Sánchez, tras el intento fallido de Feijóo, acudirá con su cara de cemento armado al Rey presentándose con avales suficientes para ser investido presidente por segunda vez.
En esto, uno que es dado a la fantasía literaria no tiene por menos que soñar con un imposible como es que el Rey estuviese en su sitio y desplegase el coraje y el saber estar en un momento muy delicado para nuestra débil democracia española en la que el poder Ejecutivo -léase gobierno sanchista o de Sánchez- ha asaltado y maniatado no ya a los poderes Legislativo y Judicial, sino también a la Fiscalía y los Altos Tribunales.
Parece mentira, pero es pura y triste realidad, que un tipo vulgar y con aspecto de galán de teleserie venezolana sea capaz de poner en riesgo todo un Estado de Derecho y asumir en su persona los tres Poderes del Estado, emulando a un nuevo Rey Sol, ahora Rey Sombra, porque todo se sustenta en la mentira, la manipulación mediática y la falta de escrúpulos.
Pero vayamos a ese despliegue de la imaginación de lo que sería un diálogo entre Sánchez y un hipotético rey de verdad, con arrestos, un rey rey:
El ujier uniformado, hace pasar a Sánchez a la antesala del despacho real a la voz de “Excmo. Sr. Don Pedro Sánchez Pérez-Castejón, Majestad”.
-Bienvenido, Pedro, toma asiento, por favor ¿Y la familia? ¿Y esas vacaciones? Siento mucho lo de tu COVID, una lástima no hayas podido ir a la India.
-Gracias, Felipe. Todo bien en casa. Lo del COVID sí que es un problema, lo coges en cualquier sitio.
-Dime, qué piensas de tu posible investidura. Vienes a eso, ¿no?
-Está hecho, Felipe, tengo los votos suficientes y de sobra para la investidura. Lo ponemos en marcha e irá sobre ruedas, Felipe, sobre ruedas.
-Te equivocas, Pedro, no irá sobre ruedas, sino sobre una infamia, sobre una agresión bárbara a nuestro Estado de Derecho. Me reconocerás que vienes legislando a base de Decretos-Ley, ninguneando al Poder Legislativo que reside en el Congreso y Senado, como también pretendes ahora desautorizar al Tribunal Constitucional y Supremo, que condenaron a los cabecillas de la sublevación catalana. Comprende que tampoco puedes estar por encima de Jueces y Magistrados, saltándote sus sentencias.
Mira, la amnistía de Puigdemont el fugado es lo que colma el vaso de toda esta locura sin sentido y yo no voy a consentirlo, sino denunciarlo públicamente en un mensaje televisivo en el que voy a proponer que lo más sensato, prudente y adecuado es que de no llegar a un pacto entre los dos grandes partidos, se repitan las elecciones.
-Te equivocas, Felipe, tú no puedes tomar decisiones políticas. La Constitución no te lo permite ¿Ahora eres del PP o quizás de VOX? Vaya, vaya, toda una sorpresa, macho. No sé qué presiones tendrás, si de la banca, los militares o ambos, pero te vas a meter en un buen lío, un lío del que no vas a salir bien parado, te lo advierto.
-A mí no me presiona nadie, Pedro, bueno sólo mi conciencia y la alta tarea que tengo encomendada como es servir a los españoles. Tampoco te permito que me hables en ese tono, mucho menos que me insinúes amenazas. A mí nadie me amenaza en ésta, mi casa. Además, tú no tienes autoridad de ninguna naturaleza para decirme lo que tengo o no tengo que hacer. Esta coyuntura política está abocada a una repetición electoral o bien a que tanto PP como vosotros lleguéis a un acuerdo de gobernabilidad en coalición, como se hace en el resto de Europa.
-Pues no tengo nada más que hablar contigo, Felipe. Ya sabes cómo se las gastan los de Podemos montando algaradas y tomando las calles por la fuerza, como será imprevisible la reacción de vascos y catalanes que esperaban por fin iniciar la senda de su autodeterminación. Vas a incendiar el país y serás el único responsable.
-Yo no incendio nada, Pedro, mi función es bien distinta, armonizar y hermanar, no dividir. Lo dicho, voy a ultimar un discurso en el que propondré lleguéis a un pacto de gobernabilidad PP y PSOE o bien se repitan las elecciones. Ni voy a traicionar a mi país, ni me voy a traicionar yo mismo. Sé que me juego mi familia, como también sé que el pueblo me respaldará y saldré adelante, Dios me ayudará.
-Bueno, tú y tu Dios veréis.
-Eso mismo, yo y él lo veremos.
Pero volvamos a la cruda y embarrada realidad, a que el pobre rey tiene tres bocas que alimentar cada día, a que es cierto que el rey no debe entrar en política y que aquí, en España, a día de hoy nadie se moja por nadie cuando se tiene a la boca una teta de la gran vaca, teta de la que maman miles y miles de acomodados, politiquillos de suburbios, pseudo funcionarios del régimen, femilistas, vividores, fantoches y demás basura del desgobierno sito en Madrid.
No obstante, con tanta fantasía y probabilidad, con tanta casuística de lo que pudiera o pudiese ocurrir en las próximas semanas, aún me quedan algunas dudas por resolver:
¿Tiene Felipe VI dignidad?, ¿autoridad moral?, ¿honorabilidad?, ¿es ahora la hora?
Yo creo que sí, sin duda que sí.
¿El desenlace?: Próximamente en su televisión, en la Secta.
José Riqueni Barrios | escritor | Autor, entre otros, de “La industria de género al desnudo”, “Feminismo Made in Spain” e “Hijos del feminismo”.
2 comentarios en «Sánchez y el Rey | José Riqueni Barrios»
soy Cristiano, amo a mi nación ESPAÑA, defiendo la CONSTITUCION de Monarquía Parlamentaria de 1978 y ante cualquier reforma u enmienda debe ser refrendada por todo el pueblo español, mediante referéndum.
¿Y si no fuera una ilusión y el Rey hiciera de Rey? España lo necesita. Si no ocurre, dejarán de ser España y Rey. Dios nos guarde.