Ilegaliza cualquier forma de «influir» en las cercanías de abortorios, y por influencia incluye la oración hablada o silenciosa, las conversaciones amigables y el ofrecimiento de ayudas y alternativas.
Desde la tarde del martes, Reino Unido se parece un poco más a España, y es que la Cámara de los Comunes del Parlamento británico ha aprobado por 299 contra 116 votos, prohibir cualquier forma de «influencia» cerca de centros abortistas, incluyendo la oración mental… aunque no reces en voz alta, que vaya usted a saber como controlan eso. Y es que no pueden consentir que se rece. No pueden consentir la libertad religiosa y por eso la persiguen y la castigan.
«Se trata de la «Clause 10» de la «Public Order Bill» que ilegaliza cualquier forma de «influir» en las cercanías de abortorios, y por influencia incluye la oración hablada o silenciosa, las conversaciones amigables y el ofrecimiento de ayudas y alternativas», apuntan desde el medio. El diputado Andrew Lewer presentó una enmienda que excluyera de la multa la oración silenciosa o las conversaciones consensuadas, pero fue rechazada por la misma mayoría que ha conseguido aprobar la iniciativa.
Recientemente en Adelante España recogimos el caso de Isabel Vaughan-Spruce, una mujer arrestada cerca de una clínica de abortos en Birmingham (Inglaterra), después de que una persona sospechara que rezaba mentalmente cerca de un centro abortista. Y el caso de Adam Smith-Connor, que rezaba en silencio por su hijo, muerto por un aborto hace 22 años, dando la espalda a una instalación que realiza esta práctica, y fue detenido por las autoridades.
Ahora no serán solo detenciones, sino que será considerado delito y conllevará multas. En España ya se modificó la Ley Orgánica 10/1995, de 23 de noviembre, del Código Penal, en su artículo 172 se contemplan penas para:
«1. El que para obstaculizar el ejercicio del derecho a la interrupción voluntaria del embarazo acosare a una mujer mediante actos molestos, ofensivos, intimidatorios o coactivos que menoscaben su libertad, será castigado con la pena de prisión de tres meses a un año o de trabajos en beneficio de la comunidad de treinta y uno a ochenta días».
Haciendo que rezar en la calle fuera delito, ahora Reino Unido, se une a la censura. Es una auténtica cristofobia. Y quieren perseguir de cualquier forma a los cristianos. Lo que no saben es que la cruz siempre ha sido el distintivo de los cristianos. Y es, además, signo de victoria.
(Con información de Hispanidad/Religión en Libertad)