El Gobierno helvético rechaza dos iniciativas parlamentarias en las que se pedía incluir un «tercer género» en los trámites administrativos
La posibilidad de elegir un «tercer género» inexistente en los documentos e inscripciones oficiales no tendrá por ahora cabida en Suiza. Así lo ha dictaminado el Consejo Federal, órgano que ostenta el poder ejecutivo en el país helvético, tras rechazar dos iniciativas parlamentarias que planteaban incluir esta opción en los trámites administrativos
En efecto, en una decisión completamente a contrapelo del tsunami globalista y de la ideología de género, el Gobierno de la Confederación Helvética ha rechazado la ideología de género al dictaminar que el sexo es binario y que las personas son legalmente hombres o mujeres, sin excepciones.
Y es que Suiza sigue siendo peculiar. Por una parte, se está planteando restringir las ventas de coches eléctricos así como el cerrar sus fronteras a la inmigración, y ahora esto del rechazo a la ideología de género.
Solo dos opciones en el registro Civil
El Gobierno suizo ha rechazado una propuesta para introducir una opción de «tercer género» o «sin género» para los registros oficiales. Si quieres registrarte en el Registro Civil suizo, solo habrá dos opciones en cuanto a sexo, las de toda la vida: hombre o mujer. La opción no binaria no se da… porque no existe.
«El modelo de género binario todavía está fuertemente arraigado en la sociedad suiza», dijo el Consejo Federal Suizo en respuesta a dos propuestas del Parlamento. «Actualmente no existen las condiciones sociales previas para la introducción de un tercer género», agregó.
El Consejo Federal había especificado que incluir opciones alternativas para los marcadores de género requeriría «numerosos» cambios en la Constitución suiza y en las leyes tanto a nivel nacional como cantonal.
Las razones son fundamentalmente de carácter legal: para llevar a cabo un cambio de este calado sería necesario hacer «numerosos» cambios en la Constitución y en las leyes nacionales y estatales. El proceso de revisión de la Constitución del país es complicado, muy complicado. Según el Parlamento suizo, una revisión parcial o total de la Constitución debe ser aprobada tanto por la mayoría de los votantes como por la mayoría de los 26 cantones del país. El sistema político de Suiza incluye cuatro partidos cuyos puntos de vista varían de izquierda a derecha y se celebran referéndums frecuentes sobre una variedad de temas.
Una muy buena noticia por lo sensata de ella…aunque la argumentación dada sea bastante endeble. Pero lo importante es que se ha producido un grave traspiés en el tsunami globalista. Con su decisión, Suiza se convierte en bastión de resistencia occidental frente al rodillo trans, una de las múltiples vertientes con las que los gobiernos de izquierdas tratan de imponer una ideología de género que, en este caso, menoscaba la seguridad de las propias mujeres al permitir que los hombres trans se identifiquen como tal.
