselas, en el Consejo General del Poder Judicial o en reformas estructurales.
Este consenso vacía de contenido la democracia. El votante elige siglas, pero no proyectos realmente distintos. Es un escenario que resulta profundamente preocupante. España necesita alternativas reales, no turnos pactados.
Los españoles deben saber que votar PP o PSOE conduce al mismo resultado. Más cesión de soberanía. Más presión fiscal. Más globalismo y agenda 2030. Más alejamiento de la familia y de la vida.
