En día 21 se inaugura el servicio de AVE entre Madrid y Ourense al poner en funcionamiento el tramo Padornelo-Taboadela con características técnicas de Alta Velocidad (AV) con dos servicios diarios de auténtica AV. Queda un tramo provisional entre Taboadela y Ourense con trazado convencional. Aun así, el viaje se hará en dos horas y cuarto que es una media comercial (205 km/h) muy semejante a la Alta Velocidad del resto de España. Media que será considerablemente más alta para el resto de capitales gallegas, que esperarán a otros tipos de trenes para acercarse a ellas.
Hay quien piensa que no es necesario que se realicen los últimos 16 km antes de llegar a Ourense en AV. Tres razones apoyan la previsión del ministerio de hacer la variante. La primera es técnica, y la expuso Isabel Pardo de Vera en un Foro La Región: no se puede dejar en una línea de AV un tramo sin sus características (radios de curvas, pendientes, señalización, electrificación… con tráfico mixto y vía única. Cualquier incidencia o accidente interrumpiría el tránsito de los iniciales 25 servicios diarios en ambos sentidos con sus 20 curvas de radio 400 m (2.500m es lo mínimo de AV). Son un peligro, aunque se reduzca la velocidad. También se comentó la posibilidad de soterrar la vía entre Seixalbo y la capital: inviable técnicamente, pues, entre otras razones, ampliaría las pendientes que ya están próximas al límite. Sí era viable soterrar las vías en la estación, con un 2% de pendiente en 400 metros que bajarían desde Peliquín 8 metros y tras la estación se recuperarían antes de la salida hasta Santiago.
La segunda razón es que Ourense recuperaría libre el trayecto entre A Ponte y el Polígono David Ferrer, liberada la vía actual, para un tranvía, entre otros usos, que aliviaría el tránsito a la zona industrial de una buena parte de las 8.000 personas que allí trabajan, con las ventajas para la ciudad.
