Regeneración democrática | Luis Losada Pescador

¿Retorcer la Justicia, amordazar a los medios y legalizar los agravios a los símbolos nacionales es regeneración democrática?

Hay que tener coraje para proponer un programa de regeneración democrática cuando se está actuando como punta de lanza de la degradación institucional. Pedro Sánchez -el que trató de engañar a los suyos con el cambiazo de urna tras el biombo- se autopretende adalid de la regeneración democrática. Sin rubor. Sin despeinarse. ‘Porque yo lo valgo’.

El partido que ha tomado al asalto el Constitucional para enmendar al Supremo pretende predicar regeneración democrática. “¿Tu?, ¿eres tu quien lo va a arreglar?”, le preguntaba un paisano de Zamora. Pues eso. Porque resulta que el EREGate, el escándalo del que tenía dinero para asar una vaca y de los cutres socialistas que usaron el dinero de los parados para ‘putas y cocaina’ no fue un fraude como reconoció el mismo Griñán. 

Porque a Griñán le quedaba un poco de dignidad y sabía que habían metido la mano en la caja mas sensible no sólo para lucro personal y cutre sino para tejer una red clientelar que les garantizase perpetuarse en la Junta de Andalucía. Asco. Pues bien, el Prostitucional de Pumpido lava más blanco. Aquí no pasó nada y Chávez no sólo debe de reincorporarse al PSOE sino que merece una disculpa y una peana en cada una de las parroquias. 

En mensaje es claro: robar es gratis; incluso rentable. Y si eres de los nuestros, el Prosti te deja como una patena. O sea, “cobertura a una trama criminal” que dice el voto particular de Espejel. 

Tras el asalto al Constitucional pretendieron el del CGPJ. Les salió mal porque Bruselas pisó el freno. Pero siempre pueden torpedear al juez incómodo. Y así, Moncloa planea querellarse contra el juez Peinado. Tras el fiasco de los dos DNIs y el ‘periodismo de investigación’ de su segunda residencia ahora buscan probar suerte con una querella por supuesta prevaricación contra el juez. El que se mueva tiene premio. 

Y todo esto es muy pedagógico. Porque las leyes tienen su función pedagógica; pero las sentencias y actuaciones judiciales también. Y el rodillo gubernamental también enseña el valor de la docilidad popular, eso que todo gobernante aspira de su pueblo…

Tras la Justicia, la prensa, siempre molesta e incómoda; ¿Qué se creen esos pseudoidealistas que trabajan en pseudomedios, en esos tabloides digitales? Libertad, ¿para qué? Lo del honor hay que revisarlo, que ya le ha tocado a mi mujer y quizás me toque a mi en breve. Necesitamos protección total, absoluta inmunidad. Lo de la rectificación, también hay que revisarlo que hemos rectificado sin decir nada y pretenden que justifiquemos donde está el presunto error. ¿Qué se habrán creído?, ¡no saben con quién están hablando!

Así que meto en la mano de la cartera de los españoles para repartir otros 100 millones de euros entre los medios amigos, o sea, los sensible, los que verdaderamente tienen talante democrático, los que promueven los valores que el gobierno considera claves. Al resto, a la fábrica de fango, ni agua; y esperar que el mismo mercado les asfixie. ¿Y si no? Palo hasta que hablen inglés. La Libertad soy yo. Y ahí sí, ¡viva la libertad carajo!

Eso de la transparencia y de la rendición de cuentas, otro atraso. ¿El gobierno dando explicaciones a la ciudadanía?, ¿desde cuándo?, ¿a cuento de qué? El ciudadano lo que tiene que hacer es pagar impuestos y callar la boca. Como los mirones del mus: ‘son de piedra y dan tabaco’. Los jugadores somos nosotros. Esa es la verdadera regeneración democrática. A ver si se enteran los de la ‘fachosfera’.

Y como remate, revisión de la llamada ‘ley mordaza’ para eliminar o rebajar las injurias a la corona y a la bandera. Es decir, atacar los símbolos nacionales debe de ser gratis. Pero criticar la actuación poco decorosa de la mujer del presidente de gobierno es violencia política, bulo y fango que hay que combatir. O sea que la verdadera fábrica del fango está en Moncloa con sucursal en Ferraz.

Luis Losada Pescador | Periodista