El presidente de Francia Emmanuel Macron ha dado una vuelta de tuerca más en su odio a la libertad y ya lo dice clara y expresamente.  Y son las ganas del presidente, Emmanuel Macron, de «fastidiar» (o «joder» según las distintas acepciones del verbo «emmerder«)  a los No vacunados.. Su frase en el diario Le Parisien dejaba clara su intención de querer imponer a toda costa la vacunación aunque se vaya contra la libertad de las personas.

Y no solo, el hacerle la vida imposible a quienes están todavía sin inmunizar, unos cinco millones en todo el país, que con la aprobación de ese pasaporte verán vetada su entrada a bares, restaurantes y lugares de ocio. «Yo no estoy para cabrear a los franceses. Pues bien, a los no vacunados tengo muchas ganas de fastidiarlos (joderlos). Y lo vamos a seguir haciendo hasta el final«, dijo en ese periódico, que adelantó por la noche la entrevista en su web y la publica en papel hoy.

El uso de la palabra «fastidiar» (o «joder») no parece improvisado, sino más bien intencionado. La vulgaridad de la expresión popular usada (emmerder puede traducirse como fastidiar o cabrear, pero también como joder o putear) ha impresionado a muchos franceses, pero no tiene nada de improvisado en este mandatario. El Elíseo no lo corrigió en la lectura previa a su publicación y ha sido visto como un intento de hacer cambiar de opinión a los no vacunados y de recoger el hartazgo de quienes sí han recibido las dosis y están cansados de las restricciones.
En una Francia a la que sus rivales políticos le acusan de haber dividido profundamente durante su mandato, el presidente Emmanuel Macron ha logrado algo inusual: unir a toda la oposición, que ha criticado de forma unánime sus sectarias declaraciones admitiendo que quiere “joder a los no vacunados”, hacerles la vida imposible hasta que cambien de opinión.

Y es que las palabras del presidente francés Emmanuel Macron dejan claro varias cosas, además de un odio evidente: el intento de vacunación obligatoria a todas las personas sin excepción aún a pesar de coartar y restringir la libertad y los derechos fundamentales de las personas. Y por otro lado, el imponer dos tipos de categorías de ciudadanos en la sociedad: los que tienen pasaporte covid y los que no lo tienen.