Siempre hay esperanza: tres familias de esclavos rescatadas

El rescate de esclavos cristianos en Pakistán

El rescate de esclavos cristianos en Pakistán protagonizado por el padre Federico Highton devolvió la libertad a once personas que nunca habían conocido la vida fuera del cautiverio.

El pasado jueves, el sacerdote argentino de la orden de San Elías emprendió una misión arriesgada para liberar a tres familias cristianas nacidas y criadas en la esclavitud. Gracias a la providencia, a la oración y a la generosidad de benefactores, el rescate culminó con éxito.

Estas familias habían pasado toda su existencia bajo un sistema de explotación que todavía persiste en algunos lugares de Pakistán, donde los cristianos son perseguidos y discriminados. La acción de este misionero representa un signo de esperanza y de firme testimonio de fe.

Con las familias liberadas

La misión del padre Federico: fe, oración y valentía

El rescate de esclavos cristianos en Pakistán comenzó con el viaje del padre Federico, quien se desplazó personalmente hasta el campo donde se encontraban cautivas las familias.

Allí, el sacerdote afrontó duras negociaciones para lograr la liberación de los once cristianos. La tensión fue evidente, pero la determinación por salvar a estas personas prevaleció. Gracias a la ayuda de una benefactora generosa, el sacerdote pudo pagar el precio exigido para su libertad.

“¡Qué Dios la bendiga! ¡Qué gracia poder ayudar a nuestros hermanos más necesitados!”, expresó emocionado el padre Federico, tras culminar con éxito la operación.

Este gesto recuerda que la Iglesia es una familia universal donde cada acción solidaria, por pequeña que parezca, puede cambiar destinos enteros.

Ese mismo día, las familias pudieron abandonar el lugar de esclavitud. Por primera vez en sus vidas, dieron un paso fuera de un espacio donde habían nacido, crecido y trabajado sin derechos ni esperanza.

Redención doble: libertad y sacramentos

El rescate de esclavos cristianos en Pakistán no solo supuso la liberación física de estas personas. El padre Federico, a pesar del cansancio, administró los sacramentos a los liberados.

Estas familias, aunque de cultura cristiana, nunca habían recibido los sacramentos a causa de las condiciones de cautiverio. En pocas horas, experimentaron una “doble redención”: la libertad de sus cuerpos y la gracia espiritual de su alma.

El sacerdote describió este momento como un signo tangible del amor de Dios que actúa en medio de la adversidad. Este acto recuerda a la Iglesia universal la importancia de apoyar y rezar por los cristianos perseguidos en todo el mundo.

La persecución de los cristianos en Pakistán

El rescate de esclavos cristianos en Pakistán también refleja una realidad trágica: la situación de los cristianos en ese país.

Pakistán figura entre los países con mayor persecución religiosa, según informes de Ayuda a la Iglesia Necesitada y Puertas Abiertas. Los cristianos, que representan menos del 2% de la población, sufren discriminación legal, social y laboral.

En muchos casos, familias enteras quedan atrapadas en sistemas de servidumbre hereditaria, esto es, de esclavitud generacional. Generaciones nacen y mueren en fábricas de ladrillos, campos o talleres, sin acceso a educación, libertad ni derechos básicos.

La misión del padre Federico denuncia ante el mundo esta injusticia y pone rostro a las cifras, mostrando que cada rescate significa una vida transformada.

Un testimonio que interpela a España y a Occidente

El rescate de esclavos cristianos en Pakistán interpela también a Occidente, donde a menudo se ignoran o relativizan estas persecuciones.

Mientras en Europa algunos gobiernos impulsan la ideología de género o la censura ideológica, miles de cristianos en el mundo arriesgan su vida por la fe. La indiferencia occidental contrasta con la valentía de quienes, como el padre Federico, se juegan todo por defender la vida y la libertad.

Los católicos en España y en todo Occidente deben recordar que la libertad religiosa es un derecho fundamental. Defenderla aquí y ahora también significa apoyar a los perseguidos lejos de nuestras fronteras.

El rescate de esclavos cristianos en Pakistán protagonizado por el padre Federico Highton demuestra que siempre hay esperanza, incluso en los escenarios más oscuros.

Tres familias —once personas en total— dejaron atrás el cautiverio y experimentaron la gracia de los sacramentos. Esta liberación no es solo una noticia emocionante, sino un recordatorio de que la fe, la oración y la solidaridad transforman vidas.

Hoy, el llamado es claro: rezar por los cristianos perseguidos, apoyar las misiones que los liberan y no permanecer indiferentes ante la injusticia. La libertad y la dignidad humana son valores innegociables, que debemos defender con firmeza en España y en cualquier rincón del mundo.

A continuación un vídeo resumen de dicha liberación

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