Traición, manipulación, censura, represión y descontento institucional

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Llegamos de Ferraz como todos los días y nos disponemos a escribir la crónica diaria de un movimiento que no se rinde. Y ya van doce días. El número y la perseverancia es su gran éxito.

Hoy han asistido más de 10.000 personas que llenaban Ferraz. Cómo en los mejores tiempos de esta protesta social. Y eso que la policía de manera prepotente e intimidatoria ha procedido a cachear a todos los asistentes al llegar. Ridículo si no fuera por lo que representa de represión. Es lo propio de las dictaduras. Han tratado a las 10.000 personas como si fueran terroristas callejeros. 

A parte de esto, la noche ha sido tranquila y hacia las 23.30 los manifestantes se han ido a sus casas. Mañana y pasado les esperan nuevas protestas en el Congreso de los Diputados.

El gobierno no quiere problemas antes de la investidura de Sánchez.  Por ello, la policía de Marlaska ha tenido un perfil bajo, aunque, incluso haya habido más presencia policial que otros días. Además, ante la internacionalización creciente de las manifestaciones no quieren que vaya a más. Después de la investidura ya veremos.

«Esto no es una sede, es un puti club»

La nota graciosa pero representativa de que el PSOE ha perdido toda credibilidad ante los españoles, estuvo cuando unos 20 jóvenes accedieron a Ferraz portando cada uno una muñeca hinchable al grito de «Esto no es una sede, es un puti club«. No necesita más comentarios. Obviamente los 10.000 asistentes corearon este lema que se hizo el más popular de la noche.

 

«Traición, manipulación, censura, represión y descontento institucional»

Un amigo me preguntaba en la comida que le definiera en breves palabras como veía la protesta social: «Traición, manipulación, censura, represión y descontento institucional» son las cinco palabras que me vienen a la memoria y que mejor definen lo que está pasando en España en la actualidad. Veamos algunos ejemplos de por qué digo esto,

Traición la de un gobierno que es capaz de pactar con golpistas y proetarras comprometiéndose a la ruptura de España. Traición también la de ciertas instituciones que deberían posicionarse y no lo han hecho, mirando para otro lado o haciendo declaraciones «blandas» pero sin decantarse. Cuando ante un golpe de estado como el que estamos viviendo enfrente hay actitudes débiles o de cobardía te das cuenta que solo queda la reacción popular, tal y  como ocurrió el 2 de mayo.

Descontento institucional

Es muy significativo que mientras no hace mucho en este tipo de manifestaciones se veían dos banderas de España (o la del águila de San Juan o la mal denominada «constitucional»), ahora ha aparecido la del «descontento institucional», esto es, banderas españolas, pero con el escudo recortado, dejando un gran agujero en medio de la bandera.

Esta es una nueva incorporación que hasta ahora no había hecho acto de presencia en las protestas, pero que ya ha empezado a llenar las calles en las manifestaciones contra Pedro Sánchez y sus pactos para hacer posible su investidura este jueves 16 de noviembre.

Sin embargo, ¿qué significa esta bandera?. Se trata del sentimiento de «desamparo» con el estado español y la monarquía, liderada por Felipe VI, a causa de la aprobación de la ley de amnistía pactada entre el PSOE y las formaciones independentistas y la sensación de dejación de responsabilidades del monarca.

Y esto es muy grave. Aunque ya era evidente que la izquierda quería echar a la monarquía e implantar una república, ahora, el descontento de la derecha con la actitud de la monarquía es tal, que no está dispuesta a defenderla. Triste panorama se le presenta a Felipe VI.

Manipulación de los medios de comunicación. Como botón de muestra un reportaje que leía esta mañana. Era un artículo de El Mundo en lo que decía que la hostelería de las calles adyacentes de Ferraz, incluidas Marqués de Urquijo, estaba sufriendo grandes pérdidas porque estaban vacíos debido a los manifestantes radicales. Que había miedo. ¡Mentira!.  Es simplemente mentira y manipulación. Quieren engañar y tergiversar. El relato que pretenden transmitir en la de equiparar estas manifestaciones pacíficas con el terrorismo callejero de los separatistas catalanes. Y para ello, mienten.

Y es que no solo la hostelería no está vacía sino que está cerrando pasadas las 12 de la noche en días de entre semana porque los locales están abarrotados. Están haciendo «su agosto» en noviembre. «Hay días que hasta se nos termina el género» nos dice Manuel de un bar de Marqués de Urquijo. «Sin entrar en temas políticos, llevamos 12 días haciendo una caja muy por encima de la habitual».

Censura y doble vara de medir: el ministro Marlaska es un sectario y no trata a los manifestantes ni las manifestaciones por igual. A modo de ejemplo, permite una protesta en la puerta de la sede del Gobierno de Ayuso sin poner barreras y con una mínima presencia policial, y sin embargo blinda Ferraz noche tras noche con cargas policiales. La doble vara de medir respecto a los dispositivos policiales de una y otra manifestación son evidentes. Y es que a este gobierno no admite la libertad de expresión y aplica la censura a los que no piensan como ellos.

Represión. Cuando en una nación se reprime – incluso violentamente- manifestaciones pacíficas de los ciudadanos es que vamos camino de una dictadura, en un estado policial. Cada vez nos parecemos más a las dictaduras venezolanas o cubana. El siguiente paso será la ilegalización de partidos, la censura de medios de comunicación y el apresamiento de los considerados «disidentes».

Mañana más, pero iremos al Congreso de los Diputados. La sesión de investidura de Pedro Sánchez contará con miles de personas que les mostrarán su rechazo desde las calles.

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