¡Victoria!: La Policía británica se disculpa con la mujer detenida por rezar en silencio ante un abortorio

Una muy buena noticia por el triunfo de la libertad de expresión y de conciencia. Parece que, en el último momento, en el Reino Unido han decidido que aún no es tiempo de castigar el pensamiento no expresado. Hubiera sido el último escalón de la perversión en la censura y la restricción de las libertades: penalizarte, ya no por lo que dices, sino también por lo que piensas.

Tras una investigación que ha durado seis meses, la Policía de West Midlands confirmó que no presentará cargos contra Isabel Vaughan-Spruce y se disculpó por el tiempo transcurrido para tomar la decisión de no procesarla por oración silenciosa.

Arrestada por rezar mentalmente

La voluntaria fue arrestada por orar en una «zona de amortiguamiento» que rodea un centro de abortos en Station Road, Birmingham, el 6 de marzo. Entiéndase: no es que a la mujer se le oyera siquiera un susurro. Desde fuera era sólo una figura quieta que miraba hacia el edificio en silencio. Pero estaba rezando. Por dentro. Y eso es ya sospechoso. Y castigable en esta nueva dictadura del pensamiento único.

La zona de censura, introducida por las autoridades locales a través de una «Orden de Protección de Espacios Públicos», prohíbe la oración, entre otras actividades, considerada como una protesta contra el aborto. El arresto llamó la atención mundial en un video viral, en el que la Policía acusó a Vaughan-Spruce de cometer un delito al orar en silencio: «Has dicho que has estado orando, que es el delito».

«Esto no es 1984, sino 2023. Nunca debieron haberme arrestado o investigado simplemente por los pensamientos que tenía en mi propia mente. La oración silenciosa nunca es un delito», comentó Isabel Vaughan-Spruce al recibir las disculpas de la policía de West Midlands.

«Ahora que las autoridades han llegado dos veces a la conclusión de que la oración silenciosa no es un delito (una conclusión a la que también llegó el Ministro del Interior la semana pasada), estoy agradecida a la posibilidad de reanudar mi práctica de orar en silencio por las mujeres en embarazos críticos», continuó Vaughan-Spruce.

De todas formas, la censura no cede, sino que se acrecienta

La decisión de la Policía de no procesar a Vaughan-Spruce por su oración silenciosa se produce en medio de planes gubernamentales pendientes de implementar «zonas de amortiguamiento» de censura similares alrededor de las instalaciones de aborto en todo el país.

La Ley de Orden Público, aprobada en mayo de 2023, prohibiría la «influencia» en un área de 150 metros alrededor de las instalaciones de aborto. Los defensores de la libertad de expresión han expresado su preocupación de que una terminología tan vaga criminalice no sólo el acoso, sino también las conversaciones pacíficas, la distribución de folletos y la oración.

(Con información de la Gaceta)