¿Vox se resquebraja? No está KO, pero sí grogui.

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La salida en dos tiempos de Macarena Olona ha supuesto el primer gran seísmo interno de una formación que, siempre en auge, frenó en seco su efervescencia tras las elecciones andaluzas del pasado 19 de junio.

¿Qué pasa en Vox? 

De la férrea unidad interna que caracterizó al partido con  Javier Ortega Smith al frente como secretario General ya solo queda el nombre.  ¿Ha sido Ortega Smith y esta disciplina cuasi castrense la culpable de este desastre? Eso es, al menos, lo que denuncia Olona: la ausencia de democracia interna. Macarena Olona no ha sido la única persona que lo ha señalado. Han sido numerosos los cadáveres que ha ido dejando Ortega Smith en su intento de controlar al partido. Y cuando dejas muchos enemigos, al final se revuelven y esperan el primer momento de debilidad para aplicar la venganza.

¿Es suficiente este control férreo interno para que un partido se rompa?

No, ni mucho menos. Todos, absolutamente todos los partidos políticos lo ejercen. Desde Alfonso Guerra con «Quien se mueva no sale en la foto» en tiempos de Felipe González hasta Álvarez Cascos en época de Aznar pasando por Teodoro García Egea con Pablo Casado todos los partidos políticos y sus presidentes necesitan un «poli malo» que controle al partido.

Entonces, ¿qué es lo que está cambiando ahora con respecto a otros partidos?.

Son varias las causas, tanto internas como externas:

En primer lugar, Vox es un partido que ha crecido demasiado rápido en muy poco tiempo. En apenas 4 años ha pasado de ser una formación desconocida, sin militantes y sin presencia parlamentaria hasta convertirse en la tercera formación parlamentaria.

En segundo lugar, y como consecuencia de este crecimiento vertiginoso, Vox carece de implantación suficiente, no tiene cuadros intermedios y los que llegan a Vox acceden sin una ideología uniforme concreta y en numerosas ocasiones esperando un cargo rápidamente. Eso ha provocado el acceso (infiltración dicen algunos), y sin apenas control, de numerosas personas de diversos lobbies con ideas totalmente distintas y ajenas a los que, en principio, se defiende desde la dirección del partido.

En este contexto, dos ejemplos como botón de  muestra: ahora mismo, ya hay lobbies funcionando dentro de Vox, desde el colectivo LGTBI, a miembros de la masonería, del colectivo judío, etc., con presencia significativa, que tienen su agenda propia y que, en muchas ocasiones, defienden ideas totalmente distintas a las del partido. Y lo peor es que se ayudan entre ellos para ascender dentro del partido. Son partidos dentro del partido; Por otra parte, y como segundo ejemplo, la llegada de Vox al gobierno de Castilla y León ha hecho que, ante la falta de dichos cuadros intermedios, se nutra de personas del PP. De hecho Vox se ha convertido, según algunos, en la marca blanca del PP en Castilla y León.

En tercer lugar, congruencia, valor y valores son las características que les piden los ciudadanos a los partidos políticos, pero en el caso de Vox – y no digamos los otros partidos políticos que desde hace ya mucho tiempo renunciaron a ello-  se están diluyendo dichos rasgos distintivos.  ¿Se está prostituyendo Vox renunciando a defender sus ideas por un trozo de pastel en el poder? ¿Por qué todos los partidos políticos que son extraparlamentarios con un discurso más o menos coherente y serio cuando llegan a formar parte del Parlamento empiezan a edulcorar su discurso y terminan formando parte del sistema y no luchan por aplicar ninguna de las reformas prometidas? ¿No es eso traición a su electorado?

Vox está cayendo en la trampa ideológica de la izquierda y de la derecha más blandita de que la sociedad española lo que demanda es una buena gestión que solucione sus problemas reales y que debe renunciar a dar la batalla ideológica porque eso crea confrontación, trincheras y polarización de la política.

En cuarto lugar, Vox está cayendo en la soberbia de los partidos políticos que se consideran que son  la única opción para resolver los problemas de la sociedad. Y esto no solo es un fallo de Vox sino, sobre todo, de la sociedad que, ante la aparición de un nuevo partido político más o menos afín a sus ideas, creen que dicho partido es la única solución para resolver sus problemas y como consecuencia de ello, tanto personas, como movimientos sociales o medios de comunicación, hacen dejación de responsabilidades y se pliegan a lo que quieran disponer los partidos políticos. 

 Por último, y es lo más importante, y quizás sea lo menos tratado, hay intereses externos para que Vox no solo no crezca más sino que que pretenden que reduzca su presencia parlamentaria. En efectos, hay intereses nacionales e internacionales en la creación de un gobierno de coalición PP-PSOE que pueda llevar a cabo, y sin interferencias, la agenda 2030, así como cambiar la Constitución para adaptarla a los intereses globalistas. En este contexto «interesa» que tanto Vox como Unidas Podemos tengan una representación marginal que no supere el 10%. Eso supondría que no tendrían fuerza suficiente representar una alternativa ni oposición verdadera.

Con Unidas Podemos ya está medio conseguido por las peleas internas entre ellas y el apoyo a Yolanda Díaz que está ejerciendo la función de arañar votos (la opción Iñigo Errejón no surtió efecto y se ha quedado en una opción marginal).

Con Vox, ¿utilizarán a Macarena Olona para que desempeñe el mismo papel que Yolanda Díaz? El hecho de que hoy se presente en Sevilla en un acto organizado por el  Rotary Club Sevilla Corporate junto al banquero- masón Mario Conde parece indicar que se vaya en esa dirección. La creación de una nueva formación política que le reste los suficientes votos a Vox como para que se desangre electoralmente y deje de representar esa amenaza para el sistema y para los planes externos.

Vox no está KO, pero sí grogui. Pero aún depende de sí mismo. Depende de lo que haga Vox a partir de ahora.

2 comentarios en «¿Vox se resquebraja? No está KO, pero sí grogui.»

  1. En gran parte estoy de acuerdo, el masón puedo asegurar que no va a continuar en el partido. Ese partido ha sido una filtración inicial de los repudiados del PP, Ciudadanos y hasta socialistas, se les ha colado mucha gente en todos los organismos, desde ayuntamientos, comunidades, senadores y diputados, poco a poco están limpiando, es difícil por la reciente creación, para crear algo fuerte hay que utilizar la fuerza, después cuando se haya saneado, entonces no quedarán infiltrados y será el momento de liberar puestos.
    Aun así cómo dices, a Vox se lo van a cargar en las elecciones, manipulando los resultados al estilo Biden, saben lo que les puede pasar y pueden pararlo, pero sino ponen medios se acabó Vox. Sinceramente no me fio de ningún partido político, de ninguno, son mismos perros distinto collar, sus ideas son humo de distracción, manipulación y enriquecimiento, sólo hay que ver que los dos partidos mayoritarios han sido recientemente condenados judicialmente, que vamos a esperar del resto, terroristas, independentistas, todos han robado y asesinado, es que no hay nada, todo es corrupción y delincuencia.

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