Sánchez fracasa: el paro subió en 193.700 personas en el primer trimestre y se dispara a cifras de 2013

El presidente más inepto de la democracia vuelve a estrellarse

Pedro Sánchez vuelve a dejar su impronta de fracaso allá donde actúa. El paro ha subido en 193.700 personas en el primer trimestre de 2025, lo que supone el mayor aumento en este periodo desde 2013, según los datos publicados por la Encuesta de Población Activa (EPA). Bajo el Gobierno de un presidente cuya gestión se basa en la propaganda, la censura y el control institucional, la realidad económica demuestra ser testaruda.

El mercado laboral se desangra

España destruyó 92.500 empleos entre enero y marzo, una caída del 0,4% respecto al trimestre anterior. De esta forma, el número de ocupados baja a 21,8 millones de personas. La tasa de paro asciende al 11,4%, tras haber descendido al 10,6% a finales de 2024. Un retroceso evidente que expone la debilidad estructural del mercado laboral español bajo un gobierno intervencionista e incompetente.

No es casualidad que este hundimiento coincida con las políticas económicas del Ejecutivo socialista: mayor gasto público, trabas a la empresa privada, presión fiscal asfixiante y la ausencia total de incentivos al emprendimiento.

Una estacionalidad que no justifica el fracaso

El Gobierno intenta disfrazar el desastre económico culpando a la estacionalidad. El primer trimestre suele verse afectado por el fin de los contratos navideños y este año se suma el retraso de la Semana Santa. Sin embargo, en 2024 ya se registró el peor arranque laboral desde 2020, con la pérdida de 139.700 puestos incluso cuando la Semana Santa cayó en marzo. Este año la cifra es aún peor, lo que desmonta la excusa oficial.

La propaganda del Ministerio de Economía

A pesar de los datos demoledores, el Ministerio de Economía insiste en su retórica triunfalista. Según su valoración, basada en cifras desestacionalizadas, “es la más baja en un primer trimestre desde 2009, con una reducción de casi 20.000 personas, el 0,7%”. Añaden que “estos datos ponen de manifiesto el dinamismo del mercado laboral, manteniéndose el ritmo en la creación de empleo y con empleo más estable y en sectores de mayor valor añadido”.

No obstante, ni la retórica ni los fuegos artificiales estadísticos pueden ocultar una realidad evidente: bajo Pedro Sánchez, el empleo cae, el paro se dispara y la economía se estanca. El presidente pretende maquillar la situación con titulares optimistas, pero las familias españolas sienten la inseguridad laboral cada día más cerca.

El espejismo del empleo desestacionalizado

Según el Ministerio, los datos corregidos por estacionalidad muestran un crecimiento del empleo del 0,73%, lo que supondría “casi 160.000 ocupados más” y que “supera por primera vez los 22 millones desestacionalizados”. Añaden: “La totalidad de los empleos creados en el último año fueron por el sector privado, más de 567.000 nuevos empleos, mientras que el sector público siguió reduciendo su peso en la ocupación”.

Una afirmación que, si fuera cierta, resultaría irónica. Un gobierno que no cree en el mérito ni en la empresa privada se escuda en la iniciativa privada para salvar su imagen. Mientras tanto, sigue premiando el clientelismo político, extendiendo subvenciones y colocando comisarios ideológicos en todo tipo de instituciones.

El crecimiento de la inmigración y la población activa

La población activa se ha incrementado en 326.000 personas, superando los 24,6 millones, gracias al fuerte crecimiento de la inmigración. Una política de puertas abiertas que Pedro Sánchez impulsa mientras miles de españoles no encuentran empleo digno ni estabilidad. La sustitución demográfica avanza, mientras el Gobierno continúa ignorando los problemas de los trabajadores autóctonos.

La ineptitud hecha presidente

Pedro Sánchez no solo fracasa en la economía. Su historial de fracasos abarca desde la política sanitaria hasta la educativa, pasando por la gestión territorial y la seguridad. No es solo ineficaz; es soberbio, demagogo y destructivo. Allá donde mete la mano, la realidad empeora. Solo le salvan la propaganda, la mentira institucionalizada y el control mediático. Pero la realidad, por tozuda, termina imponiéndose.

España no puede permitirse más tiempo bajo su nefasta gestión. La cifra de parados es una alerta, pero también una prueba: urge recuperar el rumbo basado en el esfuerzo, la familia natural, la propiedad privada, la soberanía nacional y la dignidad del trabajo.

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