Esta institución prevé que la economía española crezca un 5,9% en 2021, frente a la visión más optimista del Gobierno que pronostica un alza del 9,8%
El Fondo Monetario Internacional ha recortado la previsión del crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) de España en 2021 hasta el 5,9%, 1,3 puntos menos de lo que había vaticinado en sus últimas proyecciones del mes de octubre y en contra de la evolución prevista para el conjunto del mundo.
En su Actualización del informe de Previsiones Económicas Globales, publicado este martes, el FMI revisa al alza -tres décimas- la proyección de crecimiento para la economía global, hasta el 5,5% en 2021, sin embargo se muestra menos optimista con la Zona Euro, para la que rebaja sus previsiones un punto, hasta el 4,2%.
En el caso de España, la institución que preside Kristalina Georgieva cree que el crecimiento de 2021 será del 5,9% y el de 2022 del 4,7%, dos décimas más de lo previsto. Para 2020 pronostican una caída del 11,1%.
La rebaja realizada a España es la segunda mayor de la Eurozona, por detrás de Italia, a la que han restado 2,2 puntos a su previsión de PIB, hasta dejarla en el 3% para 2021.
El Gobierno ha reaccionado a esta rebaja señalando que el FMI no ha tenido en cuenta en la elaboración de este informe el buen cierre de año que se ha producido en España y el crecimiento del PIB del cuarto trimestre de 2020.
La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha asegurado que cuando el FMI compute esa mejor evolución de la prevista en la recta final del año, España quedará como el país que más crezca de la Unión Europea en 2021.
La recuperación no será homogénea
La revisión al alza de la previsión mundial «refleja la recuperación más fuerte de lo esperado en la segunda mitad del año. La previsión de crecimiento de 2021 se revisa al alza 0,3 puntos porcentuales, reflejando el apoyo político adicional en algunas pocas grandes economías (como EEUU y Japón) y la expectativa de que la vacuna refuerce la actividad económica a medida que transcurre el año, lo que podría compensar el lastre para el crecimiento que está suponiendo el aumento de contagios».
Aunque esta institución se muestra optimista, recuerda que «la fuerza de la recuperación variará de forma significativa entre países, dependiendo del acceso a la vacuna, la efectividad de sus políticas de apoyo, la exposición a otros países y las características estructurales con las que afronte la crisis«.
En este sentido, cree que EEUU y Japón recuperarán ya en la segunda mitad de 2021 su nivel de actividad previo a la crisis (de finales de 2019), mientras que en la Eurozona y en Reino Unido no se conseguirá ese nivel hasta el año 2022.
Riesgos a la baja
Los principales riesgos que podrían enturbiar estas previsiones están relacionados con una posible evolución negativa de la covid-19.
«Aunque las aprobaciones recientes de las vacunas han aumentado la esperanza de dar un vuelco a la pandemia cuando avance el año, las nuevas olas y las nuevas cepas del virus generan preocupación sobre las previsiones», admiten.
Advierten de que el crecimiento podría ser más débil si las nuevas cepas del virus son difíciles de contener, si crecen rápidamente los contagios y los fallecimientos antes de que las vacunas estén ampliamente disponibles, y si la distancia social voluntaria y los confinamientos son más fuertes de lo previsto. También podría influir para mal un progreso más lento de lo esperado de las vacunas.
En el ámbito empresarial, el FMI avisa de que si el apoyo público se elimina antes de que las empresas se recuperen, las quiebras de compañías viables pero ilíquidas podrían aumentar, lo que generará más desempleo y pérdidas económicas.
(Alejandra Olcese. VozPopuli)
