Las puertas giratorias en el PSOE: El caso de Beatriz Corredera y Redeia no es el único

El apagón eléctrico destapa la red de colocados socialistas

El reciente apagón masivo que afectó a millones de ciudadanos ha dejado al descubierto, una vez más, las debilidades estructurales de la red energética en España. Pero más allá del colapso técnico, el suceso ha vuelto a poner en evidencia algo aún más preocupante: el control político y partidista que el PSOE ejerce sobre empresas estratégicas del Estado mediante las denominadas «puertas giratorias.«

Una de las figuras clave en este entramado es Beatriz Corredor, actual presidenta de Redeia,  la empresa semipública encargada de gestionar los más de 44.000 kilómetros de líneas de alta tensión en España. Corredor accedió al cargo en 2020, tras la salida de otro socialista, Jordi Sevilla, que decidió abandonar la presidencia al distanciarse políticamente de La Moncloa.

El salario de Corredor y su ausencia en la crisis

El papel de Redeia durante el apagón fue crucial, como responsable directa de coordinar el restablecimiento del suministro. Sin embargo, la ausencia de su presidenta durante la rueda de prensa posterior al incidente encendió todas las alarmas. Corredor, quien gana 546.000 euros anuales, no dio la cara en uno de los momentos más delicados para la compañía que dirige.

De Sevilla a Corredor: la sustitución política

Cabe recordar que Beatriz Corredor fue ministra de Vivienda con José Luis Rodríguez Zapatero. Su ascenso en Redeia no se entiende sin el respaldo directo del PSOE, partido que ha convertido estas compañías en cementerios dorados para sus antiguos altos cargos. Corredor sustituyó a Jordi Sevilla, otro exministro socialista, que abandonó el puesto tras perder sintonía con las directrices de Sánchez.

La estrategia es clara: colocar a fieles del partido en posiciones clave para garantizar una obediencia ciega y una línea empresarial sumisa al interés del Ejecutivo. Como afirmó Beatriz Corredor en 2024: «no tiene sobre la mesa, ni siquiera un estudio preliminar», sobre la fusión de Redeia y Enagás. Sin embargo, la posibilidad de unificar ambos operadores sigue siendo una carta que el Gobierno mantiene bajo la manga para reforzar aún más su control.

González Laya, otro peón en la red socialista

El reparto de poder no se detiene. Tal como señala El Cierre Digital, la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), principal accionista de Redeia con un 20 % del capital, ha propuesto como nueva consejera dominical a otra exministra del PSOE: Arancha González Laya. La exresponsable de Asuntos Exteriores, defenestrada tras perder su pulso con José Manuel Albares, será premiada con un sueldo de 176.000 euros anuales.

Este nuevo nombramiento, como tantos otros, responde a una lógica de partido, no de mérito. El objetivo no es otro que colonizar los consejos de administración con fieles al sanchismo para garantizar la continuidad de su agenda.

Telefónica, Enagás, AENA, Renfe… el asalto es total

El caso de Redeia no es una excepción. Forma parte de una estrategia general del PSOE para asaltar y dominar todas las estructuras empresariales de poder en España. En Enagás sigue al frente Antonio Llardén, otro militante del PSOE que sobrevivió incluso a los gobiernos de Mariano Rajoy. En Telefónica, la influencia socialista se ha consolidado con la presidencia de Marc Murtra, exjefe de gabinete del también socialista Joan Clos.

En el Consejo de Enagás se sientan figuras como el expresidente de la Generalitat José Montilla, con un sueldo de 160.000 euros, y la exdiputada del PSC Maite Costa, antigua consejera de Redeia. El círculo se cierra con el actual presidente de AENA, Maurici Lucena, exparlamentario del PSC y asesor económico del propio Sánchez.

Raül Blanco, Pedro Saura y otros colocados del régimen

El control socialista se extiende también a otras empresas públicas: Raül Blanco, otro hombre del PSC, presidió Renfe y ahora trabaja para SAPA, accionista de Indra. Pedro Saura fue nombrado presidente de Correos, la exministra Raquel Sánchez dirige Paradores Nacionales, Ricardo Domínguez encabeza Navantia y Miguel Ángel Oliver, exsecretario de Estado de Comunicación, está al frente de la Agencia EFE.

La lista continúa con Carlos Ocaña, coautor de la polémica tesis doctoral de Sánchez, quien ha sido premiado con la vicepresidencia de Telefónica. Y con Javier de Paz, también próximo al PSOE, que preside Movistar Plus+.

Intervencionismo puro: Sánchez cambia de estrategia

Pedro Sánchez llegó al poder en 2018 con un discurso desideologizado y sin apoyos sólidos en el tejido empresarial. En sus primeros compases, evitó presentarse como un presidente intervencionista. Pero esa máscara cayó pronto. Ahora está en un intervencionismo descarado, cuyo objetivo es doble: controlar los sectores clave de la economía y premiar la fidelidad política.

La colocación sistemática de exministros y altos cargos del PSOE en empresas estratégicas evidencia una estrategia clara de control político y económico por parte del partido. Estas designaciones, muchas veces sin la experiencia o formación adecuada para los sectores que lideran, generan preocupaciones sobre la eficiencia y la independencia de estas compañías.

Las puertas giratorias del PSOE no son una anomalía, son el mecanismo habitual con el que el partido se perpetúa en los centros de poder. Con Pedro Sánchez a la cabeza, el partido ha instaurado una nueva forma de intervencionismo disfrazado de “protección estratégica”, que no busca otra cosa que controlar desde dentro a las empresas más importantes del país.

La izquierda que decía representar al pueblo ha terminado colocándose a sí misma. Hoy, Redeia, Enagás, Telefónica, AENA, Correos, Renfe y Paradores son parte del mismo entramado político que dirige España con mano férrea y sin rendir cuentas. Las puertas giratorias no chirrían, al contrario: con el PSOE, giran como un reloj suizo.

La colocación de antiguos ministros y altos cargos en los consejos de administración no responde a la meritocracia, sino al clientelismo. El socialismo no abandona el poder: lo recicla

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1 comentario en «Las puertas giratorias en el PSOE: El caso de Beatriz Corredera y Redeia no es el único»

  1. Los franceses y los portugueses nos culpan del apagón y ahora se añaden los turcos diciendo lo mismo, que la culpa es de Sánchez por el uso de las renovables.
    Mientras que Sánchez nos torea, ellos están preparando las cuantías que tenemos que abonarles por éste listo..👍👍

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