El europeo sufriente | Jacinto Seara

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No hay la menor duda de que los que gobiernan la UE, junto con la mayoría de los gobiernos, están aplicando la Agenda 2030-50 con todas sus consecuencias. El ciudadano lo está notando en su nivel de vida, la energía cara, los productos básicos de comida, vestido, vivienda, sistema de salud… Quieren por todos los medios conseguir sus planes; tanto es así, que si alguno, ejerciendo su soberanía, no les hace caso, como Polonia o Hungría, los amenazan con sanciones económicas.

¿Realmente es necesario? Podríamos analizar cada punto. Sólo diré que la “pequeñez” de la UE, su dependencia de otras potencias, tanto por participar en la alianza de la OTAN, como el abandono del cultivo del campo y las restricciones que impone la PAC (Política Agraria Común), nos hace dependientes de lo que podemos adquirir en otros mercados que no cumplen las rigurosas reglas de la UE. No hablemos de la energía, que por echarnos en manos de las renovables para evitar el CO2, no llega para nada.

Vayamos a los datos que están publicados. En prepandemia, ahora menos por el declive de la economía, según datos del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, el transporte fue el responsable de un 25% de las emisiones de CO2 en la UE, 71,7% corresponden al transporte y el 60,6% fueron emitidas por los coches, lo que representa un porcentaje bajo sobre lo que emite la UE. Pues bien, según Our World in Data, todas las emisiones de CO2 de la UE fueron el 8,5 % de todas las mundiales en 2021. Resulta ínfimo (1,3 %) el CO2 que emiten los automóviles de gasolina y diésel. Como otras acciones de la Agenda 2030-50 que impulsan con mano dura la autoridades de Bruselas, no electas, no hay razón para eliminar los actuales automóviles y menos sustituirlos por otros que en su construcción emiten más CO2, con el problema del reciclaje de las baterías. Y lo que es más importante, la pérdida de puestos de trabajo que lleva consigo, añadiendo la falta de energía de la que disponemos por muchos aerogeneradores y huertos solares, por cierto muchos de ellos en terrenos calcinados por los incendios, un ejemplo lo tenemos en lo anunciado en Asturias.

Europa, que con la UE había superado la pérdida de poder, vuelve ahora a ser un minúsculo territorio que obedece a otros superiores y transmite esas órdenes a sus ciudadanos.

Jacinto Seara | Escritor y científico

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