Ayuso ante la encrucijada de la protección del Valle de los Caídos: ¿Cobardía o complicidad?

La Comunidad de Madrid se niega a declarar BIC el conjunto del Valle de los Caídos mientras se escuda en competencias dudosas

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, del PP, presume de liderar una oposición firme al Gobierno de Pedro Sánchez, pero cuando llegan los momentos verdaderamente cruciales, como la defensa del Valle de los Caídos, su inacción pone en entredicho su discurso. ¿Se trata de cobardía política o de complicidad ideológica con la izquierda?

La realidad es que, hasta la fecha, Ayuso se ha limitado a proponer la declaración como Bien de Interés Cultural (BIC) de la Escolanía del Valle, ignorando por completo la solicitud de protección integral del conjunto monumental. Esa omisión ha sido duramente cuestionada por la Asociación para la Defensa del Valle de los Caídos (ADVC), que ha llevado el caso ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM).

La excusa de las competencias no se sostiene

El recurso interpuesto por la ADVC es claro: si la Comunidad de Madrid tiene competencia para proteger como BIC una parte del conjunto —la Escolanía— también la tiene para el resto. Así lo expresa la asociación al señalar que “se tiene o no se tiene competencia material”, y que “no resulta admisible otorgarse la competencia para determinados bienes [del complejo] y negarla para otros”.

Además, el argumento de que el Patrimonio Nacional tiene la titularidad del lugar también es desmontado en el escrito. La ADVC recuerda que el Valle de los Caídos pertenece jurídicamente a la Fundación de la Santa Cruz del Valle de los Caídos, no al Estado, y que el Patrimonio Nacional solo actúa como Patronato. “Todo ello sin perjuicio de lo que en un futuro pudiera disponer un real decreto […] sobre la extinción de la Fundación y el destino de sus bienes; real decreto que aún no ha sido dictado, y que desconocemos si algún día se dictará”.

La ley no se basa en futuribles

La argumentación jurídica es contundente: no se puede condicionar la aplicación del derecho a presagios. “La aplicación del Derecho no puede estar sometida a presagios o suposiciones de normas jurídicas no dictadas y publicadas”, afirma la ADVC. De igual modo, sostiene que “la competencia administrativa es de obligado cumplimiento”.

Por tanto, no cabe excusa válida por parte del gobierno del PP de Isabel Díaz Ayuso. El marco legal actual permite —y obliga— a proteger el Valle como Bien de Interés Cultural, y si no se hace, es simplemente porque no se quiere. Porque se elige no dar esa batalla.

El riesgo de ceder al relato de la izquierda

Detrás de esta actitud hay una cuestión política profunda: la claudicación -o lo que es peor, la complicidad- del PP ante los marcos narrativos de la izquierda. Mientras el Gobierno de Sánchez y sus socios comunistas y separatistas promueven una “reinterpretación” del Valle de los Caídos con fines ideológicos, sectarios y revanchistas, Ayuso se cruza de brazos. Se limita a gestos simbólicos y deja a las asociaciones civiles -como la ADVC o Abogados Cristianos – la responsabilidad de defender nuestro patrimonio espiritual, histórico y artístico.

La propia asociación recuerda que “la protección que hoy se otorgue no impedirá en un futuro que la Administración del Estado determine un distinto régimen patrimonial, organizativo, o de funcionamiento”, por lo que “ninguna interferencia se produciría por parte de la Comunidad de Madrid”.

Silencios que pesan

Que Ayuso calle en este asunto no es trivial. La izquierda lo tiene claro: borrar el Valle de los Caídos es borrar la historia de España, de la reconciliación, del sacrificio y del catolicismo que marcó nuestra civilización. Que el PP, en Madrid, ceda terreno por cálculo político, demuestra que no todos están dispuestos a defender lo que merece ser defendido, aunque se llenen la boca con discursos de libertad.

El PP no puede jugar a ser oposición dura de lunes a viernes y luego esconderse ante temas sensibles. La defensa del Valle de los Caídos no es una opción: es una obligación moral, jurídica y patriótica. No hacerlo es traicionar a quienes sí están dispuestos a dar la batalla cultural.

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3 comentarios en «Ayuso ante la encrucijada de la protección del Valle de los Caídos: ¿Cobardía o complicidad?»

  1. Complicidad, como con el aborto, como con tantas cosas.
    El PP es el «liberalismo conservador» de s. XIX, igualmente masón al «progresista», y ambos masónicos (unos anglos y otros afrancesados).
    Son Masones, repito, sus jerarquías en su totalidad.

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  2. Ya lo dice el sabio refrán: Perro ladrador, poco mordedor. Así es como se viene comportando Dña. Isabel desde siempre, empezando por la promulgación de leyes autonómicas, relativas al entorno más «woke» (y espero que se m entienda o que quiero decir con «woke»), incluso más restrictivas que las estatales, hasta llegar a este esperpento ponerse de perfil ante este asunto del Valle de los Caídos; complicidad o claudicación ante el relato de la izquierda..

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