Los de ERC dicen que “tragará porque ha demostrado tener un estómago de acero”
Primero amnistía y luego referéndum. Ese es el orden de los factores de ERC en la negociación con Sánchez. De momento creen que Sánchez aceptará la amnistía -con el eufemismo que se quiera- porque -aseguran- el secretario general del PSOE “ha demostrado tener un estómago de acero”.
Jurídicamente no será fácil. Porque ni la Constitución española ni la legislación europea permiten una amnistía. Bastante es aceptar la ley de gracia que ya supone la violación de la independencia judicial. Y por cierto, Bruselas sigue molesta con España por el ‘secuestro’ del CGPJ por parte del gobierno. Una más y ya sería tarjeta roja.
En cuanto al referéndum de independencia también es complicado. Porque supondría calificar como discutible la “indisoluble unidad de la nación española” consagrada en el art. 2 de nuestra Constitución.
Pero a Sánchez los ‘detalles’ jurídicos le importan poco cuando de lo que se trata es de conservar el poder. Su juego es claro: busca el si de Junts y ERC cueste lo que cueste. Si tiene que regalar el rosario de su madre, lo regala.
De hecho ya ha retorcido el reglamento del Congreso para que ERC y Junts tengan grupo parlamentario propio. Eso significa más subvenciones públicas, despachos, asesores y tiempo en los debates. Para eso ha “cedido” a unos diputados socialistas. ¿Estarán esos diputados ahora en el grupo parlamentario Junts? Los letrados ya han advertido de la ilegalidad y desde el PP anuncian que lucharán contra el fraude.
La estrategia del ‘cambiacolchones’ es esperar al fracaso de Feijóo el 29 de septiembre para anunciar contar con los apoyos necesarios para una investidura. La duda es si logrará esos apoyos que hoy no tiene.
Porque desde Junts, Puigdemont planea humillarle haciéndole ir a Waterloo para firmar. Demasiado. Además, los de fugado saben que aunque firmen con Sánchez, el Tribunal de Cuentas maneja su propia agenda. Pero también saben que si repiten elecciones el mal resultado del 23J se puede profundizar. Así que la incógnita está en el ‘marqués de Waterloo’, que es como llamaba a Puigdemont uno de los diputados socialistas cedidos a Junts. Humillante…
Por su parte Feijóo ya inició su ronda de contactos. Con Junts, agua. No hay nada que hablar ni que negociar. Con el PNV ya recibió el portazo aunque puede ofrecer un AVE vasco y sobre todo, apoyo en las siguientes vascas frente a Bildu. En paralelo, busca socialistas “incómodos” con Sánchez. Es la hora de Page. Si quiere iniciar una ‘guerra civil’ contra el inmoral de Sánchez, esta es su oportunidad y el momento de su coherencia.
Luis Losada Pescador | Periodista