En España ya es más fácil abortar que darse de baja de una línea telefónica. Vivimos tiempos muy convulsos que hacen plantearnos seriamente si como nación hemos fracasado, aunque algunos se empeñen en decir que hemos progresado.
Segar la vida de más de 90.000 niños desde el vientre materno al año no es un progreso, es un retroceso. España ya es uno de los líderes en abortos en Europa según el último informe de Evolución del aborto en España del Instituto de Política Familiar (IPF). Y no solo eso, sino que además se encuentra a años luz de ser un país que apueste por la natalidad y la dotación de ayudas para salvar nuestra demografía frente al invierno demográfico que asola nuestro país.
La eutanasia tampoco es progreso, es un retroceso. ¿Acaso acabar con la vida de los más indefensos, nuestros mayores y enfermos crónicos, es mejorar la calidad de vida de éstos? Desde luego que no. No sólo no es mejorar su calidad de vida, sino que es segar por completo su derecho a ser atendidos, cuidados y respetados hasta su fin natural. En España con esta nueva ley de la eutanasia, no sólo se pretende acabar con los más indefensos, sino acabar con la labor de los médicos que es la de cuidar y salvaguardar nuestras vidas. Los médicos se han convertido en verdugos.
¿Acaso decirle a un menor que es mejor que se cambie de sexo o que experimente nuevas prácticas sexuales es progresismo? Desde luego que la respuesta es claramente un no. Se pretende que los menores de edad puedan determinar su género y así mismo acabar con la naturaleza de la persona, convirtiendo así al hombre en Dios.
Se pretende convertir al hombre en Dios dado que hemos llegado al punto de que el hombre se cree capaz de crear, modificar y convertir a una persona de manera química y artificial en un nuevo ser.
Es tan claro el adoctrinamiento, la imposición ideológica y el relativismo ético que pretende este gobierno de la mentira, la ruina y el sectarismo: Pretenden acabar con Dios e imponer el Laicismo, el Relativismo Ético y la Ideología de género hasta con calzador si fuese necesario.
Adoctrinan a nuestros niños, prohíben a los padres ser padres y persiguen a las mujeres por ser mujeres: España está encaminada a fracaso como nación si nos quedamos de brazos cruzados. Es el momento de actuar y plantar cara con contundencia a las imposiciones y sectarismo ideológico que este gobierno pretende.
Si nosotros no actuamos, tomamos conciencia y nos comprometemos… entonces, ¿qué será lo siguiente?
Hagamos que las obras se conviertan en realidades y actuemos de manera firme y constante. Nos jugamos nuestra libertad y nuestro futuro.
Pablo Hertfelder
