Tiempos oscuros para la libertad de expresión. Desde el PSOE están poniendo en marcha medidas para evitar las críticas
Pedro Sánchez está dando un Golpe de Estado desde las instituciones. Es indiscutible. Durante estos años de lenta de implantación de este golpe de estado ha ejecutado a la perfección la llamada «táctica salami». Para ello quieren acabar con la monarquía, la democracia liberal y el Estado de Derecho e implantar una República federal, socialista y atea aunque para ello tenga que destruir España.
Es una hoja de ruta clara y definida. Y un punto muy importante dentro de esta hoja de ruta no solo es el control de los medios de comunicación sino la censura para aquellos pocos que son críticos en la actualidad.
Respuesta a la ley de amnistía
La ley de amnistía que les ha regalado a los independentistas preocupa a los españoles, jueces, a la oposición e incluso ha llegado a Europa, donde siguen mirando con recelo sus concesiones. Pero es que, incluso desde dentro del propio PSOE también hay voces que no están de acuerdo con la deriva que está llevando el partido con todo el tema catalán.
Y para contrarrestarlo, Sánchez ya ha puesto en marcha una censura que avecina tiempos muy oscuros para la libertad de expresión en nuestro país. Lo peor de todo es que no son casos aislados, y eso que llevamos tan sólo unos días desde que se formó el nuevo Gobierno de coalición socialaista-comunista.
La censura se impone desde Moncloa
Para evitar que Sánchez se tenga que enfrentar a abucheos y críticas, se están imponieno medidas coercitivas y amenazas. A modo de ejemplo, en los últimos días:
En la inauguración del AVE a Asturias, se va a blindar la estación de Chamartín – Clara Campoamor. Los usuarios no tendrán todas las puertas de acceso operativas e incluso podría haber pequeños cortes en el tráfico ferroviario.
Pero no sólo ocurre en las inauguraciones, tampoco quiere que en sus visitas a universidades o colegios mayores se enfrente a la realidad. El presidente acudió al Colegio Mayor Pío XII de Madrid, pero antes, ya se había avisado mediante cartas a sus trabajadores, residentes y colegiales para que no protestaran. Y a los que lo hicieron, una persona cercana al gobierno se encargó de fotografiarles.
Pero la última viene de una ex socialista como Magdalena Valerio, que preside el Consejo de Estado, está impidiendo que los letrados se pronuncien en contra de la amnistía.
No son casos aislados, sino que ya se han repetido las muestras de censura. No quieren que haya críticos con el Gobierno desde la Moncloa, y ya empiezan a demostrar que la libertad de expresión va a estar amenazada en esta legislatura.
En definitiva, Pedro Sánchez sabe que está a punto de conseguir sus objetivos y que enfrente solo quedan pequeños restos, pequeños residuos que cree que puede controlar con la represión. Quiere dar el golpe definitivo en estos próximos 4 años. España y nuestra libertad está en juego.
(Con información de Ramón Casado | Don Diario)