Uno de cada nueve (un 11,4% ) trabajadores del país, esto es, 2.226.585 empleados, son de nacionalidad extranjera.
La afiliación a la Seguridad Social de trabajadores extranjeros en España ha batido el récord histórico este verano, al alcanzarse a cierre de julio un total de 2.226.585 empleados de procedencia internacional, según los últimos datos de empleo divulgados por este organismo.
Mayoritariamente, un 65,5% de ellos trabajan como asalariados. A continuación, el 17% son autónomos, un 9,4% trabajan en el campo y están dados de alta en el Sistema Especial Agrario, y un 7,5% trabaja como personal doméstico y cotiza en el Sistema Especial del Hogar.
La hostelería, el comercio y el campo son los tres sectores que más empleo dan a los extranjeros (el 40% del total), junto al empleo doméstico y las actividades administrativas y de servicios auxiliares.
Rumanos y marroquíes
Por países de procedencia, el colectivo mayoritario procede de Rumanía (332.634 trabajadores son de este país), mientras que 268.749 son de Marruecos, 139.870 son italianos y 104.000 son chinos. En conjunto, 789.799 empleados son de la Unión Europea y 1,4 millones de otros lugares.
Mano de obra extranjera para pagar las pensiones
Como compensación al derrumbe de la natalidad en España y la falta de una política familiar que ayude a la s familias a tener hijos que está provocando el envejecimiento de la población, se ha optado por el apoyo a la inmigración como soporte de las pensiones. Actualmente se ha convertido en uno de los elementos clave para garantizar el sistema público de pensiones.
De hecho, el Ministerio de Inclusión, Migraciones y Seguridad Social, en su estrategia para garantizar la sostenibilidad y suficiencia de las pensiones pretende atraer mano de obra inmigrante que contribuya con sus cotizaciones sociales al pago de las pensiones.