Los parados que acuden a una oficina pública para buscar empleo se reducen al 20%, y apenas un 2% de los asalariados han conseguido así su trabajo, según el INE
El Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) continúa mostrando una profunda ineficiencia a pesar de los cuantiosos recursos públicos -humanos y materiales.-destinados a su funcionamiento y que no han logrado corregir los problemas estructurales que lo convierten en un organismo mastodóntico pero inútil. Es momento de abordar el problema con valentía y adoptar soluciones más efectivas, siguiendo ejemplos internacionales como los de Trump o Milei.
EL PROBLEMA DEL SEPE: ESTRUCTURA DESACTUALIZADA Y POCA EFICACIA
El SEPE representa una de las instituciones más anquilosadas de Estado español. A pesar de contar con una plantilla abultada y un presupuesto multimillonario,- sin ir más lejos, esta semana el Consejo de Ministros ha aprobado, a propuesta del Ministerio de Trabajo y Economía Social, destinar 2,6 millones de euros para su distribución entre las comunidades autónomas- el 80% de los desempleados prefiere buscar empleo por otras vías.
En efecto, España tiene 2,8 millones de parados pero sólo 560.000 buscan empleo por las oficinas del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) y de las comunidades autónomas. Apenas un 20% recurren a las oficinas públicas, un nivel mínimo que en algún trimestre incluso ha caído al 18%.
EL SEPE no sirve para su misión
Pero lo que es peor, y es que según el Instituto Nacional de Estadística (INE), solo un 2% de los asalariados consigue empleo a través de sus oficinas. En 2024 sólo un 1,9% de los asalariados que contabilizó el INE consiguieron su trabajo por esta vía. Un total de 355.000 de 18,5 millones de personas. Esta cifra también ha ido en descenso, aunque en la serie que arranca en 2006 nunca ha superado el 3,2%.
Así, y según el INE, del total de los 2,8 millones de parados, un total de 2,1 millones de parados lo hacen estudiando, poniendo o respondiendo anuncios por su propia cuenta. La mayor parte, un millón y medio de personas, también reconoce haber preguntado a familiares o amigos por posibles oportunidades. Otras de las vías más utilizadas, por un tercio de los parados (alrededor de un millón de personas al trimestre), son contactar con empresas o empleadores directamente, y poner o actualizar el currículum en internet.
CAUSAS DE LA INEFICACIA: UNA ADMINISTRACIÓN POLITIZADA
Uno de los mayores problemas del SEPE radica en su politización. Los cargos de responsabilidad suelen asignarse por afinidad política en lugar de competencia técnica. Esta práctica limita la capacidad de gestión y convierte al organismo en una herramienta política, en lugar de una entidad orientada a generar empleo.
Además, la falta de digitalización efectiva contribuye a la ineficacia. Mientras otros países han implementado sistemas de empleo automatizados, el SEPE sigue dependiendo de procesos burocráticos lentos y desfasados. Esto no solo retrasa el acceso al empleo, sino que también reduce la calidad de los servicios prestados.
MODELOS INTERNACIONALES DE ÉXITO: MENOS POLÍTICA Y MÁS TÉCNICA
Países como Estados Unidos y Argentina han demostrado que reducir la burocracia y profesionalizar la gestión pública genera resultados positivos. Trump impulsó la colaboración con agencias privadas para mejorar el acceso al empleo, mientras Milei aboga por reducir los organismos públicos que no justifican su existencia. España debe aprender de estos ejemplos para evitar seguir perpetuando estructuras ineficientes.
¿QUÉ HACER CON EL SEPE? PROPUESTAS DE REFORMA
Primero, reducir drásticamente la plantilla burocrática. El SEPE necesita técnicos cualificados, no políticos al mando. En segundo lugar, impulsar la digitalización total del organismo para facilitar el acceso a ofertas de empleo. Finalmente, fomentar la colaboración con entidades privadas que ya gestionan empleo con eficiencia demostrada.
Estas medidas no solo permitirían optimizar recursos, sino también ofrecer mejores oportunidades laborales a los desempleados. La administración pública debe centrarse en lo esencial: facilitar el acceso al trabajo, no ser un obstáculo. El objetivo no es dar un puesto a los funcionarios, sino dar trabajo a los parados.
España necesita romper con las estructuras mastodónticas que solo generan gasto e ineficiencia. La solución pasa por aplicar reformas drásticas que apuesten por la eficiencia y la profesionalización, tomando ejemplo de modelos exitosos en otros países. Menos burocracia y más resultados deben ser el objetivo prioritario. La politización del SEPE debe acabar y ser reemplazada por una gestión profesional que ponga el empleo en el centro de sus prioridades.
1 comentario en «El SEPE. Una estructura mastodóntica e ineficaz que necesita reforma urgente: caen a mínimos los que buscan empleo en sus oficinas»
La función del SEPE no es la búsqueda de empleo para sus «socios». De eso se encargan instituciones de las CCAA que heredaron esa función del viejo INEM. El SEPE gestiona las prestaciones. si no tenemos eso claro todo lo demás sobra.