Teresa Arévalo, la sombra y «niñera» de Irene Montero en el «Feministerio»

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La alto cargo que ejerció como «cuidadora» de la hija menor de la ministra de Igualdad en 2019, no se separa de ella en la actualidad y se define así misma en el Gabinete como «solucionóloga»

Hoy, todas las miradas se posan en ella, pero tan solo había que enfocar con la afinidad precisa el objetivo de la cámara para hacerse una composición real para adentrarse en la polémica que hoy rodea al entorno de la ministra de Igualdad, Irene Montero, y a Unidas Podemos.

Es la ex responsable de Cumplimiento Normativo de la formación Mónica Carmona la que ha situado en la diana otra vez al partido minoritario de Gobierno ante posibles irregularidades, tras denunciar que una «persona a sueldo del partido», a la que se refiere como Teresa Arévalo, ejercía en 2019 las funciones de «cuidadora» de los hijos del matrimonio Iglesias-Montero.

Según el escrito que remitió al juez titular del Juzgado de Instrucción nº 42 de Madrid, Juan José Escalonilla, la «señora Montero utilizaba habitualmente a esta empleada de Podemos para cuidar a su hija», además, señalaba que, incluso, se habían desplazado las tres en octubre de 2019 a la ciudad de Alicante para participar en un acto de la campaña electoral. De hecho, en el mitin electoral, no aparece en ningún momento Teresa Arévalo, quien, según refrenda Carmona, se encontraba al cuidado de la hija menor mientras Montero intervenía en el acto.

¿Pero quién es la «empleada a sueldo» y qué relación mantiene con la actual ministra de Igualdad? Teresa Arévalo tiene 41 años y es natural de Ciudad Real, creció en Miguelturra y se define así misma como una activista desde su adolescencia. En la militancia política y en los movimientos sociales se curtió tras pasar por la facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Complutense de Madrid, aunque no aporta titulación de Licenciatura. Poco después, tras darse cuenta de la falta de oportunidades profesionales, regresó a su tierra para emprender un pequeño negocio; regentaría una panadería junto a su padre. «La Bella Easo», según relata a LA RAZÓN vecinos de su localidad que reconocen que, ahora, la han perdido la pista tras su llegada a Podemos.

Diputada

Arévalo entró en la formación desde Castilla-La Mancha formando parte de su Consejo Ciudadano Autonómico para dar el salto al Congreso de los Diputados tras las elecciones generales del 20-D de 2015, como asesora técnica de la dirigente morada Irene Montero. En junio de 2016 resultó elegida como diputada por Albacete durante la XII Legislatura. Como diputada percibía un salario aproximado de 5.000 euros mensuales, aunque tan solo le eran abonados 2.122 en doce pagas, debido al límite salarial establecido entonces en tres Salarios Mínimos Interprofesionales. Donó hasta 1.491 euros a proyectos sociales destinados a la plataforma Impulsa de Podemos.

Desde su entrada a la política nacional ha tejido una amistad estrecha no solo con Irene Montero y el vicepresidente Pablo Iglesias, sino también con la ahora secretaria de Estado Ione Belarra el cofundador morado Juan Carlos Monedero o la hoy directora del medio afín a la formación, Dina Bousselhamm y el equipo de prensa, entre otros. De hecho, ella misma explica que su implicación política la permitió «conocer a los que ya nunca han dejado de ser mis compañeros y compañeras, con los que aprendí que solo las alternativas colectivas y compartidas pueden cambiar las vidas de la gente».

La relación de amistad que mantiene con Montero, es patente y recíproca, a ella la reconoce como su «hermana» y cuenta que la ministra es «de las que nunca fallan». Así la felicitó en 2020, cuando destacó que era «maravilloso poder seguir juntas, ‘marchando juntas’, como dice la Belli»», en referencia a la autora nicaragüense, Gioconda Belli, por la que ambas confiesan pasión. A ambas las mueve, además, su lucha por el feminismo –hoy trabajan mano a mano– y acuden siempre juntas a la manifestación del 8-M. a ministra también muestra su cariño y cercanía con su hoy asesora, a la que conoce desde los quince años y a la que en su último cumpleaños, dedicó la canción de «Noches de boda», de Joaquín Sabina.

Arévalo perdió su escaño tras las elecciones de noviembre de 2019, las que llevarían a los morados a La Moncloa tras un primer intento fallido. Fue, precisamente la época en la que la abogada Carmona situó a Teresa Arévalo como «empleada a sueldo» de Podemos a cargo de los niños de Montero. No es, además, el acto electoral en Alicante, al único al que acudieron juntas. También se las pudo ver en la campaña anterior, para las elecciones de abril de 2019, viajando en tren a Galicia. Quienes la conocen dentro del partido morado, confirman la versión ofrecida por la abogada y aseguran que durante ese año la hoy ministra siempre iba acompañada de Teresa Arévalo, tanto en debates televisivos o entrevistas y a todo tipo de actos del partido.

Su llegada al «Feministerio»

A pesar de su perdida de escaño, Arévalo nunca ha estado desvinculada del partido. Tras la formación del Gobierno de coalición entre PSOE y Unidas Podemos, con la que los morados pasaron a ocupar la cartera de Igualdad, Irene Montero no dudó en recuperar a su amiga, que hoy es su jefa adjunta de gabinete. Es además miembro del Consejo de Coordinación de Podemos, a propuesta del vicepresidente. Conforma junto a la secretaria de Estado de Igualdad Noelia Vera; la directora de Gabinete Amanda Meyer; la directora de Comunicación Clara Alonso; la asesora y secretaria de Derechos LGTBI en Podemos, Ángela Rodríguez Pam; la jefa de prensa, Lidia Rubio, o la asesora Alba González Sanz, entre otras, su núcleo de confianza más cercano. Todas ellas suelen acudir a diario al «Feministerio» –así es como llaman al Ministerio de Igualdad– en el que ocupan una planta y hasta han adaptado una de las oficinas del ministerio para convertirla en una «sala de juegos» donde la hija menor de la ministra permanece mientras ésta se encuentra en reuniones de trabajo, según ha podido confirmar este diario, que también ha tratado de contactar con la asesora, sin obtener respuesta.

A día de hoy, según las fuentes consultadas, Arévalo sigue ejerciendo las funciones de cuidadora de, al menos la hija menor de Montero e Iglesias, descritas por la abogada Mónica Carmona. Arévalo se autodefine dentro de Igualdad como «solucionóloga» y dentro del partido no la encuadran en un perfil fijo, y dudan de su valía profesional. Arévalo y el resto de asesoras de Montero –12 en total– cobran una media de 51.946 euros brutos al año. Una cuantía económica que está siendo muy criticada y que desde la oposición piden que se clarifique sí recibe por ser asesora o «niñera» de los hijos de Montero.

Fuera del Ministerio, su objetivo por trabajar por la Igualdad, no cesa. Es en esos valores en los que trata de educar a su hijo, de quien presume que ya conoce la vida de Rosa Park, una mujer afroamericana que impulsó el fin de la segregación racial en EEUU y que fue condenada por negarse a ceder su asiento en un autobús a un hombre blanco. Según se desprende de sus redes sociales, su hijo es su prioridad y a él dedica todo el tiempo que no le roba el «Feministerio».

(Rocío Esteban. Diario la Razón)

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