Sánchez juega con fuego y Feijóo trata de no quemarse | Luis Losada Pescador

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La expulsión de Nicolás Redondo y la sentencia contra el ex consejero Buch, complican la investidura de Sánchez

La expulsión del histórico líder de los socialistas vascos, Nicolás Redondo, marca un antes y un después. Le expulsan por “reiterado menosprecio de las siglas”. Todo sin audiencia del interesado, sin las menores garantías, violando el reglamento interno. ¿Quién menosprecia las siglas, quien abandona la tradición socialista y se echa en manos del chantaje secesionista o quien lo crítica?

Felipe González ha levantado la voz para reivindicar la libertad de crítica interna: “no hay que tragar con todo”. Porque a Redondo le han expulsado por un artículo crítico con la amnistía. Con el mismo criterio Ferraz podría abrir expediente de expulsión contra Felipe.

Llueve sobre mojado porque varios ex diputados socialistas han firmado un manifiesto donde señalan que jamás hablarían con un compatriota con un pinganillo. Tenemos una lengua común llamada español que además compartimos no sólo entre todos los compatriotas sino con 20 naciones hermanas de la América hispana.

Debatir en el Congreso nacional con un pinganillo es evidenciar una división que en realidad no existe. La lengua española existe y cohesiona. Y la nación española es una de las más antiguas del mundo. ¿Por qué ese empeño permanente en la autodestrucción ?

Por si fuera poco, la sentencia de cuatro años y medio de cárcel e inhabilitación contra el ex consejero del Interior, Miquel Busch, por facilitar la huida de Puigedemont ha encendido los ánimos del prófugo que insiste en la vía unilateral.

Con estos mimbres, el ‘sí, quiero’ de Junts es más que discutible. Porque además, parece que PSOE y ERC han pactado la amnistía para después de la investidura. 

Así que Sánchez está en un fuego cruzado. Por una parte, el de Puigdemont que exige la luna. Y si no se la dan, se la coge él mismo… Por otra, la contestación interna. Es verdad que los que verbalizan la crítica son ex cargos. Pero también es verdad que quienes han defendido posiciones más firmes como Page les ha ido mejor que a otros en las elecciones.

Por si fuera poco, es duda que el Rey fuera a sancionar una ley de amnistía y es duda también que Bruselas se quedara quieta tras el antecedente de Rumanía.

Enfrente, un Feijóo tratando de evitar quemarse. Imposible con el otoño caliente que estrenamos. El “gran acto” del 24 abierto a la sociedad civil se convierte en un mitin del partido para tratar de evitar que la presencia de Vox eclipse al líder popular y los medios ‘vendan’ la foto de Colón 2.0.

El mismo titubeo que con Junts. Primero que no vamos a cerrar la puerta a nadie, que creemos en el diálogo. Después, no perdamos tiempo con quien insiste en la vía unilateral. Pero en paralelo, Pons se reúne con Turull mientras Junts se permite vetar a Albiol como interlocutor e insultar a los populares a diario. El líder del PP catalán, Alberto Fernández, censura los “titubeos” con Junts y cada día está más desautorizado por Génova. ¿Alguien entiende algo?

Por otra, Ayuso ‘on fire’ marcando la agenda de la rebelión cívica contra la pretendida amnistía: anuncia que acudirá a la manifestación del 8 de octubre en Barcelona y hasta organiza una escuela de líderes juveniles este fin de semana. 

Y mientras tanto, la casa sin barrer…

 

Luis Losada Pescador | Periodista

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