11-M de 2004. ¿Se hizo justicia? | Eusebio Alonso

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En el día de hoy, 11 de marzo de 2024, cuando el presente artículo publicado inicialmente el 20 de abril de 2023 en este mismo medio vuelva a salir a la luz, se habrá cumplido el vigésimo aniversario del mayor atentado terrorista de la historia de Europa. Me refiero al cometido en Madrid el 11 de marzo de 2004. Estallaron 10 bombas en 4 trenes de cercanías en las estaciones de Atocha, calle Téllez, el Pozo y Santa Eugenia; produciendo 193 muertos y casi 2000 heridos de diferente consideración. Por su interés, y con el firme propósito de que estos hechos no pasen al olvido en fecha tan señalada, la dirección de este medio ha decidido volver a publicarlo.

Cuando esto ocurrió, estábamos tan solo a 3 días de unas elecciones generales en donde todas las encuestas daban como claro favorito al PP.  Las primeras impresiones apuntaron a ETA. Todos los líderes de los partidos políticos más importantes, incluso el PSOE, así lo creyeron en un principio a juzgar por sus manifestaciones. Muchos medios extranjeros así lo afirmaban también en sus noticiarios. Esa presunción no solo obedecía al hecho del histórico sangriento de una banda terrorista con cerca de 1000 asesinatos indiscriminados hasta entonces, sino también a que la Guardia Civil había incautado en el pueblo de Cañaveras una furgoneta de ETA tan solo 2 meses antes del atentado, junto con un plan para atentar en la red de cercanías de Madrid en la zona del Corredor del Henares. Sin embargo, aunque ETA suele reivindicar todos sus atentados, este no lo reivindicó. No obstante, eso no suponía una prueba concluyente de su desvinculación, ya que tampoco había reivindicado el atentado de Hipercor de junio de 1987, cuyo balance fue de 21 personas asesinadas y 45 heridas. Tal vez por miedo a una posible reacción popular descontrolada.

Pronto empezaron a aparecer indicios que hacían sospechar que el atentado pudiera tener un origen islámico. Fue la cadena SER la que propagó las sospechas, a pocas horas del atentado, indicando en antena que varias fuentes antiterroristas habían informado que se habían encontrado terroristas suicidas, supuestamente yihadistas, en los trenes. Esta información nunca se confirmó, ni tampoco se llegaron a conocer cuáles fueron las fuentes antiterroristas de las que se supone que partió la información. No obstante, la noticia permitía establecer una causalidad conveniente, desde el punto de vista electoral, entre los atentados y la participación marginal de España en la guerra de Iraq que convenía mucho al partido socialista para intentar dar un vuelco electoral en las inminentes elecciones generales. Finalmente, no solo se demostró que no hubo terroristas suicidas, comportamiento atípico en un atentado de corte supuestamente yihadista, sino que, según se deduce de la sentencia, éstos actuaron a cara descubierta, circunstancia que permitió su reconocimiento e incriminación. ¿De verdad que alguien puede creer que los terroristas actuaron de forma tan ingenua si no tenían intención de inmolarse?

Progresivamente, fueron apareciendo nuevos indicios:

  • La Renault Kangoo hallada en las cercanías de la estación de Alcalá de Henares, donde se supone que se transportó la carga explosiva a los trenes.
  • La bolsa de deportes encontrada con explosivos en la comisaría de Vallecas junto con otros enseres hallados en los trenes.
  • En menor medida, la reivindicación del atentado realizada por el grupo, supuestamente perteneciente a Al Qaeda: Brigadas Abu Hafs Al Masri. No obstante, se trataba de un grupo poco fiable que había reivindicado cualquier cosa, incluso los apagones de Nueva York. En los días siguientes también se produjeron hasta siete reivindicaciones de, al menos, cinco grupos organizados, procedentes de cuatro países distintos.

Por desgracia, como veremos a continuación, después de 20 años y tras la celebración del juicio en la Audiencia Nacional en el año 2007, siguen sin aclararse adecuadamente demasiados agujeros negros para que podamos sentir la tranquilidad de que se ha castigado a todos los culpables y de que no quedan cabos sueltos.

Puesto que la legislación vigente no se ha querido modificar, tanto este delito, como los de cualquier acto terrorista, prescribe a los 20 años de haberse cometido. En consecuencia, ya no hay plazo legal para descubrir nuevas evidencias que permitan reabrir el caso y poder conocer, por ejemplo: el propósito del atentado, los autores intelectuales y los que financiaron el mayor acto terrorista ocurrido en Europa hasta la fecha.

Por respeto a la memoria, la dignidad y la justicia que le debemos a las víctimas y a toda la sociedad a la que representaban cuando dieron su vida, tenemos una obligación moral de no olvidar e intentar esclarecer todos esos puntos negros que, poco o nada, se tuvieron en cuenta a la hora de emitir y ratificar la sentencia de esta causa.

Ruego al sufrido lector tenga un poco de paciencia y no se desanime con la longitud del presente artículo, longitud inevitable para poder presentar los detalles más significativos del caso y fundamentar el punto de vista del autor. Si prefiere hacer una lectura selectiva, el artículo está estructurado para que pueda organizar su lectura en el orden que más le guste. En cualquier caso, espero humildemente que sea de su interés y me vea recompensado con su lectura completa.

Hagamos un poco de memoria sobre algunos de esos puntos negros…

ERRORES GRAVES EN EL PROTOCOLO POLICIAL TRAS EL ATENTADO

En un atentado de esta naturaleza se deben recoger muestras abundantes, garantizar su custodia y levantar actas de esa recogida. Las muestras deberían haber sido enviadas inmediatamente a la Policía Científica, que dispone de los mejores medios de análisis, para poder determinar, al menos cualitativamente, la naturaleza de los explosivos empleados. Por sorprendente que pueda parecer, el análisis de las muestras lo efectuaron los Tedax. Según declaró en el juicio la perito responsable de éstos, el análisis efectuado se hizo por extracción mediante disolución. Circunstancia que invalida, en buena medida, las muestras usadas para un análisis posterior si no se guardan las disoluciones obtenidas del análisis realizado. No se reservó ninguna muestra más en previsión de futuros análisis, y las disoluciones obtenidas no se pudieron volver a usar dado que habían desaparecido, sin causa justificada, cuando en 2007 se realizó la segunda pericia de los explosivos. Al parecer, el primer análisis solo pudo concluir que el explosivo tenía componentes de la dinamita y fue firmado por un solo perito, circunstancia que, según el artículo 459 de la ley de Enjuiciamiento Criminal, no tendría validez judicial salvo por causa de fuerza mayor (Sánchez Manzano no podía firmar en calidad de perito). Con una conclusión tan vaga y falta de consenso, no debería haberse descartado tan rápidamente la presencia de otras dinamitas en los focos de las explosiones, como podría haber sido el Titadyn. Recordemos que el Titadyn era el explosivo habitualmente usado por ETA desde que robó, 8 toneladas de este material, en el polvorín de Plévin en la Bretaña francesa en 1999.

Al parecer, se encontraron en los trenes dos mochilas sin estallar que, según el responsable de los Tedax, no pudieron ser desactivadas por causas no mencionadas y se hicieron explotar junto a las vías cercanas. Una de ellas en la estación de Atocha y otra en la estación del Pozo. Ambas eran de similar apariencia externa. Desconozco si se hicieron fotos del contenido de éstas o radiografías que permitiesen la comparación posterior con la bolsa aparecida en Vallecas.

A diferencia de lo que suele hacerse en cualquier accidente o atentado terrorista, no se garantizó la cadena de custodia de los trenes por un periodo de tiempo prolongado y éstos se desguazaron, con permiso del juez del Olmo, instructor del sumario, a los pocos días del atentado. De los cientos de muestras recogidos previamente para su análisis solo se guardaron aquellas muestras que ya habían sido objeto del primer análisis realizado por los Tedax. ¿Por qué se actuó con esa precipitación y falta de previsión? ¿Hubo intencionalidad o simplemente ineptitud?

En el juicio, nadie recordó, o no quiso recordar, quienes fueron los responsables de estas malas decisiones. Tampoco se dedujo testimonio ni fue expedientado ningún responsable por mala praxis. Por el contrario, alguno de los más cuestionados por los medios de comunicación críticos de la época, Sánchez Manzano, fue condecorado por el entonces ministro del interior, Rubalcaba, en otoño de 2004 con una medalla al mérito policial con distintivo rojo. Ese mismo Rubalcaba que, en su obsesión por descartar la posible autoría de ETA en el atentado del 11-M, no respetó el día de reflexión previo a las elecciones generales del 14 de marzo, diciendo a los cuatro vientos, con intención de condicionar la intención de voto: «España no se merece un gobierno que miente»; cuando en ese momento, a dos días del atentado, era demasiado pronto para tener certeza absoluta de nada. ¿Mentir? Como si la inmensa mayoría de los políticos supieran hacer otra cosa mejor. No quisiera trivializar en un tema tan serio, pero no puedo evitar recordar el cinismo de Louis, el gendarme de la película de Casablanca, cuando habiendo jugado y ganado todas las noches en el casino de Rick, se vio obligado a decir aquello de: «!Qué escándalo! He descubierto que aquí se juega».

PRUEBAS DETERMINANTES DE LA ACUSACIÓN

La bolsa de Vallecas

Se trataba de una bolsa de deportes que presuntamente se recogió de los trenes y posteriormente apareció, 18 horas después de las explosiones, en una comisaría de policía de Vallecas sin que nadie recordase haberla puesto allí y sin que se hubiese garantizado durante todo ese tiempo la cadena de custodia.

Según lo declarado en el juicio, ninguno de los policías que recogieron los objetos de los trenes fue capaz de identificar la mochila como material procedente de éstos.

Esta fue una de las pruebas para incriminar a Jamal Zougan, al encontrase un teléfono móvil con una tarjeta SIM procedente del locutorio propiedad de éste. También se dijo por la prensa, pero nunca se ratificó y no consta ni siquiera en el sumario de la instrucción, que en el locutorio de Zougan se encontrase un trozo de la carcasa del teléfono encontrado en la bolsa de Vallecas. Teléfono que supuestamente debería desencadenar la explosión de ésta. Sin duda un nuevo señuelo de los medios para reconducir la opinión de la gente.

La citada bolsa tenía otras tres importantes irregularidades que cuestionan gravemente su autenticidad.

  • Una de ellas es el hecho de que los cables del teléfono no estuvieran encintados al detonador y que el teléfono estuviera apagado. Circunstancia que hacía imposible que la mochila pudiese estallar. Este error resulta incomprensible.
  • La segunda es que, si el activador del explosivo era una alarma programada en el móvil, ¿qué necesidad tenían los terroristas de poner en él una tarjeta SIM que pudiera incriminarles en caso de caer, como así fue, en manos de la policía? ¿qué delincuente, en su sano juicio, deja una tarjeta de visita en el lugar del delito?
  • La tercera, y más determinante a mi juicio, es que la mochila contenía 640 gramos de metralla entre tornillos, clavos y tuercas. Esto no encaja con las declaraciones de la forense, Carmen Baladía, responsable de las autopsias de los cadáveres del 11M, que declaró no haber encontrado metralla de ningún tipo en los cuerpos de los fallecidos.

La carga explosiva de la bolsa de Vallecas constaba de 10 Kg de explosivos del tipo Goma2 Eco.

Esta prueba, de dudosa validez, permitió vincular a Zougan con los teléfonos móviles supuestamente causantes de la explosión de las bombas, y con el contrabando de explosivos sacados de mina Conchita por Trashorras y Rafa Zouhier (ambos, largo tiempo confidentes de la policía y vigilados con regularidad hasta poco antes de producirse el atentado).

La Renault Kangoo de Alcalá de Henares

Alrededor de las 9 horas se recibe una denuncia por haber visto a tres individuos con atuendos sospechosos merodeando junto a una furgoneta en las cercanías de la estación de trenes de Alcalá de Henares. Furgoneta que se comprueba que había sido robada.

La primera inspección la hace el grupo de policía científica local de Alcalá de Henares que fuerza el portón trasero para acceder a la zona de carga en la que no encuentran NADA. No entran en la cabina, pero solo ven en ella una tarjeta de visita una cinta de casete y un chaleco reflectante bajo el asiento del copiloto. Tampoco las unidades caninas, expertas en detección de explosivos, detectan nada in situ. Según declaración de la policía científica de Alcalá es muy improbable que los perros no hubiesen detectado nada si esa furgoneta se hubiese usado para trasladar explosivos.

Cuando llega la furgoneta a la sede central de la policía científica en Canillas, aparecen de repente en la furgoneta una bolsa con siete detonadores, un trozo de un cartucho de dinamita del tipo Goma2 ECO y una cinta de versos del Corán, así como hasta 61 evidencias, muchas de ellas imposibles de camuflar, y restos de ADN de 3 de los presuntos suicidas de Leganés. ¿Cómo es posible que nada de esto se encontrase en la primera inspección?

Explosivos encontrados en las vías del AVE Madrid-Sevilla a la altura de Mocejón (Toledo)

El 2 de abril de 2004 se encontró, junto a las vías del AVE Madrid-Sevilla, una bolsa con explosivos del tipo Goma2-ECO. Esta bolsa, escondida bajo unas piedras, fue descubierta por encontrarse a la vista un sospechoso tendido de cable de 137,5 metros que conducía hasta ella. La bolsa contenía 12 Kg del explosivo Goma2-ECO. El análisis de los explosivos fue realizado, en esta ocasión, por la Guardia Civil.

La bolsa contenía un detonador de aluminio como los encontrados en la Renault Kangoo de Alcalá de Henares. El artefacto no podía explotar porque le faltaba el iniciador. La teoría oficial indica que no se terminó de preparar porque los terroristas huyeron precipitadamente para evitar ser sorprendidos. Se desconoce si se encontraron en la bolsa huellas o restos de ADN.

Tras describir los hechos anteriores, no deja de sorprender que la bolsa mencionada, como ocurría con la bolsa de Vallecas, no reuniera las condiciones mínimas para poder explosionar. También sorprende que los terroristas hubieran cambiado el mecanismo de activación de las bombas pasando de un discreto teléfono móvil a un llamativo tendido de cable sin camuflar de más de 100 metros de largo. Por último, tampoco se entiende que los terroristas hubieran abandonado, conscientemente, una bomba perfectamente camuflada sin que estuviera preparada para estallar.

El hallazgo de una nueva bolsa de explosivos intactos en Mocejón permitió reforzar, aún más, la teoría oficial del explosivo usado el 11-M. Explosivo que incriminaba a la banda de Lavapiés liderada por Jamal Ahmidan, alias el Chino. No obstante, analizando las evidencias encontradas con sentido crítico, no queda nada claro si en Mocejón estuvo a punto de ocurrir realmente un atentado, que fue abortado por casualidad, o si, por el contrario, alguien fabricó un nuevo señuelo para dirigir a la opinión pública, que aún pudiese albergar dudas, en la dirección que más interesaba.

El piso de Leganés

Al piso de Leganés condujeron las tarjetas SIM procedentes del locutorio de Zougan. Allí se atrincheraron los que supuestamente prepararon y colocaron los explosivos en los trenes. Acosados por los GEOs, decidieron explotar la Goma2-ECO de que aún disponían el día 4 de abril de 2004, muriendo todos ellos.

Resulta sorprendente que hubiese tiempo para desalojar de vecinos el número 40 de la calle Martín Gaite, así como las fincas colindantes, sin que los supuestos yihadistas, viéndose acorralados, decidieran producir el mayor daño posible llevándose a todos los «infieles» que pudieran en su viaje al paraíso.

También sorprende que alguno de los mensajes de despedida de los supuestos yihadistas se expresase en voces no reconocidas ni siquiera por los familiares que recibieron las llamadas.

Aunque pueda parecer anecdótico, uno de los cadáveres recogidos tras la explosión del piso de Leganés tenía los pantalones puestos al revés. ¡Realmente inexplicable! ¿Se puso los pantalones solo, o alguien lo vistió precipitadamente?

Como consecuencia de la explosión del piso de Leganés, perdió la vida el GEO Francisco Javier Torrenteras. Tras el entierro se produjo un hecho de difícil explicación: la sepultura del GEO fue profanada y el cadáver quemado. ¿Se trató de un insólito ritual de venganza islamista, real o teatralizado, o tal vez de un sórdido intento de eliminación de evidencias?

El suceso de Leganés supuso un cierre apoteósico y, pudo haber sido, «magistral» si no se hubiera convertido en una tremenda tragedia por el coste en vidas humanas, los numerosos heridos y los cuantiosos daños materiales producidos. Tragedia que ocurrió por optar precipitadamente por la opción del asalto en lugar de mantener el asedio, que habría dado mejores resultados sin riesgo. Muy posiblemente, otra chapuza más. No obstante, se consiguió la desaparición definitiva de la supuesta célula yihadista, caso de serlo, y de cualquier ramificación que pudiese tener en España, cabe deducirlo así al no tener noticia de ningún atentado posterior. Ese rápido cierre también pondría de manifiesto la escasa infraestructura de esta supuesta célula terrorista. Circunstancia que cuestionaría gravemente su pertenencia a una organización de calado como Al Qaeda. Bien es verdad, que la sentencia nunca acreditó como probada esa circunstancia.

SEGUNDA PERITACIÓN DE EXPLOSIVOS

A petición de la asociación de víctimas del 11M se realizó en 2007 una segunda peritación de las muestras custodiadas por los Tedax. En ese momento ya no se disponía de ninguna otra. Es decir, de aquellas que en su día fueron lavadas con agua y acetona en un primer análisis, junto con una muestra del polvo de un extintor tomado en el tren de la estación del Pozo, aún intacta, que no se había analizado con anterioridad.

El resultado del análisis del polvo del extintor fue la aparición de componentes no presentes en el explosivo Goma2 ECO, pero sí en el Titadyn y en la Goma2 EC. Estos componentes son nitroglicol, dinitrotolueno y nitroglicerina. Esta circunstancia cuestionaría tanto el tipo de explosivo como la procedencia de éste. Los peritos independientes contratados por las victimas sostienen que el explosivo que estalló en el tren del Pozo es Titadyn, semejante al incautado a la ETA dos meses antes en la furgoneta de Cañaveras.

Los peritos de la Guardia Civil y de la Policía Científica achacan el resultado anómalo, aparición de dinitrotolueno y nitroglicerina, a la contaminación de las muestras. Sin embargo, la teoría de la contaminación es, a juicio de los peritos independientes, totalmente descartable por dos razones:

  • Las muestras analizadas por los Tedax en la primera peritación se habían guardado dentro de bolsas de plástico precintadas, tras el primer análisis, para evitar la contaminación.
  • La empresa Maxam que fabricaba en aquella época tanto la Goma2 ECO como la Goma2 EC había dejado de incluir en la fabricación de la Goma2 EC la nitroglicerina desde hacia quince años, circunstancia que hace imposible la contaminación del explosivo, por cercanía, en la fábrica citada.

También se encontró en la pericia dibutilftalato, sustancia que no es habitual en el Titadyn, pero que si estaba presente en el Titadyn incautado a ETA en Cañaveras.

Otra irregularidad grave a considerar fue la detección de metenamina, tanto en la muestra de explosivo Goma2 ECO de la furgoneta Renault Kangoo, como en la muestra patrón de explosivo Goma2 ECO que suministraron los Tedax, con una rapidez casi premonitoria, a las pocas horas del atentado. Sin embargo, este compuesto químico no estaba presente en el explosivo de la bolsa de Vallecas, ni tampoco en la bolsa hallada en las vías del AVE Madrid-Sevilla. La diferente interpretación del hallazgo de metenamina fue la causa por la que los peritos independientes no quisieron ratificar el informe de la Guardia Civil y la policía Científica presentes en la segunda peritación. Por esa razón prepararon un informe de conclusiones independiente, cuyo contenido se puede encontrar en el libro TITADYN escrito por uno de los peritos intervinientes.

La metenamina no es un componente habitual de la Goma2 ECO, aunque si lo es de explosivos de alta potencia como es la cyclonita. Al tratarse de un análisis de explosivos intactos de un tipo previamente conocido, Goma2 ECO, la aparición de metenamina solo podía provenir de una contaminación, sea en el lugar de su almacenamiento o a través de los útiles usados en el proceso de análisis de la composición de los explosivos. Mediante una pericia complementaria realizada por la Guardia Civil en 2007 (experimento de Atoche), a petición del juez Gómez Bermúdez, se pudo verificar que podían aparecer trazas de metenamina en el portal de un cromatógrafo de gases, instrumento usado para el análisis de la composición de explosivos por cromatografía, en presencia de dinamitas con alto contenido en nitrato amónico y nitroglicol, como sería el caso de la Goma2 ECO. No obstante, según indican los peritos independientes, este experimento no siempre producía un resultado positivo. Es decir, no es un experimento determinista (su repetición no siempre produce el mismo resultado). Por el contrario, la obtención de metenamina de las muestras indicadas anteriormente, sí resultó repetible lo que demuestra que la contaminación ya estaba en las muestras y no fue introducida por el cromatógrafo.

En consecuencia, solo cabría pensar que tanto la muestra de Goma2 ECO suministrada por los Tedax, como la Goma2 ECO hallada en la Renault Kangoo de Alcalá, hubieran estado, muy posiblemente, en un mismo lugar de almacenamiento en presencia de exógeno que las contaminara, o que ambas correspondieran a un mismo cartucho previamente contaminado. En cualquiera de estos casos, resultaría altamente probable que ambas hubieran tenido la misma procedencia. Si esto fuese así, se cuestionaría, aún más si cabe, la validez de una de las pruebas incriminatorias más importantes como es la Renault Kangoo.

RESUMEN DE LA SENTENCIA DE LA AUDIENCIA NACIONAL

La sentencia de la Audiencia Nacional condenó Jamal Zougan y Othman Gnaoui como autores materiales del atentado en base a la información del sumario y a los testimonios de algunos testigos que viajaban en los trenes. Suarez Trashorras fue condenado como colaborador necesario al haber sido encontrado culpable del hurto y del contrabando de la Goma2 ECO supuestamente utilizada. Quiero pensar que el reconocimiento efectuado por los testigos no estuviera contaminado por las numerosas fotografías aparecidas con anterioridad en los medios de comunicación de los sospechosos.

El presunto instigador de la masacre, Rabei Osman, fue exculpado al confirmarse que las grabaciones telefónicas incriminatorias no correspondían en absoluto con la declaración auto-inculpatoria que algunos medios de comunicación, interesados en la autoría yihadista, habían publicado.

El resto de los supuestos autores materiales, falleció en la explosión del piso de Leganés. Obviamente, no pudieron ser interrogados ni aportar nada en el juicio.

No se hace alusión, en la sentencia de la Audiencia Nacional, a la vinculación de Al Qaeda con el atentado.

En mi opinión, para garantizar una sentencia justa se necesita una buena fase de instrucción y tener la habilidad y la disposición adecuada para distinguir entre evidencias irrefutables, evidencias falsas y posibles interpretaciones subjetivas de los hechos probados. En esto, la independencia, la valentía, la integridad, el sentido común y la capacidad crítica juegan un papel fundamental.

Para que se haga justicia completa no solo hay que responder a la pregunta ¿Quién cometió el delito? Sino también al ¿Cómo lo hizo y de qué medios se valió? ¿Qué pruebas incriminatorias tienen consistencia? ¿Quiénes fueron responsables de la preparación y la financiación del delito?  ¿Quiénes participaron por acción, omisión o colaboración? ¿Qué propósito se perseguía al cometer el delito? Por otra parte, la respuesta a la pregunta ¿Quién ha mejorado su situación significativamente tras el delito? (Qui prodest?) puede ayudar sobremanera en la búsqueda de los culpables.

De lo presentado hasta aquí al amable lector, sírvase sacar libremente sus propias conclusiones.

ALGUNOS CAMBIOS SIGNIFICATIVOS PRODUCIDOS TRAS LOS ATENTADOS DEL 11-M

Todos sabemos que hubo algunos actores que se beneficiaron de este atentado, así como de la precipitada interpretación falaz e interesada de los hechos acaecidos. Uno de estos actores es, sin duda, la banda terrorista, de ideología socialista, ETA. Con la perspectiva que da el paso del tiempo, si analizamos el antes y el después del 11-M vemos que:

  • Antes del 11-M estaba vigente el “Acuerdo por las libertades y contra el Terrorismo”, pacto que estaba dando grandes resultados en la guerra contra ETA. Este acuerdo fue firmado por PSOE y PP en diciembre del año 2000. Por primera vez, ambos partidos actuaron sin complejos para hacer frente, de forma unitaria y sin melindres, al problema del terrorismo de ETA. Este pacto impedía, entre otras cosas, que los partidos proetarras pudieran estar representados en las instituciones e imposibilitaba el veto del partido nacionalista vasco a las medidas que se pudieran tomar para combatir a ETA.
  • Después del 11-M las cosas han mejorado bastante para la organización terrorista ETA:
    • Tras la llegada al poder del PSOE en 2004, el pacto antiterrorista dejó de aplicarse de facto.
    • El PSOE mantuvo una mesa de negociación con ETA a espaldas del Parlamento cuyos acuerdos nunca se hicieron públicos.
    • El brazo político de ETA, Bildu, no solo ha conseguido llegar a las instituciones, sino que es sostén necesario del actual gobierno de España. Sin duda, alguna razón habrá para ello.
    • Los cambios en la política penitenciaria han permitido que la estrategia de dispersión de presos haya dejado de aplicarse y todos los presos de ETA estén actualmente en cárceles del país vasco, la mayoría disfrutando del tercer grado al haberse cedido la competencia de prisiones a esa comunidad autónoma.
    • Se toleran los homenajes públicos a presos de ETA y se blanquea la imagen de terroristas calificándolos, sin ningún rubor, como hombres de paz.
    • El PSOE se ha posicionado en contra de las iniciativas patrocinadas por las víctimas de ETA para evitar que los delitos de terrorismo prescriban a los 20 años y para que los 379 crímenes de la banda cuya autoría aún se desconoce, se sigan investigando.
    • Es cierto que ETA ha dejado de matar, pero también es cierto que ya ha conseguido, a través de cesiones políticas, casi todo lo que había reivindicado. Con sinceridad, esto huele más a una victoria de ETA que a una rendición de ésta ante el Estado de Derecho. Triste balance para la memoria de los que dejaron su vida por la locura consentida de esta banda asesina.

VALORACIONES Y CONCLUSIONES PERSONALES

Caso de existir una trama de creación de pruebas falsas para reconducir, de forma temprana e interesada, parcial o totalmente, la autoría del delito ¿Cómo es posible que solo el periódico el Mundo, con sus periodistas Luis del Pino y Fernando Múgica al frente, los Peones Negros, La Asociación de Víctimas del 11-M, el medio Libertad Digital y unos pocos más se hayan hecho eco del notable cúmulo de irregularidades, chapuzas y coincidencias milagrosas que se han producido, difícilmente achacables a la casualidad o a la torpeza bienintencionada? ¿Cómo es que el PP, que en ese momento estaba en el poder, no pelease más por aclarar un atentado de esa magnitud que le hizo perder las elecciones tras unos días de acoso salvaje por una población manipulada que se sentía engañada y les culpabilizaba de lo sucedido asumiendo que el atentado era una represalia por la implicación de España en la guerra de Irak? ¿Qué papel desempeñaron los cuerpos y fuerzas de seguridad leales a España y el CNI en todo este asunto?

Tal vez, la hipótesis más lógica que dé respuesta a todas estas preguntas, esté en que no se trate de una simple trama policial con interés y capacidad para la fabricación temprana de pruebas, sino que su excusa, o razón de ser, se hubiese convertido finalmente en un secreto de Estado conocido por algunos, por el que, unos por miedo a represalias personales y profesionales, otros por conveniencia y otros por paternalismo cobarde hayan preferido aceptar una “verdad» conveniente que tranquiliza a una sociedad poco crítica, y zanjar un asunto incómodo de una vez por todas. ¿De qué naturaleza tendría que ser la autoría del 11-M para que se justificase remotamente un complot de este tipo por el «interés nacional»? Imagínense, tan solo por poner un ejemplo hipotético para que se entienda, que se hubiese llegado a confirmar, inmediatamente después del atentado, que estuvieran implicados los servicios secretos de algún país poderoso. ¿Qué respuesta nos habríamos atrevido a dar como país? ¿Creen ustedes que la dignidad y altura moral de nuestros gobernantes les habría permitido contar la verdad abiertamente a la población, o habrían preferido mantener el asunto en secreto escondiendo la cabeza como el avestruz y permitiendo que otros les hicieran el trabajo sucio de ocultar una verdad difícil de gestionar? Pues eso mismo que piensan ustedes es lo que también pienso yo.

Permítanme una pequeña digresión. Entiéndase por hipótesis, para que no haya duda o malentendido, lo que define la RAE: «suposición de algo posible o imposible para sacar de ello una consecuencia». Es decir, no quiere decir que lo establecido por una hipótesis tenga que ser forzosamente cierto, sino tan solo que encaja, razonablemente bien, con los datos contrastables de que dispone la persona que la establece.

Aparte del hipotético ejemplo ya mencionado de posible autoría, se me ocurre una amplia casuística que bien podría haber desencadenado una respuesta semejante por razones de Estado. La hipótesis más rechazada desde el principio, y posiblemente la más verosímil por ello, podría ser que la autoría del atentado fuese de ETA con o sin ayuda de unos delincuentes comunes de origen magrebí, moritos que se comieron finalmente el marrón. Tras el atentado se habría producido la implicación inmediata de una trama policial y tal vez política oportunista, para que, preferiblemente antes del 14-M, se presentaran los hechos de forma irrefutable como un atentado yihadista. Convirtiéndose, con el paso del tiempo, todo el asunto en un secreto de Estado para evitar el enorme deterioro y descrédito institucional, caso de conocerse toda la verdad, así como la aparición de un terrible escollo que dificultase gravemente, ante la opinión pública española, el camino hacia la tan deseada «paz» con ETA, finalmente alcanzada vía unas concesiones que poco a poco vamos descubriendo. Sabemos sobradamente que la ETA siempre ha mejorado su apuesta, en su negociación con el Estado español, aumentando el número de sus víctimas. Además, necesitaba mostrar su capacidad operativa para matar en unos tiempos en los que se la percibía como debilitada. Ahí tienen ustedes la respuesta a una de las preguntas clave de la investigación: ¿Cuál fue la intencionalidad del atentado? ¿Cómo nos podría extrañar que esta banda asesina tuviese algo que ver en un atentado tan cruento e indiscriminado? Mayor motivo hay para creerlo, cuando muchos ya estamos firmemente convencidos que estalló Titadyn en al menos uno de los trenes, opinión fundamentada en el informe de la peritación independiente de los explosivos. Titadyn que, con toda seguridad, no salió de mina Conchita: supuesto lugar de procedencia de los explosivos según establece la sentencia.

La hipótesis del complot político amparado en el secreto de Estado para ocultar la verdad pudiera considerarse como imposible, y hasta delirante, en un país auténticamente democrático. Sin embargo, la auténtica democracia se fundamenta en la independencia de poderes, y todos sabemos, sobradamente, que tanto los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, por obediencia debida; la prensa, que vive de la publicidad institucional y de las ayudas públicas, y los órganos de control del poder judicial; no tienen un funcionamiento independiente y están sometidos al poder político en España. Poder político que puede condicionar gravemente cualquier carrera profesional (sirva el caso del coronel Pérez de los Cobos como ejemplo), no tiene que rendir cuentas sobre sus actuaciones reservadas y, por desgracia, no siempre busca el beneficio de la nación, sino que, con excesiva frecuencia, actúa pensando en intereses ideológicos, partidistas y personales. «El fin justifica los medios», decía Maquiavelo en su libro «El Príncipe». Tal vez lleguemos a conocer parte de la verdad si algún día se desclasifican todos los documentos relativos al 11-M. Circunstancia que ocurrirá, para bochorno de nuestra fingida democracia, mucho después de prescribir las consecuencias penales del atentado terrorista.

Me gustaría que la lectura de este artículo no dejase a nadie indiferente. Espero sinceramente no haber ofendido ninguna sensibilidad bienintencionada. Si lo he hecho, sirva de disculpa mi interés por anteponer, por encima de todo lo demás, la memoria de las víctimas y su derecho a que se les haga cumplida justicia con el esclarecimiento de todos los puntos negros que aún existen y la inculpación de todos los responsables y cómplices de la matanza. Pienso que cuando permitimos, consciente o inconscientemente, que los «malos» ganen, les estamos dando carta blanca para que vuelvan a cometer otra fechoría cuando les vuelva a interesar. Una sociedad conformista, carente de espíritu crítico, está condenada, tarde o temprano, a la esclavitud y a la tiranía. Se le atribuye a Darwin una frase que incita a la reflexión: “la progresiva degeneración de la especie humana se percibe claramente en que cada vez nos engañan personas con menos talento”. Me pregunto… ¿Será verdad?

Enlaces y referencias de interés para curiosos e indignados

Sentencia: https://www.losgenoveses.net/especiales/11M/sentencia/Sentencia%2011M.pdf

Documental: “UN NUEVO DREYFUS, Jamal Zougam ¿chivo expiatorio del 11-M?

Página de Peones Negros: https://peonesnegros.info/

Libro con resultados de la peritación independiente: TITADYN / La Esfera de los Libros / Casimiro García-Abadillo y Antonio Iglesias / ISBN 9788497348553

Libro escrito por Sánchez Manzano en el que pretende justificar su actuación tras el 11-M https://dialnet.unirioja.es/descarga/libro/561602.pdf

Eusebio Alonso | Licenciado en ciencias físicas. Subdirector del diario online  Adelante España.

1 comentario en «11-M de 2004. ¿Se hizo justicia? | Eusebio Alonso»

  1. Excelente. Si existe la Justicia con mayúsculas, algún día esa organización mafiosa de criminales totalitarios, ladrones, asesinos y traidores llamada psoe será juzgada y todos sus integrantes condenados por todo tipo de delitos, incluidos el de Alta Traición y Lesa Patria.

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